L’Angliru se ha hecho un nombre gracias a sus cuestas endiabladas y sus curvas en herradura. La subida al puerto es una de las etapas más conocidas de la Vuelta Ciclista a España, a pesar de que sólo se ha celebrado seis veces en toda su historia.
Al tirón ciclista se unen ahora otras posibilidades deportivas que buscan consolidar el potencial turístico de la zona, que no es poco.
Sierra del Aramo, concejo de Riosa. De toda la vida, los lugareños suben al puerto el ganado en los meses de verano, para que pasten libremente mientras haya buen tiempo. La pista tradicionalmente usada para estos menesteres se ha convertido en un mito para el ciclismo internacional, gracias a una combinación de factores entre los que ha jugado un papel fundamental su inclusión en determinadas ediciones de la Vuelta Ciclista a España.
La llegada de la Vuelta en el año 1999 supuso toda una revolución en un concejo tranquilo que todavía en aquel momento no era muy consciente de lo que tenía: un tramo dificilísimo, con los ciclistas desbordados por un puerto cuya dureza aún no se conocía bien y una combinación de niebla y lluvia que complicó seriamente la retransmisión, amén de las motos y coches que fueron dejándose el embrague en las cuestas. La dureza general de aquel final de etapa elevó a L’Angliru a la categoría de mito en unas pocas horas. A partir de ahí, cinco etapas más, cada una más esperada que la anterior, con la explosión definitiva en 2013, donde se decidió el resultado de la Vuelta, en una carrera de infarto, ante miles de espectadores que se desplazaron para verla en directo.
«Hoy en día L’Angliru está totalmente consolidado, es un punto de peregrinación ciclista a nivel internacional: nos hemos acostumbrado ya a ver un río de gente en los meses de buen tiempo: españoles, franceses, belgas, italianos…»
(José Antonio Muñiz, Alcalde de Riosa).
Este año la Vuelta ha pasado brevemente por Riosa, sin incluir L’Angliru en el trazado. Dice la organización que es un plato fuerte, y que no conviene abusar de él. Que hay que dosificarlo para no quemarlo. También reconocen que es una pesadilla logística: un puerto de una única entrada y salida, donde los transportes oficiales tienen que compartir una carretera estrecha y empinada con los medios de comunicación y la avalancha de espectadores. Esa dificultad aviva aún más la leyenda: el tirón es indudable, y L’Angliru consigue picos de audiencia impensables en otras etapas. La fiesta del ciclismo, dicen. Y viendo la que se monta aquí el día de la Vuelta, es imposible desmentir esta sentencia.
Para José Antonio Muñiz, Alcalde de Riosa, L’Angliru fue una apuesta personal. Y hoy mira encantado el despliegue de actividades que se aglutinan en torno a este mítico puerto, que además este año parecen haberse multiplicado. Cualquier vecino puede confirmar que ha aumentado claramente la afluencia de ciclistas particulares que vienen a medir fuerzas con el recorrido clásico, y los touroperadores especializados empiezan a incluir a Riosa en su ruta. «Hoy en día L’Angliru está totalmente consolidado, es un punto de peregrinación ciclista a nivel internacional: nos hemos acostumbrado ya a ver un río de gente en los meses de buen tiempo: españoles, franceses, belgas, italianos…», valora Muñiz.
Al puerto se suma la posibilidad de hacer alguna ruta incluida dentro del Anillo Ciclista de la Montaña Central, un proyecto financiado por el Eje Leader que recorre en 165 kilómetros los seis municipios de la comarca. Está pensado para la práctica de BTT pero también de senderismo, gracias a los senderos preparados que se pueden ver claramente a partir del área recreativa de Viapará, en el ecuador de L’Angliru.
