En la década de los 60 sus padres emigran a São Paulo y allí nace Marisol. Al principio decide estudiar marketing y publicidad y trabaja durante varios años en empresas del sector hasta que descubre el ayurveda, medicina tradicional hindú, que hará cambiar su vida. Una decisión tras otra la traen de regreso a la tierra de sus ancestros, Pola de Laviana, donde crea Íntegra Bioespacio, un centro pionero en la comarca desde el que imparte clases de yoga y terapias ayurvédicas. Esta es su historia.
-Eres graduada en publicidad y marketing, ¿qué tiene eso que ver con lo que haces ahora?
-Mis padres son de Pola de Laviana y en la década de los sesenta marcharon para Brasil, yo nací en São Paulo. Tuvieron 3 hijos y yo soy la pequeña. Estudiaba en un colegio español y en el año 88, en el viaje de estudios, tuve la oportunidad de viajar a España y visitar muchos lugares, entre ellos Laviana donde pude conocer a mi abuela y al resto de la familia.
Regresé a Sao Paulo y después de terminar los estudios quise hacer periodismo, pero al final me decanté por comunicación, por la rama de publicidad. Trabajé en varias empresas, conocí al que hoy es mi marido y cuando nace mi primera hija, siento que necesito parar el ritmo que tenía porque quería estar más tiempo con ella. Siempre me sentí atraída por la naturaleza, las plantas, la medicina natural, los masajes… había practicado yoga y quería hacer algo por ahí. Al principio pensé en alguna disciplina japonesa, allí hay mucho emigrante japonés y estas técnicas son habituales, pero eran muchas horas de estudio y con una niña pequeña no me cuadraba. Entonces encontré el masaje ayurvédico, lo conocí en profundidad, me resonó dentro y vi que aquello era lo mío.
Entonces, nace mi segundo hijo, mi padre se jubila y dice que quiere regresar a Asturias. Plantearme este cambio me pareció una locura porque yo tenía mi vida montada pero tampoco me visualizaba sola allí y mis padres aquí. Al final nos vinimos todos para Laviana.
“El ayurveda es una ciencia milenaria de la India que ayuda a mantener el equilibrio para tener salud a todos los niveles: físico, mental y espiritual”
-¿Cómo ha sido tu formación en esta disciplina?
-En São Paulo estudié a lo largo de casi dos años esa disciplina, y fue a través de la escuela donde estudiaba que en 2012 tuve la oportunidad de viajar a la India para profundizar en la medicina ayurveda en una de las instituciones más reconocidas de todo el país, Arya Vaidya Pharmacy. Posteriormente continué mi formación de yoga que me ha permitido conseguir una titulación para empezar a dar clases.
Aquella experiencia fue muy intensa para mí a nivel personal pero también me surgió la necesidad de compartir todos aquellos conocimientos con los demás, así que en 2014 creé Íntegra Bioespacio en Laviana. Al principio era una pequeña sala donde sólo cabían seis esterillas, que luego retiraba para montar la camilla donde daba los masajes. De ahí pasé a un lugar un poco mayor -doce esterillas- hasta que, en 2021, en plena pandemia, encuentro este local que hoy puedo decir que es un sueño hecho realidad.
-De forma sencilla, ¿nos puedes explicar qué es el ayurveda y qué puede hacer por nosotros?
-Es una ciencia hermana del yoga. El yoga tiene una parte más espiritual, aunque la gente lo vive más como una práctica física. El ayurveda es una ciencia que ayuda a mantener el equilibrio para tener salud a todos los niveles: físico, mental y espiritual. Es una medicina tradicional milenaria de la India reconocida por la OMS, de hecho, hay hospitales, médicos, clínicas especializadas en ayurveda. El ayurveda habla de armonía en la relación del hombre consigo mismo, con su entorno y con la naturaleza. Esta ciencia ayuda a tratar los desequilibrios, pero sobre todo es preventiva, si conoces algunos preceptos y los aplicas, mantienes alejada a la enfermedad. Es una ciencia muy completa y también compleja.
“En 2012 viajé por primera vez a la India para profundizar en esos conocimientos, y al año siguiente regresé para estudiar tanto yoga como la medicina ayurveda y poder conseguir una titulación que me permitiera luego trabajar”
-Según esta medicina, ¿por qué se produce la enfermedad?
-El ayurveda habla mucho de lo que comemos y cómo lo comemos, de nuestras rutinas diarias. La mayoría de las enfermedades empiezan con procesos incompletos de digestión, a ello hay que sumar los desequilibrios mentales, cuando sabemos que un alimento no nos viene bien, pero lo tomamos igual. La alimentación, en general, suele ser excesiva, comemos demasiado y a deshora, no hacemos ejercicio, no sabemos relajarnos y no damos importancia al descanso, todo ello deriva en problemas de salud pero no todo el mundo está dispuesto a cambiar hábitos arraigados.
-He leído que un alimento que puede ser bueno para una persona, para otra puede ser perjudicial. ¿Cómo es eso?
