Texto: Marta Malde.
Porque las que hoy somos, seremos el camino de las que mañana serán.
Años de lucha, de alzar la voz, de negarse a aceptar los noes por respuesta. De llamar a puertas hasta tirarlas. De tomar las calles, de sentir a la desconocida compañera, amiga, hermana.
Manos de mujeres que han cuidado, acariciado, levantado el mundo cuando la familia caía. Pero que también han golpeado hasta sangrar para conseguir derechos, igualdades y futuro.
Corazones valientes de mujeres que han sabido sobrevivir a los destrozos del derrumbe, a la incertidumbre de saber si mañana sería mejor. Mujeres que desterraron la cobardía porque entendieron que había un sueño que estaba por encima de su realidad.
Mujeres que se atrevieron a pensar diferente, a apostar por el deseo de una sociedad mejor en la que, tal vez, no siempre el olvido fuese mejor que el recuerdo.
No puede haber un futuro si no existe un NOSOTRAS, pero no hablamos de uno excluyente en el que no esté todo y todos contemplados, hablamos de un futuro en el que cada persona que llegue sea bienvenida porque sume, enriquezca y nos vuelva a tod@s un poco mejores.
Días como el 8 de Marzo no solo reivindican el poder de la mujer sino la esperanza de un mañana en el que TOD@S podamos vivir libres a pesar de nuestras diferencias.