en una sociedad hipócrita,
nauseabunda y machista
los celos a la mujer lo dicen todo.
Solidaridad en tiempo infecundo
donde cualquier semejante es extraño,
sociedad hipócrita donde hay engaño
mucho putrefacto y nauseabundo,
por celos no es mujer quien manda el mundo,
es quien a diario sufre grave daño
y dejan como en cueva de ermitaño
encerrada en el rincón más profundo.
Para la mujer nadie bueno trajo
montar empresas blancas sin futuro
donde en continuo destruyen trabajo
economía sin rumbo, un fin duro
insegura cada vez más abajo,
culpable la fémina; es rival duro.