-Porque cada persona es distinta, no hay dos iguales. También un mismo alimento puede ser preparado de formas diferentes y cambiar todas las propiedades. Si está crudo produce unas determinadas cosas y si está cocido produce otras. Todo lo que ingerimos puede ser veneno o medicina. Las personas, dependiendo de su condición, cuando van a ingerir ese alimento puede influirles de forma positiva o negativa. El ayurveda es una medicina que se basa en la teoría de los cinco elementos que componen todo lo que existe: aire, espacio, fuego, agua y tierra. Todo lleva una mezcla exclusiva y particular de estos elementos, tanto nuestros cuerpos como aquello que nos alimenta. Cada persona tiene una composición única que le otorga una serie de características físicas y mentales; a esas combinaciones se las denominan Doshas -metabolismo-, todos tenemos tres en nuestros cuerpos que han de estar en equilibrio.
“Esta disciplina habla mucho de lo que comemos y cómo lo comemos, de nuestras rutinas diarias. La mayoría de las enfermedades empiezan con procesos incompletos de digestión, a ello hay que sumar los desequilibrios mentales”
-¿Cuáles son los principales problemas que te plantea la gente cuando acude a tu centro?
-Mi trabajo está más enfocado a las prácticas corporales, a la terapia ayurveda. No tengo estudios suficientes para abordar el tema de las enfermedades o corregir problemas de salud. Sí trabajo en promover hábitos y estilo de vida saludable, nutrición ayurvédica e integral, meditación, relajación, técnicas de desintoxicación física y mental… En el supermercado hay muchos productos que ya están preparados por la industria y no aportan salud, tienen conservantes, colorantes, químicos, y eso genera alteraciones en nuestro organismo.
Tengo a muchos pacientes que acuden a mi consulta para masaje con problemas de artrosis, deformación y dolores en los huesos. Intento aliviarles con distintas técnicas y aceites que utilizo según los biotipos y el metabolismo de cada uno en todo el cuerpo, son masajes individualizados para cada caso, pero la corrección debería de ser mucho más profunda, empezando por la nutrición, incorporando varios cambios, y ahí la gente no está tan concienciada.
-¿Qué te han aportado todos estos conocimientos a tu vida personal?
-Me han ayudado a conocerme, me siento muy saludable y eso que no soy muy estricta. Cuido mi alimentación, hago ejercicio, practico la meditación y todo ello me aporta equilibrio y serenidad que me permiten afrontar mejor las dificultades de la vida. Todos estos conocimientos no sólo me benefician a mi si no que los considero muy útiles para poder ayudar a otras personas.
“El ayurveda se basa en la teoría de los cinco elementos que componen todo lo que existe: aire, espacio, fuego, agua y tierra. Todo lleva una mezcla exclusiva y particular, tanto nuestros cuerpos como aquello que nos alimenta”
-¿Qué te ha enseñado la India que no te ha mostrado el mundo occidental?
-En la India estuve dos veces y vi muchas cosas parecidas a Brasil, un lugar donde la espiritualidad parece rodearlo todo. Allí tienen un modo de vida sencillo, sin lujos, y se encuentran a gusto. La gente está muy conectada. La espiritualidad la mantienen todo el tiempo y eso es algo que me ha marcado personalmente.
-¿Sientes que estás en el camino correcto?
-Sí, me siento contenta. Creo que la vida me ha ido conduciendo al lugar donde realmente quiero estar, haciendo lo que quiero. He regresado aquí, a este pueblo, donde yo posiblemente hubiera nacido. Estoy conectada con el camino, me siento superafortunada.
“La vida es un eterno cambio y hay que saber adaptarse, ver cuando debes de girar, buscar otras cosas y no tener miedo a hacerlo. Esa es mi actitud ante la vida”
-Estás aquí, pero menudo recorrido vital has realizado…
-A veces se acude al yoga o al ayurveda por una cuestión de sufrimiento, de dolor, buscando iluminación para la vida, no ha sido ese mi caso. He tenido una vida muy afortunada, no exenta de cambios y transformaciones que he ido realizando hasta llegar aquí. Así que mi manera de corresponder con lo recibido es ayudando a los demás, viendo qué puedo hacer por este pueblo y su gente. Trabajo con niños pequeños, con gente mayor de 70 u 80 años, y a todos intento transmitirles no sólo la parte física sino también la espiritual que hay detrás de todo.
-¿Has sido bien acogida por la gente de las cuencas?
-Sí, no me puedo quejar. En el fondo nunca fui una forastera, mi familia era conocida en la zona. Vienen muchos a clase, y luego también conozco a muchas personas. La vida es un eterno cambio y hay que saber adaptarse, ver cuando debes de girar, buscar otras cosas y no tener miedo a hacerlo. Esa es mi actitud ante la vida. Ahora me encuentro en un muy buen momento, espero que siga así, pero eso nunca se sabe. Hay que saber transitar de la mejor manera por esos cambios. Ahí es cuando debes de aplicar lo que has aprendido. Hablar siempre es más fácil que hacer.