Ribadesella mantiene su nivel turístico a fuerza de calidad, renovación de infraestructuras y nuevos proyectos. El primer edil desgrana aquellos aspectos en los que el gobierno municipal está poniendo mayor énfasis, planteando soluciones para este siglo XXI.
-¿Cómo consigue Ribadesella mantener una de las ofertas turísticas más destacadas de Asturias?
-La publicidad tiene que ir encaminada a una oferta comarcal, por eso la tenemos centralizada desde la Fundación Turística del Oriente. A los empresarios continuamente les decimos que nuestra mejor publicidad es trabajar la calidad, y que ellos tienen que lograr que sus hoteles se llenen gracias al boca a boca. No podemos olvidar que en la zona del oriente disponemos de la mayor oferta turística de Asturias, con más del 50% de camas hoteleras. En concreto en Ribadesella, con una población de 6.500 habitantes, tenemos casi 4.000 camas. Actualmente estamos fomentando la pesca con un libro de información útil para el pescador -cotos salmoneros, cebos…- y folletos para que la familia que le acompañe conozca las opciones turísticas. Y también próximamente publicaremos información sobre sendas, y continuaremos avanzando en el tema de la calidad.
-Una de las obras más importantes es el Museo de la Cueva de Tito Bustillo, ¿en qué condiciones se encuentra actualmente?
-Mejor de lo esperado, y eso que es una obra de gran envergadura. Está previsto que en agosto de 2010 nos entreguen acabado todo lo que corresponde a obra civil. A partir de aquí quedaría todo el contenido museográfico, en el cual ya se está trabajando desde la Consejería de Cultura. Esperamos que la próxima Semana Santa podamos abrir al público.
-El Consistorio está realizando diversas e importantes actuaciones. Por ejemplo, ¿en qué estado está la playa de Vega?
-Ahora mismo no hay ningún impedimento técnico, el desarrollo del proyecto depende únicamente de los plazos. Se llegó hasta la fase de valoración, expropiación y pago de las expropiaciones. Ahora la Consejería tiene la titularidad de esos terrenos y lo único que falta es reducir los tiempos para iniciar la obra. A corto plazo, y provisionalmente, pasando el puente se han habilitado unas fincas particulares que rodean la playa y que servirán de aparcamiento, con lo cual queda liberada la carretera. Ese aparcamiento es de pago y está gestionado por una empresa. Lo ideal es que fuese un parque-playa, con lo que no tendríamos que alquilar estos terrenos, habría espacio para aparcar y no tendríamos que cobrar como ahora.
“Estamos invirtiendo mucho en los servicios básicos que estaban sin resolver y que a simple vista no se aprecian”
-Paralelamente están renovando la imagen de la villa, con calles peatonalizadas y la ampliación pendiente de la Casa Consistorial.
-En este caso, más que en lo que se ve, estamos invirtiendo mucho en los servicios básicos que estaban sin resolver y que a simple vista no se aprecian, como depósitos de agua, una depuradora en Berbes, saneamiento como el que vamos a realizar en San Miguel, o la canalización ya resuelta del río San Pedro. También se amplió el puerto deportivo y se reforzó el muro de la playa, fue una obra increíble destinada a reforzar el puerto porque se estaba hundiendo el muelle hueco. Por otro lado, se hizo una apuesta importante por equiparar los núcleos rurales con el núcleo urbano, mediante inversiones en los caminos de los pueblos. Nos hemos centrado en el origen de los problemas, porque el aspecto externo se soluciona con bancos y flores.
-¿Qué otros retos quedan pendientes?
-Tenemos dos temas. Uno la construcción del nuevo puente, que no acaba de cuajar porque cada vez que parece que se resuelve, un alegato medioambiental lo para todo. Yo me considero ecologista, pero creo que hay cosas que no se explican. El otro tema es la creación de un gran aparcamiento céntrico. Estamos trabajando muy en serio en ello, aunque el trámite lleva mucho tiempo y es complicado por las catalogaciones y figuras de protección a las que está sometida esta zona.
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