“Aunque el retrato es el género en el que me siento más cómoda, el folklore y lo cotidiano es lo que últimamente está ocupando la mayor parte de lo que hago y me interesa representar. Por ejemplo, un simple ave común, como lo es la lechuza o el cuervo, también es un símbolo de lo oculto y lo pagano en nuestra cultura y es eso precisamente lo que me atrae de ello.
Me interesan todos los formatos, sin embargo, descubrí el formato “miniatura” como una buena forma de hacer la pintura original accesible a todo tipo de públicos”.