El domingo 13 de octubre es la fecha esperada por muchos deportistas que ansían superar sus límites con un reto mayúsculo: la Subida al Angliru. En el puerto riosano mundialmente conocido, confluirán diferentes modalidades deportivas y participantes llegados de destinos nacionales e internacionales. Todos ellos harán frente a rampas endiabladas en una prueba de altura.
Alejandro Torre, director de la XXI Subida al Angliru, tiene por delante su propio desafío organizando esta emblemática competición, porque el puerto del Aramo no lo pone fácil a nadie. Por suerte, al responsable de Actitude Eventos, organizadora de la prueba por segundo año consecutivo, no le pilla de nuevas. El año pasado superó con éxito su primera vez en las cuestas de esta mole y ha tomado buena nota de todos los detalles que pueden mejorar la próxima edición. “Como había varias modalidades en la carrera lo más complicado era controlar todos los tiempos y conjugar tanto la salida como la meta de las diferentes modalidades deportivas. Al final, es una logística compleja y, a pesar del desafío, salió bastante bien”.
Además de las modalidades de Cronoescalada en bici, Carrera a pie, Andarines, RollerSki y Combinada, los organizadores, el Club Actitude y el Ayuntamiento de Riosa, van a incluir el Anglirín, una carrera de poca distancia destinada a corredores INFANTILES.
Al igual que en la edición anterior, volverán a confluir en las laderas del puerto runners, ciclistas, andarines y los practicantes de rollerski. Para favorecer que en la parte más dura de la prueba coincidan el mayor número de deportistas posibles, la organización hace encaje de bolillos con los horarios de salida. Por eso, este 2024 los andarines saldrán un poco antes. No es un dato menor, ya que una de las cosas más valoradas por los deportistas inscritos el año pasado fue el ambiente vivido en las pendientes del Aramo, los ánimos recibidos por el público e incluso por deportistas de otras modalidades. A nadie se le escapa, que, al final y ante la dificultad máxima, cada uno se reta a sí mismo, pero siempre se lleva mejor en compañía y con el estímulo de otros compañeros.
El Angliru no engaña a nadie, son 1.249 metros de desnivel que hay que superar a lo largo de 13 kilómetros. Es duro y por ello se le ha tildado de “infierno” y también de “Olimpo”. Y aunque los seis primeros kilómetros son más asequibles, una vez sobrepasada el área recreativa de Viapará hay que estar dispuesto a sufrir en sus rampas si quieres llegar a traspasar la línea de meta. Sobre todo, al llegar a la conocida Cueña les Cabres cuyo 23,5% la ha convertido en una de las bestias negras de La Vuelta Ciclista a España.
El Angliru no engaña a nadie, son 1.249 metros de desnivel que hay que superar a lo largo de 13 kilómetros. Es duro y por ello se le ha tildado de “infierno” y también de “Olimpo”.
A pesar de lo mediática de esta subida, Torre asegura que los que vienen de fuera de Asturias, aunque hayan leído sobre ella, no se hacen a la idea del reto al que se enfrentan. “El año pasado, gente de fuera de Asturias llegaba un poco atemorizada por la dureza de la subida y luego confesaban que todavía había sido más duro de lo que creían inicialmente, porque no es lo mismo verlo descrito en un papel que sentir esa dureza en las piernas”. Como todo, cuanto mayor es el esfuerzo, mayor es la satisfacción final y de ahí que gran parte de los inscritos en 2023 estarán nuevamente bajo el arco de salida el próximo 13 de octubre.
Acostumbrado a organizar otras pruebas deportivas, Alejandro Torre califica esta como de una “supercarrera que sí que es dura, pero que también ofrece cosas muy distintas a otras y por eso es una prueba especial”. Tanto es así, que muchos de los que se animan a subir el puerto confiesan que “es algo que hay que hacer al menos una vez en la vida”. Seguramente, este pensamiento fue el que también impulsó a dos ciclistas belgas que el día anterior a la edición número XX estaban conquistando sus pendientes, “llovía a cántaros -añade Torres- y allí estaban ellos subiéndolo. Todos quieren llegar al Alto del Angliru, alemanes, colombianos, franceses…”.
