Las Meninas: arte ovoide

Mariana Fano es una artista con talento, imaginación y una visión excepcional. Ha revolucionado la tradición de los Huevos Pintos, una festividad de interés turístico a nivel nacional. Si pintar huevos ya es todo un desafío, recrear en ellos algunas de las obras más reconocidas de la historia del arte parece casi una locura. Esta ovetense, residente en Pola de Siero, estudió Bellas Artes en Bilbao y trabajó como restauradora en dicha ciudad. Al regresar a Oviedo, decidió embarcarse en un proyecto único: pintar sobre huevos. Comenzó con huevos de gallina, explorando temáticas costumbristas asturianas en línea con la tradición de los Huevos Pintos.

Sin embargo, Mariana Fano no se conformó con seguir las normas establecidas y decidió innovar, llevando su arte más allá. Reprodujo en formato ovoide obras de grandes maestros como Velázquez, Klimt, Van Gogh, Picasso, Hopper y Dalí en huevos de gallina, oca y avestruz. Cada obra puede llevar hasta dos meses de arduo trabajo.

El proceso meticuloso comienza con la elección de la imagen a plasmar, seguido por la preparación del huevo: vaciado, limpieza interior y exterior, relleno con espuma de poliuretano. Mariana prefiere trabajar con acuarelas, superponiendo capas para lograr texturas y colores similares a los originales pintados generalmente al óleo.

El taller de Fano se convierte así en un espacio donde los grandes nombres del arte cobran vida en diminutas obras maestras ovales. Su dedicación y pasión por el arte se reflejan en cada detalle minucioso de su trabajo. Esto la ha llevado a realizar más de una exposición de estas obras en galerías, cosa que nunca antes se había hecho, y a ganar en distintas ediciones el primer premio de los Huevos Pintos de Siero.

Pero esta artista no se limita sólo al arte ovoide, como le gusta llamarlo. ¡Pinta sobre cualquier cosa que se pueda pintar! Participó en la primera edición de Porrúa en Bolas y también en la primera edición de la Semana Profesional del Arte de Oviedo (en la antigua Fábrica de Armas de La Vega) con ‘La mesa está servida’, una composición de una veintena de bandejas y platos en los que recreó distintas obras de la Historia del Arte.