Es una garganta de naturaleza caliza a la que con motivos más que suficientes, han llamado ‘La pequeña Ruta del Cares’. En tan solo diez kilómetros la naturaleza ha esculpido un rincón donde la magia es real y en el que es posible caminar disfrutando de una ruta perfectamente señalizada gracias a la inversión que el Ayuntamiento de Nava realizó en el año 2015.
Hace más de veinte años que el Grupo La Peña creó esta ruta que aprovecha el recorrido de la traída del agua. Debido a su riqueza paisajística, hábitat de rebecos y punto de cría del alimoche, y donde es fácil ver avellanos, majuelos y endrinos, el equipo de gobierno actual está tramitando con el Principado que las Foces del Río Pendón sea declarado Monumento Natural. Esto supondría un impulso enorme tanto para el turismo local, ya que está considerada como una de las señas de identidad del ayuntamiento naveto, como una forma de preservar este entorno en el que destacan varios elementos etnográficos como brañas y cabañas.
La ruta parte de Fuentesanta, justo al lado del antiguo balneario hoy convertido en planta embotelladora de agua. La distancia que recorreremos será de 10,2 kilómetros y salvaremos un desnivel de 350 metros de desnivel en un tiempo aproximado de cuatro horas.
Comenzamos a caminar en dirección sur cruzando el puente sobre el río Pra y tras girar a la derecha, cogeremos una pista que asciende hacia la izquierda. Un poco más adelante volveremos a coger otra pista a la izquierda que, atravesando bosques de castaños centenarios, nos llevará hasta Los Fornos desde donde podremos contemplar unas fantásticas vistas de Casielles.
Una vez lleguemos a la caseta del abrevadero hay que seguir por una senda labrada en roca que nos llevará por un desfiladero hacia Pendón. En esta parte de la ruta toca disfrutar de las vistas del río, con sus aguas bravas que discurren encajonadas entre muros calizos. Una vez lleguemos a la captación de aguas, conocido como Les Meceures, hay que cruzar el río hacia la izquierda y nos adentraremos en un bosque de fayas y robes centenarios.
Tras dejar atrás el bosque hay que volver a cruzar la riega de Bomalu por el Puente Pendón, ahí cogeremos el antiguo camino de la canal dirección noroeste. Es un camino empedrado con gran vegetación en la que destacan los avellanos y los robles y que, hasta hace poco, se utilizó para acarrear hierba desde los prados del Pendón a los pueblos de Buyeres y Ovín.
Subiendo por las revueltas, llegaremos al Collau de La Boca de La Canal desde donde descenderemos hasta la zona de pastoreo de El Mayáu Pastor, una zona en la que aparecen salpicadas las cabañas que los pastores utilizan en los meses de primavera y verano. Enfilamos dirección noroeste por el antiguo camino carretero y atravesaremos Les Canellines: Cantucorral para dejar a nuestra izquierda la zona pastoril de Entrexierres. Acto seguido llegaremos a la Fuente de El Faeu desde donde se empieza a divisar parte de Nava.
Continuamos por Los Xerrapos para llegar al Llanu de Tableu y, a continuación a La Vallorita desde donde se pueden divisar muchos pueblos y también gran parte del valle del Río Pra, también conocido como Valle de Fuentesanta. Desde aquí iniciaremos un suave descenso por un camino en el que predominan árboles típicos de la región asturiana para llegar de nuevo al punto de partida. Una vez completado este recorrido lo mejor es saciar nuestra sed en la Fuente de La Vegona, en el lado derecho del río Pra.
La Mata´l Texíu. Reivindicando los espacios naturales
Este espacio situado en la zona de Anés, a mil metros de altitud, ocupa una extensión de un kilómetro cuadrado y en él se puede pasear por bosques de hayas, acebos y tejos en excelente estado de conservación. Tal y como asegura el alcalde de Nava, Juan Cañal, es una conjugación de árboles única en Asturias.
Si el Principado otorgase tal distinción a esta zona, esto supondría una ordenación de montes que permitirá regular, entre otras cosas, pastos, plantaciones, rutas y captaciones de agua, lo que se traduce en un nivel de protección del que se carece actualmente.