“Mi nombre es Irene, nací en Avilés y después de vivir varios años fuera, volví a Asturias en 2019.
Siempre me ha gustado trabajar en un lugar donde pudiera desarrollar mi creatividad y utilizar mis manos para ello.
Haciendo Macramé es con lo que más disfruto, y poder organizar mi tiempo de trabajo me ayuda a conciliar.
Creo piezas a partir de cuerdas de algodón natural, sólo utilizado mis manos para hacer diferentes nudos para obtener piezas decorativas, prendas de vestir o cualquier cosa que se me ocurra o me encarguen (llaveros, collares, bolsos, manteles, cortinas, posavasos, incluso piezas más grandes como altares para bodas).
También doy talleres, ya que el macramé se considera terapéutico; me gusta enseñar para que todas las personas que lo deseen puedan disfrutar creando con sus manos, dándose un tiempo para la calma en la vida acelerada que muchos llevamos”.