Entre la ciudad de Gijón y los terrenos de Arcelor, la parroquia de Tremañes alberga un importante tejido empresarial, desarrollado en diferentes polígonos industriales. / Fotos: Fusión Asturias
Las zonas oeste y suroeste de la ciudad de Gijón se han visto favorecidas por su cercanía a las principales infraestructuras viarias (carreteras, ferrocarril y puerto, más el aeropuerto a pocos kilómetros). La A-8 ha servido de frontera para dos zonas claramente diferenciadas: Roces-Porceyo y Veriña-Tremañes. El área de Tremañes cuenta pues con una localización óptima, a un paso de las principales vías de comunicación marítimas y terrestres. El antiguo barrio obrero se ha convertido en una zona heterogénea, que comparte el espacio puramente industrial con barrios residenciales como Tremañes o La Picota, lo que supone un esfuerzo de convivencia, especialmente en el tema del tráfico, pero también una ventaja a la hora de acceder a determinados servicios que no suelen encontrarse en un polígono, y sí en una ciudad.
Los polígonos industriales del área de Tremañes superan el millón de metros cuadrados, repartidos en doce polígonos que combinan la gestión privada con la promoción pública. Poco a poco la administración, tanto regional como local, ha ido llevando a cabo diferentes acciones pensadas para homogeneizar, en la medida de lo posible, las distintas características de cada uno, dotándolas de servicios, bien directamente, bien a través de convenios con los respectivos organismos de gestión.
Bankunión
Bankunión 1 se encuentra en el área urbana de Tremañes, lindando con el barrio gijonés de La Calzada. Fue el primer polígono en aparecer en esta zona como tal. Se creó en 1965 por iniciativa privada, de la mano de la Unión Industrial Bancaria (de ahí el nombre), en una época en la que la idea de área industrial no estaba aún desarrollada con el concepto moderno. Así, en el suelo de Bankunión se comparten usos residenciales e industriales, con una gran variedad de tipos de naves, en general de pequeño tamaño. Debido a la construcción desordenada, algunas calles resultan demasiado estrechas y dificultan las maniobras de furgonetas y vehículos pesados; en cambio, en los alrededores de la calle Bertolt Brecht, los viales tienen dimensiones más acordes con el uso industrial y se encuentran plazas de aparcamiento con un poco más de facilidad.
Unos pocos años más tarde de la creación de este polígono, y viendo el éxito de la primera fase, de nuevo la Unión Industrial Bancaria dio en promover Bankunión 2. La experiencia previa dio sus frutos, y la ordenación original supuso una mejora con respecto a la primera fase. Ambas funcionan de forma independiente: mientras Bankunión 1 es de gestión municipal y es el Ayuntamiento quien se ocupa de proporcionar los servicios básicos, Bankunión 2 se organiza en torno a una Comunidad de Propietarios, y en 2002 se crea la Asociación de Empresarios, para poder acceder a las ayudas del Principado en materia de mejoras y servicios.
El Ayuntamiento ha firmado este año un convenio de colaboración con la Asociación Empresarial de Bankunión 2, según el cual contarán con 6.000 euros destinados a la instalación y adecuación de oficinas, salas de reuniones y aula de formación.
A día de hoy Bankunión 2 cuenta con todos los servicios básicos (alumbrado público, limpieza, señalización de tráfico, mantenimiento, vigilancia y seguridad) además de determinados servicios complementarios como un punto limpio o el mantenimiento de las zonas verdes. También cuenta con cerramiento en toda el área del polígono, que obliga a pasar por unas puertas de acceso controlado. Es una solución óptima que deja la seguridad en cotas altas. Y los proyectos siguen en marcha: precisamente este año el Ayuntamiento ha firmado un convenio de colaboración con la Asociación Empresarial, según el cual contarán con 6.000 euros destinados a la instalación y adecuación de oficinas, salas de reuniones y aula de formación.
El acceso a esta área industrial está perfectamente señalizado en la Autovía Gijón-Oviedo, aunque también se puede tomar la antigua carretera de Tremañes desde el centro de Gijón.
La Lloreda
Es una de las áreas empresariales de reciente promoción, de la mano del Ayuntamiento, que todavía tiene en marcha la convocatoria de adjudicación de parcelas.
Junto al casco urbano de Gijón, con las comunicaciones de la ciudad disponibles, el área industrial de La Lloreda cuenta con todos los servicios: abastecimiento, red de saneamiento unitaria, suministro eléctrico, red de telecomunicaciones, red de gas de baja y alta presión, amplias zonas de aparcamiento y transporte público urbano.
