Era la primera vez que María Rosario Vega se presentaba al concurso que cada año organiza el Festival de la Sidra de Nava y consiguió el premio a la Mejor Pomarada de Asturias. La alegría fue enorme ya no solo por la repercusión mediática, sino por el reconocimiento al tiempo invertido y al trabajo realizado.
Ubicada en la parroquia naveta de La Roza, la pomarada de Rosario tiene una extensión de dos hectáreas y media. Como fue una finca heredada y los manzanos ya eran viejos, tuvo que replantarla en dos etapas con las indicaciones realizadas por profesionales del sector. “Llevo al frente de ella unos quince años -comenta Rosario-. La selección de variedades la hice yo con la colaboración del Serida. Ellos nos fueron indicando y fuimos poniendo las variedades que nos aconsejaron, en total unas doce. Toda la manzana que producimos es para sidra y tiene la Denominación de Origen Protegida y es ecológica. Estamos muy contentos porque, aunque unos años dan más y otros menos, el año pasado fueron cuarenta y siete mil kilos y el anterior unos dieciséis mil”. Cuando llega la hora de la cosecha y el volumen de manzana es grande la familia se reúne para hacer el trabajo y también contratan personal, ya que los lagares tienen unas fechas muy ajustadas y la producción no se puede perder.
Rosario habla con cariño de su pomarada, reconoce que no vive de ella pero le encanta recibir a gente que viene a visitar su plantación y contarles todo lo que necesiten saber. Dice que ahora ya tiene una edad y que el trabajo se le hace más cuesta arriba, pero le gusta mucho y lo disfruta. Normalmente las personas interesadas suelen acudir en la época de la floración, ya que es uno de los momentos en los que los árboles se muestran en todo su esplendor. “El manzano tiene una floración que no es como el cerezo porque no lo hacen todos a la vez con lo cual no es tan llamativa, pero a la gente le gusta y se interesan mucho por saber cómo es la producción. Normalmente nos visita gente que ya tiene plantaciones pero por ejemplo el año pasado vino un matrimonio joven de Estados Unidos que tenía una plantación diferente a la nuestra y estaban sorprendidos por los árboles tan grandes que teníamos. La verdad es que ellos aprenden pero nosotros también porque siempre se intercambian cosas”.
Casi la totalidad de la producción de manzana de la finca de Rosario se gestiona a través de la cooperativa de agricultores ecológicos de Asturias AGRECOASTUR. Ellos son los responsables de poner en común la producción hortofrutícola de sus asociados y distribuirla a través de canales cortos de comercialización.