El occidente de Asturias nunca deja de sorprender. Argul es mucho más que un pueblo mágico, es un lugar con historia y con ese encanto tradicional que te transporta a otro tiempo. Un lugar de cuento o, mejor dicho, de película, como la protagonizada por Mario Casas e Irene Escolar, titulada “Bajo la piel de lobo”. Un film rodado en varios de los pueblos más interesantes del occidente de Asturias, entre ellos Argul.
Habitado desde hace más de mil años, este pequeño enclave situado a 5 km de Pesoz, capital del concejo, ha visto nacer a uno de los escultores más importantes del Barroco español: Juan Alonso Villabrille y Ron (1663-1732) nacido en Casa Eladio, que en la actualidad aún se conserva y ha pasado a llamarse en su honor Casa del Escultor. Con una techumbre completamente rehabilitada, el pueblo vio como se frustraba la idea de convertirla en un museo tras el intento de compra por parte del Museo de Bellas Artes de Asturias.
Los ‘veiriles’ son pasadizos volados que unen dependencias de una misma casa. Uno de los más interesantes es el de la Casa Bastián.
Argul fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 2004 en la categoría de Conjunto Histórico. Esta declaración es el mayor nivel de protección patrimonial que existe en España y solamente se concede si en un mismo asentamiento hay varias características diferenciadoras que sean muy singulares, como es el caso de los “túneles de callejas”, llamados “veiriles” en la fala (dialecto de la zona). Los veiriles son pasadizos volados que unen dependencias de una misma casa (casa y cuadra, casa y pajar…). A través de ese túnel volado se establece un paso por debajo de la casa que no obstaculiza la circulación del ganado, los carros o las personas. Uno de los túneles de callejas más interesantes es el de la Casa de Bastián, realizado en madera y adobe, que además posee un pequeño balcón cuya barandilla rojiza le da un toque de color al pasadizo.
Otro de los aspectos interesantes de este pueblo, que influyeron en su declaración como BIC, es el levantamiento de las casas sobre la propia roca madre sin necesidad de cimientos e incluso llegando a realizar un túnel de más de veinte metros sobre la propia roca como es el caso de la Casa de Vilar, la más grande del pueblo.
Hay casas que se levantan sobre la propia roca madre sin necesidad de cimientos.
Los habitantes de esta aldea mantienen en sus casas y veiriles una decoración floral con grandes geranios como en Casa Castellano, o con jugosos emparrados como ocurre en Casa López; no en vano, Pesoz es el concejo vinícola por excelencia del Alto Navia, incluido en la Denominación de Origen “Vino de la Tierra de Cangas”. Las bodegas, las paneras y los palomares son también edificaciones tradicionales que tenían y tienen un gran peso en la vida cotidiana de los caseríos de Argul y que se han conservado hasta la actualidad.
En nuestro recorrido, no debemos olvidar visitar la capilla de San Antonio, ubicada en el centro del pueblo que cuenta con un interesante retablo barroco.
Tras más de cuarenta años sin celebrar sus fiestas patronales con su tradicional procesión, los vecinos aunaron fuerzas y consiguieron recuperarlas en 2014. Una conquista más que demuestra que Argul está activo y esperanzado, que sigue luchando para no desaparecer; que sigue vivo, prueba de ello es la rehabilitación de dos de sus caseríos (Casa Muxardín y A Casanova), un hecho que demuestra que sí hay esperanza para el asentamiento rural en enclaves únicos, tranquilos y con una gran historia.