Todavía está en marcha la convocatoria de adjudicación de parcelas en La Lloreda, una de las áreas empresariales de reciente promoción de la zona, que cuenta con todos los servicios.
A la hora de adjudicar las parcelas se prima el desarrollo de nuevos proyectos empresariales y la ampliación de otros existentes, así como los más innovadores y con mejores propuestas de de creación de empleo, inversión y viabilidad. Al presentar la solicitud de suelo es necesario presentar un Plan de Empresa o memoria, que describa la actividad a desarrollar en la parcela, las previsiones de empleo y la distribución en fases del proyecto, entre otras informaciones.
Sogepsa ha sido la encargada de gestionar el proyecto, y se encarga también de valorar las solicitudes, junto al Ayuntamiento de Gijón y el IDEPA (Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias), organizadas en una comisión para este tema.
Somonte
Situado en la parroquia rural de Cenero, este polígono se encuentra a unos siete kilómetros del centro de Gijón.
El cercano río Pinzales aporta las zonas verdes, mientras que los antiguos terrenos de Aceralia delimitan el terreno y recuerdan los orígenes de un polígono que nació a la sombra de la tradición industrial de la zona. Los terrenos sobre los que se asienta el polígono, de hecho, fueron expropiados a Ensidesa, en una primera fase que arrancó en el año 91. La segunda fase limita con ésta y se planteó a partir de 1999; la última fase, que data de 2002, se extiende al otro lado del río y de la carretera que une Tremañes con Veranes.
El año pasado en Somonte se llevaron a cabo labores de limpieza y mantenimiento en profundidad, de la mano de Emulsa. Ha sido una actuación muy valorada por usuarios y empresarios.
El polígono surge por petición de los empresarios al Ayuntamiento de Gijón, que por aquel entonces comenzaba a plantear su oferta de suelo industrial, hoy claramente estructurada. Al existir una planificación previa, y con las naves construidas en una fecha más o menos reciente, el estado de conservación del polígono es razonablemente bueno. Además, el año pasado se llevaron a cabo labores de limpieza y mantenimiento en profundidad, de la mano de la Empresa Municipal de Medioambiente Urbano (Emulsa). Ha sido una actuación muy valorada tanto por los usuarios del polígono como por la Asociación de Empresarios y Propietarios del Polígono de Somonte, que llevaban tiempo reclamándola. También el año pasado se aumentó la señalización para llegar al polígono, algo que mejoró la visibilidad y, sobre todo, la comodidad para llegar a una zona que, por otro lado, está bastante bien comunicada. Uno de los puntos más apreciados es que cuenta con transporte público, en tren y autobús, aunque se reclama mejorar los accesos en dirección a la AS-II y en la vía que une Somonte con Bankunión. Es una de las reclamaciones históricas, junto con el arreglo de la parte de atrás del polígono. Se trata de unos terrenos que tienden a la inestabilidad cuando llueve con fuerza, un problema que se remonta a un error en la medición de las parcelas originales; para solucionarlo, se modificó el cerramiento de las fincas, y se generó este nuevo inconveniente. El tema se está estudiando, pero no se conocen los plazos para poner una solución definitiva.
En cualquier caso, y a pesar de que siempre hay arreglos y mejoras pendientes, como corresponde a una zona industrial activa, los servicios son buenos, las calles son amplias y correctamente señalizadas, hay zonas de aparcamiento… la cercanía a la ciudad no genera grandes problemas de tráfico, sino que en este caso es una ventaja añadida para los cerca de dos mil trabajadores que acuden diariamente al polígono de Somonte, formado mayoritariamente por empresas del sector de la construcción y otras relacionadas con el metal y la siderurgia.
Mora Garay y Balagón
Ambos polígonos son vecinos, y gracias a la Asociación de Empresarios de Mora Garay y Balagón (Asembagal) plantean juntos determinadas estrategias y se organizan casi como si fueran uno. Esta zona industrial está situada en la zona sudesde de Tremañes, junto a Bankunión. Su geografía viene marcada por la autopista a un lado y las vías de FEVE al otro. El tren cuenta con un apeadero que facilita en cierta medida los transportes al polígono, pero también ha producido más de un accidente, ya que obliga a los trabajadores a cruzar las vías en un paso que no es totalmente seguro. El arreglo de este apeadero es uno de los temas recurrentes de la Asociación de Empresarios de la zona, que no dejan de pedir soluciones.
