Quién dice a una madre que su hijo ha muerto,
quién dice a una madre que ha muerto su hijo,
ese que ella tantas veces bendijo
y al que le dio, su corazón abierto.
Cómo expreso ese sentimiento incierto
que sin piedad el destino predijo
desgarrándome por dentro, me aflijo,
toda mi rabia contra el sino vierto.
Me mira esa madre, tan desvalida
que cómo le digo que fui testigo
de ver la muerte robando su vida.
Bien sabe que era, mi mejor amigo
le diré a esa madre en la despedida:
¡Mientras viva, lo llevaré conmigo!
Unos días antes de producirse la tragedia en la que perdieron la vida cinco mineros en Cerredo, en el concejo de Degaña, el poeta y colaborador Marino Martínez Baizán-Lobo nos enviaba un soneto nacido de sus entrañas y de su pasado minero en el pozo de San Jorge y en Santiago. ¡Poco podía imaginar el autor que el soneto volvería a cobrar vida esta vez en el suroccidente asturiano!
Él, que trabajó veinte años en busca del preciado mineral, sabe bien lo peligroso que es trabajar bajo tierra y sus consecuencias. Y así relata en estas líneas lo difícil que es sostener la mirada de una madre que ha perdido a su hijo en la mina, un hombre que también era su mejor amigo.
Precioso
Muy bonito y emotivo a la vez que sencillo.
Preciso y precioso soneto .uy de actualidad penosamente
Que grande Marino Baizan-Rubio, un precioso Soneto.
Bonito soneto dedicado a los fallecidos mineros.
Crande su autor Marino Baizán-Lobo.
Un abrazo amigo desde Cantabria
Que gran humanidad brota de la pluma del autor
Sus delicadas pero a la vez cortantes palabras me transportan a una hiriente realidad
A mi pobre entender veo en el autor un gran rapsoda,actual y fresco
No nos dejes huérfanos de tu poesía y sigue así
Muchas gracias al autor por tan hermosas palabras
Grande mi amigo Marino Baizán-Lobo
Un abrazo Maestro desde Cantabria
Grande mi amigo Marino Baizán-Lobo
Un abrazo abrazo desde Cantabria
Aunque rudo minero fue, con el tiempo su sensibilidad no dejo de crecer. Excelente soneto. Un fuerte abrazo.
Precioso bello y emotivo reflejo del sentir humano de la vida