«Los economistas hemos anticipado la crisis, y somos capaces de darle respuesta».
Defiende apasionadamente su trabajo, y quiere hacer del Colegio de Economistas una entidad atractiva y dinámica. Miguel de la Fuente reivindica el papel del economista como observador e intérprete de la realidad, y afirma que tiene soluciones para la crisis: «Nosotros proponemos, pero las decisiones deben recaer en los poderes públicos. Decidir si se ayuda a los bancos o a los hipotecados, si se relanzan unas determinadas actividades u otras, en definitiva, tomar decisiones, es tarea de los gobiernos».
-Lleva aproximadamente un año en este cargo ¿van por buen camino los objetivos trazados?
-Me siento muy satisfecho de lo que estamos haciendo, continuando con el plan estratégico previsto cuando tomé posesión. Queremos aumentar el número de colegiados e invito a todos los nuevos licenciados en Ciencias Económicas y Empresariales a que se animen a ello. También queremos darle al colegio una mayor proyección social, para que nuestras opiniones tengan mayor peso y difusión en los medios.
Dentro del Colegio, hemos constituido una nueva marca, el Centro de Desarrollo Directivo, que se encarga del área de formación de nuestros colegiados. En esta área continuamos con los tres grandes cursos que tenemos: el Master de Asesoría Fiscal, el Master de Auditoría, y el Curso de Dirección Estratégica y Marketing en colaboración con ESADE. En octubre tenemos previsto realizar otro master, en colaboración con ESADE. Es el PMD, que no existe en Asturias y que la mayoría de directivos asturianos tienen que hacer en Madrid o Barcelona.
-Mucha gente siente que el sistema económico y financiero les ha fallado. ¿No se siente un poco abogado del diablo?
-Los economistas somos unos profesionales que, a través del estudio de la situación actual, podemos predecir, diagnosticar y proponer una serie de soluciones para salir lo antes posible de las crisis y que los períodos de crecimiento sean cada vez mayores en beneficio de todos los ciudadanos. Y esto lo hemos hecho desde siempre, contribuyendo al aumento de la riqueza y del bienestar de todos. Los economistas somos una pieza clave en el engranaje económico y empresarial y en las situaciones de crisis estamos acostumbrados a convertir la adversidad en oportunidades.
En estos momentos tan delicados que nos toca vivir, algunos críticos manifiestan sin rubor alguno que la culpa de nuestros males es de los economistas, que ni han anticipado la crisis ni son capaces de darle respuesta. Nada más lejos de la realidad, los economistas sí hemos anticipado la crisis y sí somos capaces de darle respuesta. Desde hace al menos cuatro años o antes se podían escuchar las voces de prestigiosos economistas anticipando el lío inmobiliario y financiero y sus consecuencias con rigor científico. Otra cosa es que nos resistamos a escuchar las malas noticias.
Los economistas tenemos respuestas para la crisis actual como hemos hecho anteriormente con las anteriores, pero antes toda la sociedad debe contestar qué intereses consideramos prioritarios y qué principios intocables.
«El año 2009 va a ser un año complicado y difícil, el crecimiento será negativo en torno al 1,7%»
-Por poner un ejemplo: Leopoldo Abadía, un hombre de 75 años que ni siquiera es economista, triunfa explicando esta crisis con el concepto de las hipotecas ninja. ¿Es que los economistas necesitan traductor?
-Los economistas no necesitamos traductor de ningún tipo para explicar a toda la sociedad con rigor la situación, las respuestas y las soluciones, y lo hemos hecho claro y fuerte e incluso con anticipación suficiente. Lo que pasa es que muchas veces no es una tarea fácil debido a la complejidad de la situación y lo que no podemos es caer en la simplificación como hacen algunas personas que sin rigor científico intentan explicar las causas, las respuestas y las soluciones de la crisis.
-La economía parece muy complicada, pero últimamente los ciudadanos hemos hecho un curso acelerado. ¿Se nos han explicado bien las cosas?
-Todo el mundo habla de economía incluso más que de fútbol, que ya es decir. Conceptos como inflación, deflación, recesión, Producto Interior Bruto, tasa de desempleo, euribor, etc., forman parte del lenguaje cotidiano que cualquier ciudadano emplea en sus conversaciones.
Los economistas, vuelvo a repetir, hemos hecho un esfuerzo importante para explicar con claridad las causas que han llevado a la actual situación y las diferentes propuestas de soluciones para salir lo antes posible de la misma, y lo hemos hecho ahora y antes y siempre, contribuyendo de una manera activa a la generación de valor de nuestra sociedad.
-Los datos señalan que 2009 va a ser un año duro. ¿Cuándo podremos ver síntomas de recuperación económica?
-Yo creo que el año 2009 va a ser un año complicado y difícil, el crecimiento será negativo en torno al 1,7% y el número de personas en paro podrá llegar a la cifra de 4 millones. Para el ejercicio 2010 también va ser un año duro, seguiremos con un crecimiento negativo en torno al 0,1% ó 0,2%, con el aumento consiguiente en la tasa de desempleo. Seguramente para el año 2011 empezaremos a movernos en tasas de crecimiento, pero que nunca alcanzarán los niveles de crecimiento de los últimos años.
«En Asturias son muy preocupantes los datos del último trimestre del año 2008 y los de enero de 2009, en donde el número de parados supera la cifra de 70.000»
-Nuestra economía regional no es inmune a la crisis. ¿Dónde se sitúa Asturias ante la crisis global?
-Está claro que ésta es una crisis mundial y nuestra región no es inmune a la actual situación. En Asturias, debido principalmente a la diversificación y estructura de su tejido económico con un menor peso del sector inmobiliario y un mantenimiento del sector de las obras públicas, los efectos de la crisis en el año 2008 comparativamente con la mayoría de las Comunidades Autónomas, ha sido mucho más suave. No obstante, son muy preocupantes, los datos del último trimestre del año 2008 y los de enero de 2009, en donde se aprecia un deterioro muy fuerte y brusco en todos los sectores de la actividad económica, con el consiguiente y preocupante aumento del número de parados que supera la cifra de 70.000.
-Los bancos no están favoreciendo el crédito y por tanto las inversiones. ¿Qué puede hacer al respecto la Administración?
-Las entidades financieras han pasado de dar créditos a todo el mundo, a restringirlos endureciendo las condiciones. Evidentemente las entidades financieras no deben poner en peligro su solvencia concediendo préstamos o créditos a familias o empresas que no sean solventes, pero sí pueden ayudar o facilitarlos a aquellas pequeñas y medianas empresas y a las familias que saben por su trayectoria que son rentables y viables. La falta del crédito está produciendo el estrangulamiento de las empresas con el consiguiente aumento del paro. Pero éste no es el único motivo, también sería conveniente que las Administraciones públicas adelantasen los plazos de pago a las empresas suministradoras de bienes y servicios, para evitar la falta de liquidez de las mismas.
El gobierno sí puede, a través del ICO, exigir que las entidades financieras se adhieran a esas líneas que se han puesto en marcha para facilitar el crédito y los avales a las empresas y las familias. §