En 2009 se llevó a cabo una remodelación integral, en la que entre otras acciones se llevó a cabo el asfaltado de calles, señalización vial y la construcción de nuevos aparcamientos. El polígono cuenta también con un Centro de Servicios, construido en su mayor parte gracias a fondos europeos del proyecto URBAN. Gracias al buen estado general de las infraestructuras el trabajo es fluido en el polígono. Los años de experiencia también son un grado, y éste es uno de los polígonos veteranos de la zona, con una ocupación del cien por cien.
Asembagal ha firmado un acuerdo con el Ayuntamiento de Gijón, con un presupuesto de cinco mil euros que irán destinados a la limpieza y conservación del polígono de Mora Garay y Balagón, la actualización de la página web y la renovación de los paneles directorio.Es un convenio que se renueva anualmente.
En la línea de mantener y mejorar, la Asociación de Empresarios ha firmado un acuerdo con el Ayuntamiento de Gijón, con un presupuesto de cinco mil euros que irán destinados a la limpieza y conservación del polígono, la actualización de la página web y la renovación de los paneles directorio. Es un convenio que se renueva anualmente, en el que se especifican tanto el presupuesto a aportar por el Ayuntamiento como las acciones que con él va a gestionar la Asociación. Asembagal es una asociación de carácter voluntario y sin ánimo de lucro; desde su nacimiento en el año 1987, ha atravesado diferentes etapas en su historia; la última, a partir de 2002, cuando comienza una fase más activa. Desde entonces ha sido responsable de muchos de los cambios del polígono, bien con acciones desarrolladas usando fondos propios (venidos de subvenciones y cuotas de los socios) o bien mediante acuerdos con la administración, como en este caso.
Los aproximadamente cien negocios y comercios de la zona dibujan un variado perfil empresarial, formado en su mayoría por Pymes dedicadas a la construcción, servicios y distribución, fabricación, suministros… No hay empresas contaminantes, lo cual en un entorno tan industrial supone un pequeño respiro, aumentado además por la presencia de zonas verdes en el área del polígono. Los polígonos experimentados como éste están acostumbrados a lidiar con los problemas diarios, como el aparcamiento o la seguridad, la mayoría comunes a otras zonas de similares características; pero las buenas condiciones y, sobre todo la experiencia en lidiar con ésta y otras dificultades hacen que se trate de un polígono asentado, referencia en un entorno tan empresarial como el de Tremañes.
La Peñona
La Peñona es uno de los polígonos más nuevos de Tremañes, con las obras finalizadas en 2007 de la mano de Sepes (Entidad Pública Empresarial de Suelo). Antes de estas obras existían empresas ya ubicadas en la zona -conocida como Puente Seco-Veriña- a las que se ha intentado mantener e integrar en la ordenación del polígono, con mayor o menor éxito.
El año pasado se puso en marcha un plan de limpieza que afecta a varios polígonos de la zona, y La Peñona es uno de ellos. Se trata de tareas de limpieza y desbroce para mejorar el estado de los viales y las zonas verdes, planteado con una periodicidad semestral. Además, este año se ha firmado un acuerdo con el Ayuntamiento de Gijón, según el cual contarán con 15.000 euros destinados a la instalación de un sistema de vídeo vigilancia para prevenir y disuadir actos vandálicos.
Existe un proyecto para instalar un sistema de vídeo vigilancia en La Peñona, que cuenta con un presupuesto de 15.000 euros.
La Peñona está formada por 59 parcelas de diferentes tamaños, en total más de ciento ochenta metros cuadrados de suelo industrial de gestión pública. A pesar de que las comunicaciones en la zona son buenas gracias a la cercanía con la ciudad, a principios de año llegó la buena noticia de que ya está en marcha la conexión de la ZALIA (Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias) con La Peñona. La ZALIA carece actualmente de un buen acceso por carretera, y para la zona de Tremañes supondrá un impulso importante poder comunicarse directamente con esta plataforma logística. De momento se ha publicado en el BOPA que la Consejería de Fomento someterá a expropiación forzosa más de 200.000 metros cuadrados de terreno para construir una conexión entre El Monticu y la ZALIA; además de los accesos desde La Peñona y desde la Autovía de las Industrias (AS-II). Aunque la ejecución de esta obra está claramente retrasada por la crisis económica y la falta de fondos públicos, esta medida vale como muestra de que el proyecto no está abandonado, lo que para los empresarios instalados en este polígono es fundamental. Muchos de ellos ubicaron aquí sus negocios contando con unas infraestructuras que aún no están disponibles. Sin embargo, noticias como ésta, más las diferentes labores de limpieza, mantenimiento e inversión que se han llevado a cabo en los últimos meses, hacen que esta zona industrial funcione con una relativa normalidad, aunque siempre haya temas susceptibles de mejora.