Como profesional de la prevención, siempre había sido usuaria del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales. En esta nueva etapa Miryam Hernández se sienta al otro lado de la mesa y toma las riendas como Directora del IAPRL. El primer objetivo es elaborar un nuevo Plan Estratégico que marque las pautas de trabajo en los próximos años.
-¿Cuál es la evolución del número de accidentes de trabajo en la Comunidad? ¿A qué cifras se enfrenta?
-En lo que va de año llevamos poco más de siete mil accidentes, que puede parecer una cifra muy elevada, pero hay que pensar que aquí estamos contabilizando tanto los graves como los leves, es decir, cualquier incidente que genere un parte. Con respecto al año pasado hemos reducido el número, y aunque influye que la actividad laboral ha descendido también, todo lo que sea una reducción de los accidentes es siempre una buena noticia.
En cuanto a accidentes mortales, el año pasado a estas alturas habíamos sufrido ya la pérdida de doce personas en el desarrollo de su actividad laboral, mientras que este año llevamos nueve. Sigue siendo un número terrible, pero supone una reducción de un 25%.
-¿Cuál va a ser la línea de actuación del Instituto en esta nueva andadura?
-Nuestro primer objetivo es elaborar el nuevo Plan Estratégico de Seguridad y Salud Laboral, que es el eje de las pautas de actuación del Instituto desde su creación. Para ello, ahora estamos en un momento de concertación social, y vamos a intentar adecuar los objetivos y las medidas a los compromisos sociales que se adquieran ahí, por consenso.
-¿Qué importancia tiene la formación en la prevención de riesgos laborales?
-Toda, y además es fundamental que esta formación esté integrada. Necesitamos que todos los niveles de la empresa tengan presente que hay que moverse dentro de unos estándares, por eso es imprescindible tanto la formación inicial, como la específica, como el reciclaje. Y para ello desarrollamos iniciativas a diferentes niveles. Por ejemplo, tenemos el programa «Aprender jugando» en el Palacio de los Niños para que los más pequeños aprendan las bases de la prevención. También tenemos un aula virtual para los estudiantes de secundaria, trabajamos en FP, en formación ocupacional… y este año, de forma especial, vamos a dedicar un tiempo a la formación específica para profesionales y al desarrollo de guías técnicas.
«La reducción de costes es un problema que tenemos que asumir. Lo que hay que intentar es que la prevención no se lleve la peor parte en ese sacrificio, sino que se mantengan unos mínimos básicos»
-¿La crisis está afectando a la inversión -económica y humana- dedicada a la prevención?
-Sí, desde luego. La reducción de costes es un problema que tenemos que asumir como consustancial a la crisis, y afecta a todos los aspectos: publicidad, servicios, calidad, personal, prevención… Lo que hay que intentar es que esa reducción sea proporcional y que la prevención no se lleve la peor parte en ese sacrificio, sino que se mantengan unos mínimos básicos. Mi miedo es que esas medidas mínimas también se traspasen, y que como consecuencia se pierda la perspectiva y se retroceda. Desde este Instituto haremos todo lo que podamos para que eso no ocurra.
-¿Cuál es el coste de la siniestralidad y cuál el beneficio de la prevención de riesgos laborales?
-Desde el punto de vista humano, el coste de una vida no tiene precio. Desde el punto de vista económico, está demostrado que una mejora en la prevención mejora sustancialmente tanto la calidad del servicio o el producto, como la solvencia de la empresa, puesto que tiene menos bajas laborales, una mejor organización del trabajo, etc… Factores todos ellos que ayudan a que aumente la competitividad.
-¿Cuáles son las claves de las empresas con menos siniestralidad?
-Como comentaba antes, la integración es fundamental. Creo que las empresas que tienen unas cifras más reducidas en cuanto al número de accidentes, son las que tienen en cuenta la actividad preventiva dentro de todos los niveles jerárquicos de la empresa. Que todas las áreas -producción, administración, mantenimiento…- contemplen unos estándares preventivos en sus actuaciones ayuda muchísimo a fomentar la preocupación, y por lo tanto la prevención. También es muy importante aprender de los errores, desarrollar procesos de mejora a partir de los propios incidentes ayuda a que no vuelvan a ocurrir.