Al iniciarse Asturix suena música de gaita. “El toque asturiano, que no falte”, bromea Luis Iván Cuende. Este jovencísimo programador, con sólo catorce años, es el creador de Asturix, un sistema operativo basado en Linux que busca popularizar el software libre para todo tipo de usuarios.
-¿En qué consiste Asturix?
-Es un sistema operativo basado en GNU Linux, que es un entorno muy extendido. Asturix intenta ser muy fácil de usar, funcional, seguro y estable. Ésos son sus principales objetivos. Sobre todo fácil, porque los sistemas GNU Linux ya son de por sí seguros y rápidos, pero la facilidad de uso y la funcionalidad es algo que no abunda, y es lo que intentamos aportar desde Asturix, poder extender GNU Linux a cualquier usuario. Por eso hay varias versiones: la versión Desktop, que es la más sencilla de manejar, para usuarios básicos, la Business, orientada a entornos de producción o empresas, que se centra en la estabilidad; y la Lite, centrada en la velocidad, para ordenadores antiguos, microportátiles…
-¿Cómo alguien tan joven se mete en temas de programación?
-Empecé como un hobby, hace casi dos años. Entonces me interesaba la informática, aunque tampoco demasiado. Pero desde que instalé el primer sistema operativo basado en GNU Linux empezó a crecer mi interés. Vi que me gustaba, que se me daba bien y que podía ser algo serio. Fui tirando del proyecto, luego se fueron juntando otros colaboradores, y al final Asturix ha acabado donde está, siendo uno de los sistemas operativos GNU Linux más importantes de España.
“Hay varias versiones: la versión Desktop, que es la más sencilla de manejar, para usuarios básicos. La Business, orientada a entornos de producción o empresas, que se centra en la estabilidad; y la Lite, centrada en la velocidad, para ordenadores antiguos, microportátiles…”
-¿Cómo es la comunidad Asturix?
-Es gente a la que le gusta el proyecto y que trabaja voluntariamente para Asturix. Hay gente que se encarga de publicitarlo, otra de comunicar con otras distribuciones, otra de documentar… digamos que cada uno tiene su función. Así unimos todos fuerzas para sacar el proyecto adelante.
-Ahora mismo estáis con Asturix 2, que es una versión de transición a la tercera, con la que esperáis dar el gran salto.
-Tenemos grandes expectativas con la versión 3, más que nada porque estamos empezando una serie de proyectos ahora, como es IWC, que facilitará la vida a los desarrolladores haciendo que una sola aplicación se pueda ejecutar en una gran variedad de dispositivos. Después está CADI, un gestor de control que permite que toda la configuración del sistema esté en una misma aplicación. Y por último Asturix Store, que es una tienda de aplicaciones en la que el desarrollador sube su aplicación y todos los usuarios pueden descargársela y usarla. Es un portal web que ya está abierto.
-¿Qué implantación está teniendo este sistema?
-No tenemos unas estadísticas fiables del número de usuarios. Asturix es un proyecto libre y abierto y no queremos controlar a nadie. Aunque sí tenemos una aproximación de descargas y usuarios, que con la repercusión en los medios que hemos tenido últimamente ha subido muchísimo. Las visitas en la web de Asturix han aumentado un 1.800% en el último mes, y los tres servidores que tenemos para descargas están colapsados… está subiendo mucho.
“Uno de nuestros objetivos era difundir el software libre en Asturias, y el nombre ayuda a acercar a la gente al producto”
-Linux tiene aparejada una cierta ideología: un sistema libre, que se enfrenta al monopolio de Microsoft…
-Bueno, es evidente que lo que está haciendo Microsoft no está bien, pero tampoco me voy a meter mucho en este tema, ya que podría estar horas hablando de ello. Yo creo que Linux se posiciona como un sistema operativo que puede reemplazar completamente a Windows, que puede hacerlo incluso mejor. Cuando yo hice Asturix… bueno, en una parte siempre tienes ese acto de rebeldía, de David contra Goliat, pero más que nada fue por acercar a la gente este sistema operativo. En Asturix no somos extremistas, no queremos que la gente use 100% software libre, pero sí que lo use.
-¿Qué aporta la versión bussiness a las empresas que lo instalen?
-En primer lugar ofrece una compatibilidad total con Windows. En el caso de que no se quiera eliminar totalmente, Asturix propone una opción muy interesante, que es la integración con Windows. Los dos sistemas se pueden instalar en el mismo ordenador, compartiendo todo. Asturix se desenvuelve perfectamente en entornos Windows, lo que facilita la migración a cualquier empresa, que puede trasladarse de un entorno privativo a un entorno libre en cuestión de días. Es un proceso simple y en el que no hay por qué perder nada. Todo lo contrario: la empresa va a salir ganando, y va a aumentar su productividad. Así que yo creo que las empresas deberían tenerlo muy claro.
-Y un usuario particular que instala Asturix, ¿qué se encuentra?
-Que es muy sencillo. En principio la interfaz es un poco distinta, pero creo que es incluso mejor que la que puede tener Windows. Aunque si un usuario no se siente cómodo con eso, en Asturix 2 incorporamos el modo Windows, que emula completamente su interfaz. La migración es muy fácil, la gente nunca se nos ha quejado de la facilidad de uso, al contrario, y en los foros la verdad es que hay muy buenas opiniones.
-¿Qué significa que haya un sistema operativo “hecho en Asturias”?
-Es que uno de nuestros objetivos era difundir el software libre en Asturias, y el nombre ayuda a acercar a la gente al producto. Es importante ayudar a su expansión en la población asturiana, que ahora mismo no tiene demasiados conocimientos en lo que respecta a software libre. En otras comunidades, como Andalucía o Extremadura, están a años luz en este tema.