Viapará, punto centro
Es prácticamente la mitad del camino para subir al puerto. Llegar aquí es la parte «fácil», más que nada porque las cuestas están por debajo de la media de inclinación y aún queda mucho para llegar al famosísimo 23% de la Cueña les Cabres. En Viapará el trayecto da un pequeño respiro, ofreciendo un terreno llano que se ha aprovechado al máximo: un aparcamiento, un área recreativa desde donde disfrutar de las vistas y, desde marzo, un albergue, hotel y restaurante de promoción municipal, que se ha convertido en la referencia natural de las diferentes actividades a realizar, y que ha añadido una más. «Nosotros vemos el Mirador como una especie de campamento base para desarrollar todo tipo de actividades en torno al puerto, y así es como está funcionando. Además, los propios gestores tienen sensibilidad y vinculación con el mundo del deporte, y especialmente con el tema de deporte adaptado y discapacidad, de modo que están desarrollando una vertiente totalmente nueva: el Angliru solidario», cuenta el Alcalde. Desde su apertura se han desarrollado diferentes actividades: una jornada solidaria a favor de la Asociación Asturiana contra la Fibrosis Quística en mayo, o unas Jornadas sobre discapacidad el pasado seis de septiembre, donde se pudieron ver bicicletas adaptadas y también se recaudaron fondos para la investigación contra el cáncer. En este contexto, el atleta Héctor Moro recorrió la distancia desde Pola de Laviana hasta L’Angliru, toda una gesta para visibilizar una causa tan importante como ésta: «Siguiendo la línea que llevo desde 2012, cada kilómetro que hice fue un agradecimiento para quienes trabajan en investigación contra el cáncer, y sobre todo la gente, como mi padre, que tristemente no han podido aprovecharse de esos avances». Fue un día duro para el corredor, con mucho calor y humedad, pero pudo llegar al final y recorrer los cincuenta kilómetros previstos con éxito: «Unir las palabas Angliru y solidaridad es una mezcla muy guapa, y me consta que la iniciativa no pasó desapercibida. Se trataba de recaudar fondos, por supuesto, pero también de reivindicar o de visibilizar que hay un fantástico grupo de investigadores en Asturias que trabaja para encontrar una cura contra el cáncer, o al menos para conseguir un tratamiento más eficaz. Y yo creo que conseguimos el objetivo».
Más allá de la solidaridad, Viapará se está convirtiendo en un puntal para el turismo en el concejo. En el Mirador existe también un área de autocaravanas recientemente inaugurada. Una noticia que gana importancia en el contexto de la polémica vivida este verano en el oriente asturiano, cuando el Club Vasco de Usuarios de Autocaravanas lo declaró como zona «hostil». A cambio, otras zonas de la región, entre las que se cuenta Riosa, han hecho un esfuerzo por dotarse de servicios y dar la bienvenida a un turismo de características y necesidades concretas.
Más allá de la bici
No sólo de ciclismo vive el concejo. Uno de los puntos álgidos de este año ha sido la celebración de la primera edición del Angliru Trail Xtreme, una carrera de montaña que aprovecha el tirón del nombre, y sobre todo la espectacular orografía de la zona. Aitor Álvarez, del Club Morcín, fue uno de los promotores y organizadores del evento: «El trail ahora está muy de moda, y L’Angliru es conocido a nivel mundial, así que tuvimos una respuesta estupenda de la gente, incluso diría que casi más de fuera de Asturias que de los propios asturianos. Y eso que estaban muy cerca carreras míticas como la Travesera o el Trail Alto Aller, puntuables para el Campeonato de Asturias». El día de la prueba L’Angliru hizo de las suyas y la niebla obligó a variar el circuito por razones de seguridad, pero lo que parecía un inconveniente se convirtió incluso en una ventaja: «Efectivamente, la subida se hizo con niebla, pero arriba estaba despejado, con lo cual el contraste fue mayor y a la gente le gustó mucho el recorrido».
El 12 de octubre se recupera la famosa subida a L’Angliru, en dos categorías: carrera a pie y cronoescalada en bici. El lema es: «Vuelve el infierno».
La carrera contó con la ayuda del Ayuntamiento de Riosa, que ya está implicado para la siguiente edición, y la búsqueda de patrocinadores sigue abierta. Hay muchas ideas para L’Angliru Trail Xtreme 2015: de momento, se situará el punto de salida en la plaza del Ayuntamiento, para evitar problemas con el tráfico y poder centralizar allí las actividades y punto de espera de los acompañantes. Además, se prevé organizar actividades infantiles en el entorno del polideportivo, para que los niños disfruten durante todo el día; y una espicha o comida de confraternización para los participantes al final de la prueba. Pero la novedad más importante será la inclusión de un recorrido más corto, de diez kilómetros, que se suma al original de veintiuno, para abrir la prueba a otros niveles de participantes y que todos puedan disfrutar tanto de la belleza como de la dureza del recorrido.
