Catalogada como empresa que desarrolla una actividad esencial, ENCE no ha dejado de trabajar en tiempos de pandemia. Ahora, una vez superadas las fases críticas en materia sanitaria, llega el momento de apoyar en la recuperación económica de todos los sectores del concejo. Por eso la empresa ha colaborado activamente en la campaña Navia. Es el momento.
Gustavo García Fernández, responsable de Comunicación, explica cómo está viviendo la compañía este periodo marcado por la presencia del coronavirus.
-Una crisis como la que ha generado el Covid-19 supone un importante desafío a diferentes niveles dentro de las empresas. ¿Cómo se está viviendo en ENCE?
-Lo primero que querría señalar es que para la compañía la prioridad durante esta crisis sanitaria ha sido la seguridad y la salud de los trabajadores, y no solo de los directos, sino de toda la familia ENCE, en la que se incluyen otras personas, como quienes cortan la madera que utilizamos, los camioneros que la transportan hasta nuestras plantas o personal de otras empresas que trabajan con nosotros.
Desde el 24 de febrero hemos impulsado de manera pionera en Asturias, y de las primeras empresas en España, un protocolo de actuación y de prevención del coronavirus que se ha ido actualizando regularmente y que incluye medidas higiénicas y pautas de actuación. Se ha realizado en colaboración con todas las personas de la empresa.
«En materia medioambiental tenemos claro que siempre hay capacidad de mejora. La industria debe ir al ritmo de la tecnología, y según se van modernizando los equipos podemos avanzar en este sentido»
-¿Qué tipo de medidas hubo que implementar?
-La situación de crisis era muy variable: una semana estaba en un punto y a la siguiente ya había cambiado la realidad a la que nos estábamos enfrentando, así que se ha realizado un trabajo constante de actualización y de refuerzo de ese protocolo. Se implantó tempranamente el teletrabajo para la mitad de los trabajadores y se ajustaron los turnos en las plantas para que hubiese el menor número de gente posible trabajando en ellas cada día, alrededor del 12% del personal habitual. Para aquellos que tenían que ir necesariamente se tomaron medidas para evitar el contagio. Hubo reparto diario de gel y de mascarillas para todos los trabajadores, control de temperatura a la entrada, desinfección de las zonas de trabajo con empresas especializadas… medidas que siguen vigentes.
También se digitalizaron todos los trámites posibles para evitar el contacto entre personas y a medida que se avanzaba todo se ha ido mejorando y perfeccionando, incluyendo otros elementos de seguridad como por ejemplo, mamparas.
-Durante el periodo del Estado de Alarma, ENCE donó dos camiones de material sanitario a diversos hospitales de Asturias y, más recientemente, ha colaborado con la campaña de promoción del empresariado local.
-Nosotros entendemos que todo lo que sea bueno para Navia y todo lo que sea positivo para sus vecinos también es positivo para ENCE y viceversa. Que seamos buenos vecinos es también una parte muy importante de nuestro papel aquí. Dentro de esta crisis ha llegado el momento de la recuperación, y tan importante es que la industria funcione como que las pymes y pequeños empresarios tengan apoyos para superarla. Entendimos que era una buena campaña porque esta recuperación tiene que ser de forma conjunta, no se concibe de otra manera. Y decidimos participar en ella en base a un convenio de colaboración que acordamos en julio de 2017 con el Ayuntamiento.
Queríamos aportar nuestro granito de arena y así ayudar a todas las personas que trabajan en el día a día del concejo y que sin ellos, Navia no sería como es hoy.
-¿A través de esta colaboración se define también el papel de las grandes compañías en el concejo?
-ENCE, junto con otras empresas, además de generar empleo estable de forma directa o indirecta, genera una riqueza indudable; pero esto supone ir un poco más allá. Devolver todo lo que nos da la ciudadanía también es importante. Creemos que analizar las necesidades que hay y cómo se puede apoyar en cada momento es el papel que deben tener las grandes empresas en la sociedad actual. Siempre hay más peticiones que las que podemos atender, pero siempre se escucha todo y estamos contentos de apoyar en lo que esté en nuestra mano.
Desde el 24 de febrero la empresa impulsó un protocolo de actuación y prevención frente al coronavirus, pionero en Asturias
-¿Ahora lo que toca es una recuperación verde?
-Sí, la recuperación económica tiene que ir asociada a unas medidas ambientales y de sostenibilidad que son muy necesarias. En este caso, hablamos de la descarbonización de la energía nacional a través de la biomasa y de otras energías renovables. Nosotros hemos firmado una alianza europea para una recuperación verde. Además de generar energía renovable, estamos muy comprometidos en la sustitución de productos plásticos por otros más sostenibles como pueden ser aquellos basados en la celulosa, que es una fibra de origen natural, renovable y biodegradable.
-Recientemente la biofábrica pudo renovar las certificaciones que avalan la gestión de excelencia medioambiental que posee. ¿Estáis satisfechos?
-Sí, trabajamos con sellos externos que son quienes realizan las auditorías y han sido un éxito. Estamos contentos porque tras las últimas inversiones se han confirmado avances en reducción del olor, en la eficiencia energética y en cuanto a consumo de agua y recursos. No obstante, queremos seguir avanzando porque tenemos claro que siempre hay capacidad de mejora. La industria debe ir al ritmo de la tecnología, y según se van modernizando los equipos podemos avanzar en este sentido. Acabamos de finalizar la obra de Navia 80, una inversión muy importante, de la cual 28 millones han sido solo para medidas ambientales, que no generan ningún beneficio económico adicional pero sí un beneficio para todos. Nuestro interés es tener siempre la última tecnología para que sea una planta más eficiente y sostenible, que cree más actividad económica.