La Madalena o pico Monsacro domina la vista desde gran parte del concejo de Morcín. Es un enclave con aura de lugar sagrado y misterioso, ya que aquí estuvieron guardadas, por orden de Alfonso II El Casto, las santas reliquias que hoy descansan en la Cámara Santa de Oviedo. Uniendo ambos lugares se promociona esta Senda de los 20.000 pasos, veintidós kilómetros para recuperar la ruta original de las reliquias, añadiendo los atractivos turísticos cercanos.
Precisamente para potenciar esta ruta y coordinar las diferentes acciones de promoción se creó el pasado 23 de septiembre la Plataforma de Amigos del Monsacro, compuesta por más de sesenta colectivos e instituciones de toda Asturias. Uno de los miembros más implicados es Jesús Barbao, Alcalde de Morcín, que lleva años reivindicando el valor turístico de este enclave natural: «Durante mucho tiempo la mina se llevaba toda la atención, pero ya hemos visto que eso no dura para siempre, y hay que buscar otros recursos. Hay que insistir en que Morcín tiene un potencial importante en relación con el turismo y la gastronomía, que quizá no sea la solución a todos los problemas, pero sí puede ser un complemento fundamental en la energía del concejo. Y ahí el Monsacro tiene mucho que decir».
La mejora y señalización de caminos es una de las reivindicaciones de la Plataforma de Amigos del Monsacro, que centra sus esfuerzos en poner en valor la legendaria Ruta de las Reliquias, o de los 20.000 pasos.
Para empezar, las capillas. La de la Madalena ofrece una estampa clásica para los fotógrafos, ya está asentada junto a un pequeño lago que termina de redondear la imagen. Más arriba está la de Santiago, de forma octogonal: fuente de leyendas por su posible origen templario y refugio de las santas reliquias antes de que se llevaran a su ubicación definitiva en la Catedral ovetense. Llegar hasta aquí requiere un paseo más o menos intenso, dependiendo del punto de salida; una parte se puede hacer en todoterreno, con una conducción difícil, pero el tramo final hay que caminarlo. Es precisamente la mejora y señalización de caminos una de las reivindicaciones básicas de esta Plataforma de Amigos del Monsacro, que centra sus esfuerzos en poner en valor la legendaria Ruta de las Reliquias, o de los 20.000 pasos. A la labor se han unido los tres ayuntamientos por los que discurre el itinerario: Oviedo, Ribera de Arriba y Riosa.
Partipación popular
El pasado 15 de septiembre la Ruta de los 20.000 pasos se presentó al público de la mejor manera posible: recorriéndola, en una marcha guiada. Partiendo de la Plaza de la Catedral en Oviedo, cerca de cuatrocientas personas caminaron los veintidós kilómetros propuestos, pasando por La Manjoya, Bueño, Soto de Ribera, Santa Eulalia de Morcín, La Collaína y La Foz. La organización instaló varios puntos de avituallamiento por si flaqueaban las fuerzas y, una vez en la zona de las capillas, los asistentes disfrutaron de un espectáctulo teatral, de la mano del grupo de teatro de Bueño y la asociación So La Malena, con el acompañamiento del grupo de música barroca De Palacio Vengo. En un sencillo escenario en medio del entorno natural, los vecinos representaron la cesión al pueblo de los terrenos del Monsacro por parte del rey Fernando II de León.
El 15 de septiembre se organizó una marcha guiada entre Oviedo y Morcín para dar a conocer la Ruta de los 20.000 pasos, con una participación de cerca de cuatrocientas personas.
Tanto éxito tuvo el evento que ya se está pensando en el siguiente, explica Jesús Barbao: «Queremos repetir el 23 de julio, coincidiendo con la fiesta que organiza la Asociación So La Malena. Ya estamos trabajando para ella, y nos gustaría invitar a todos los grupos de montaña de Asturias a que se animen ese día, para caminar todos juntos de Oviedo a Morcín».
Además de contar con apoyos tan importantes como el Arzobispado de Oviedo, son muchos los colectivos que se han sumado a esta iniciativa. Y eso que todavía hay mucho que trabajar para conseguir más visibilidad y medios: está previsto también organizar una serie de conferencias en Oviedo relacionadas con la historia del Monsacro, y se quiere nombrar hijo predilecto del Monsacro a Agustín Hevia Vallina, impulsor de la rehabilitación de las ermitas.
Pero lo más importante es conseguir ayuda, tanto técnica como económica, para que la ruta esté en condiciones. «La idea es poder contar con un técnico que nos ayude a destacar, dentro del recorrido, todo lo que tenga valor religioso, paisajístico, cultural, etnográfico, gastronómico…» También se quiere resaltar la vinculación con el Camino de Santiago, ya que durante siglos los peregrinos se desviaban hasta el Monsacro para complementar la visita hasta la Cámara Santa. La ruta moderna incluye también dos pueblos ejemplares, Bueño y La Foz de Morcín. Y, por supuesto, las impresionantes vistas desde el Monsacro, donde se obtiene una panorámica de toda la ciudad de Oviedo, y más allá.
Otros proyectos
Esta Senda de los 20.000 pasos es el proyecto prioritario de Morcín en el terreno turístico, pero hay otros que insisten en esta idea de promoción del espacio natural, histórico y etnográfico. Se habla últimamente de la rehabilitación turística de la vía de tren entre La Foz y el lavadero de La Pereda, una idea en la que insiste también el vecino ayuntamiento de Mieres. Desde Morcín, Jesús Barbao opta por el realismo: «Es un proyecto del que se lleva tiempo hablando, pero el problema son, claro, los costes. Para hacer eso habría que recuperar el túnel de la cantera, que supone una inversión importante. Y también hay que contar con el imprescindible apoyo vecinal. Así a priori, todo lo que sea revitalizar la zona es buena idea, pero hay que ver la viabilidad». Sin entrar pues en grandes proyectos, sí está previsto rehabilitar como paseo y carril bici el tramo de La Puente hasta La Cantera.
También desde el Ayuntamiento quieren terminar de acondicionar una ruta de BTT hasta Viapará y, en el entorno, hacer visitable el Pozo de la Nieve: un foso de más de 25 metros de profundidad donde se almacenaba hielo, que luego se vendía en Oviedo. «Todo va en la misma línea: poner en valor esos pequeños atractivos para que sean visitables, que la gente venga a verlo y pueda dar un paseo en bici o andando, que se queden a comer aquí… así, poco a poco, revitalizamos la zona». Y todo esto, a sólo veinte mil pasos de Oviedo.