Proyectos hay muchos, cuenta Aitor Álvarez, pero en el Club quieren ir con calma y consolidar bien una prueba que tiene muchísimas posibilidades. De momento, que todo salga bien en la siguiente edición, y a partir de ahí estudiar la posibilidad de incluir el Angliru Trail Xtreme en las K42 Series, un circuito de pruebas de renombre internacional que darían un tremendo espaldarazo publicitario pero también supondría redoblar esfuerzos en la organización. «Queremos hacer las cosas bien, sin prisas, estudiar tranquilamente cada paso a dar».
Vuelve el infierno
Así se publicita la carrera convocada para el 12 de octubre, haciendo referencia a una mítica pintada que alguien hizo al comienzo del puerto: «El infierno empieza aquí». La carrera pedestre llegó a ser un clásico del atletismo extremo, mucho antes de la moda del trail, y siempre por asfalto. Diversos problemas hicieron que la última edición fuese en 2011, pero el tirón de L’Angliru ha hecho que se retome con más fuerza, de la mano del riosano Alberto Suárez Laso, campeón paralímpico de atletismo, y del conocido atleta José Luis Capitán (recordman de la prueba desde 2005). Ellos son la cara visible de una competición que ya incluye nombres como Fabián Roncero o Juanjo Cobo, e historias de superación personal que se van contando en el Facebook y la web de la carrera. En cualquier caso, esta nueva edición del «infierno» promete emociones fuertes: cronoescalada en bici y carrera a pie (se puede participar en cualquier modalidad, o en ambas mediante un equipo de dos personas). La carrera tiene también una vertiente solidaria, ya que los posibles beneficios irán destinados al proyecto deportivo de la Fundación Agua de Coco en Madagascar.
El evento ya se publicita en Twitter con el hashtag #nohayhuevos, y promete aumentar aún más la épica de este puerto: el que sube L’Angliru no lo olvida, ya sea a pie, en bici o incluso en coche, ya que el trayecto sólo es apto para conductores avezados.
Y lo que queda
Porque proyectos hay muchos. De momento, consolidar lo que ya hay: el trail y la carrera de octubre deben ser fechas fijas en el calendario; mientras que las jornadas solidarias buscan aumentar celebración y participación. Pero hay más temas en el horizonte. Uno de ellos es la recuperación de la clásica marcha cicloturista, que había dejado de celebrarse y que la asociación deportiva MCB (Montaña Central en Bicicleta) se ha empeñado en recuperar. Este año no ha sido posible, pero según afirma Javier Álvarez, presidente del Club, se está trabajando para que en 2015 todo vaya sobre ruedas: «Vamos a retomar el recorrido inicial de la prueba, de unos sesenta kilómetros. Es una prueba muy atrayente, que supone un reto personal para todos los participantes».
Y por supuesto, está la Vuelta en el horizonte, aunque esta vez José Antonio Muñiz propone ir todavía más allá: «A ver si conseguimos que Javier Guillén, director de la Vuelta a España, se convenza un poco más de que por lo menos un año sería necesario darle un giro a la Vuelta en su llegada L’Angliru. Nos gustaría que apostase, como lo hacemos nosotros, por una cronoescalada desde la Catedral de Oviedo a la Catedral del Ciclismo, que es L’Angliru. Esto sería un punto culminante, y desde luego una promoción impagable para nuestro concejo». Las dificultades logísticas obvias de una prueba de este calibre se compensan con la respuesta del público, que acude siempre masivamente a una propuesta de este tipo.
Sea como sea, y visto el repunte de actividades de este año, es de esperar que aquí tengan que pasar muchas cosas todavía. «Las mejores páginas de L’Angliru están todavía por escribir», sentencia el Alcalde. Y los aficionados esperan ansiosos por leerlas.