Se sienten ejemplares, aunque todavía no tienen en su cartera el galardón que lo acredita. La Asociación de Vecinos de Pelúgano confía en que todo se obtiene a base de esfuerzo y constancia.
Los 109 socios de esta Asociación forman uno de los colectivos más activos del concejo de Aller: lo mismo preparan una candidatura a Pueblo Ejemplar que acondicionan una ruta, organizan una feria medieval, o protagonizan un encierro en el Ayuntamiento para proteger el patrimonio natural del concejo. Y poco a poco van consiguiendo las mejoras necesarias para su parroquia. Eva Tejón, presidenta del colectivo desde el año 2003, hace balance: «El Ayuntamiento colabora mucho con nosotros, nos facilita los materiales y mediante sextaferias vamos llevando a cabo las obras necesarias. Este año hemos hecho un área recreativa entre el barrio de abajo, Barro Baxo y el de arriba, Barro Cima, con un pequeño mirador y mesas en las que poder comer algo y disfrutar del entorno; también un pequeño parque o zona recreativa en la ruta a Peña Mea». Lógicamente, al hablar de Pelúgano hay que mencionar el enclave en el que se encuentra, rodeado de espectaculares paredes calizas que han dado pie a una escuela de escalada y al inicio de la ruta que conduce a Peña Mea, una de las más frecuentadas por los montañeros.
«El concejo de Aller tiene muchísimo que ofrecer: etnografía, paisaje, gastronomía, paisanaje», opina Eva. «Pero hay que saber venderlo, que es lo principal. Es importante hacer que la gente visite los pueblos y conozca a sus habitantes porque cada lugar tiene sus costumbres y características. En Pelúgano tenemos el panchón, la escanda, la escuela de escalada, rutas de montaña… Cada uno tiene que enseñar lo que tiene».
En 2008 varios vecinos de Pelúgano permanecieron más de un mes encerrados en el Ayuntamiento en defensa de Peña Castro.
Con la idea de dar a conocer parte del legado etnográfico de esta zona, la Asociación ha creado la Ruta de la Escanda en colaboración con el Ayuntamiento. Es un cereal que se cultiva en la zona y con el que tradicionalmente se elabora un postre de elaborada manufactura: el panchón. Mediante el recorrido, que se realizó durante los meses de agosto y septiembre, los vecinos guiaron a los visitantes por los sembrados de escanda y a través de una exposición fotográfica sobre la elaboración de este producto, del que posteriormente hubo una degustación. «La gente que asistió quedó encantada, así que lo repetiremos. El único problema es que aquí vive mucha gente ganadera y los meses de junio, julio, o incluso agosto según venga el tiempo, estamos muy ocupados con las labores de la hierba, así que sólo podemos hacerlo en fechas determinadas».
Debido a lo largo que es el proceso de elaboración del panchón, Eva explica que sólo se cocina en los hogares alleranos con motivo de las fiestas locales, San Pedro y la Virgen del Rosario. «Ya es tradición. En mi casa lo hacía mi bisabuela, luego mi abuela, mi madre y ahora yo. Si no hago panchón no es día de fiesta».
Entre las actividades de este colectivo vecinal se encuentra también un mercado medieval con motivo de la leyenda que sitúa en la localidad el nacimiento de Doña Urraca, reina consorte de Navarra en el siglo XII. Durante un fin de semana del mes de mayo, Pelúgano retrocede en el tiempo, los propios habitantes confeccionan sus trajes medievales y asisten a una fiesta que tiene un importante componente gastronómico, con la preparación de cordero a la estaca y una enorme paella. Tampoco faltan los talleres artesanales de herrería, cuero y madera.
Uno de los capítulos más destacados en la trayectoria de esta asociación es la lucha protagonizada en el año 2008 en protesta por la actividad de la cantera de El Reguedón. Durante más de un mes, una treintena de vecinos de Pelúgano permanecieron encerrados en el Ayuntamiento denunciando el atentado ecológico que se estaba produciendo en un paraje de gran valor paisajístico, como es Peña Castro. A día de hoy, la Peña no se ha vuelto a tocar.