Aunque la Subida al Angliru tiene una trayectoria de más de veinte ediciones, Torre se enfrenta al desafío de consolidar una versión diferente de esta prueba y hacer borrón y cuenta nueva con ediciones anteriores. Entre las novedades de este año se encuentra la posibilidad de que familiares de los participantes puedan acceder previamente al Alto del Angliru en autobús, de forma que puedan disfrutar del entorno y apoyar a los deportistas en el tramo final de la prueba.
“El año pasado, gente de fuera de Asturias llegaba un poco atemorizada por la dureza de la subida y luego confesaban que todavía había sido más duro de lo que creían inicialmente, porque no es lo mismo verlo descrito en un papel que sentir esa dureza en las piernas”
Alejandro Torre, director de la Subida al Angliru 2024.
Además de las modalidades de Cronoescalada en bici, Carrera a pie, Andarines, RollerSki y Combinada (donde ciclista y corredor compiten formando un equipo), los organizadores, el Club Actitude en colaboración con el Ayuntamiento de Riosa, van a incluir el Anglirín, una carrera de poca distancia destinada a corredores infantiles que tendrá lugar por las calles aledañas al edificio consistorial riosano, el sábado 12 de octubre.
Entre las cuestiones más llamativas de la subida del día 13 se encuentra la modalidad de RollerSki, también llamado esquí sobre ruedas y poco conocido por el público en general. En la pasada edición, los espectadores pudieron observar cómo los deportistas afrontaban las duras pendientes impulsados por los patines y con la ayuda de los bastones. “El RollerSki es un deporte similar al esquí de fondo, pero se realiza en asfalto -explica el director de la prueba-. La subida es muy dura porque tienen que hacer giros muy fuertes y pronunciados, y en las rampas no tienes opción a parar, si lo haces, pierdes la velocidad. Los que suben en bici lo solucionan haciendo eses, pero en los patines eso no es posible, así que tienes que tener mucha fuerza. Como el esquí de fondo, el RollerSki es un deporte muy completo y duro”.
Otra novedad de esta XXI Subida es la participación del atleta paralímpico Alberto Suárez Laso quien, a pesar de regresar recientemente de París 2024 con una medalla de plata, está dispuesto a volver a subir el Angliru. Vecino de Riosa, es un firme defensor del puerto al que considera un embajador de altura para su concejo natal.
Los retos dentro del reto
La mayor parte de los participantes de la XXI Subida al Angliru se plantearán como objetivo llegar al alto del puerto, pero unos pocos escogidos aspiran a la épica de batir récord en la ascensión. La edición pasada ya sorprendió a los organizadores, cuando la corredora salmantina Verónica Sánchez liquidó el reto conseguido por Oihana Kortazar (1h 18:16) en la Carrera a pie, logrando la marca 1h 16:39. “Fue algo inesperado -confiesa Torre- porque Oihana es campeona del mundo de Trail y no esperábamos que cayera el récord tan fácilmente como lo hizo Verónica, que bajó bastante el tiempo. Otra grata sorpresa fue que la segunda corredora, Beatriz Tenreiro, que es asturiana, también lo consiguió y lo celebramos mucho”.
Precisamente, y con la intención de motivar a los participantes en la Carrera a pie, el Ayuntamiento de Riosa incluye un premio económico de 300 euros para quien supere el récord anterior de José Luis Capitán y Verónica Sánchez. Un aliciente más para superar las últimas rampas de una cima casi inconquistable, un importe que además es acumulativo para futuras ediciones.
El Olimpo en datos
La salida de la prueba tendrá lugar el 13 de octubre en La Vega de Riosa a una altitud de 307 m. A los participantes les espera un desnivel positivo de 1,267 m. y 13,1 kilómetros de recorrido hasta llegar al Alto del Angliru, a 1556m. Ubicado en la Sierra del Aramo, entre cimas como La Gamonal, el Moncuevu y el Barriscal, es un enclave de gran belleza, habitualmente frecuentado por cabezas de ganado que disfrutan de sus pastos hasta avanzado el otoño.
La subida incluye seis kilómetros de rampas brutales y giros de herradura, una escalada al cielo que pasa por nombres ya míticos como Les Cabanes, Cobayos, La Cueña les Cabres o L’Aviru.
La inclusión de este puerto como final de etapa en La Vuelta Ciclista a España 1999 fue el comienzo de su merecida leyenda. La victoria de José María Jiménez el “Chava”, adelantando al ruso Pável Tonkov en los últimos metros de una cima coronada por la niebla, elevó al Angliru a los altares mundiales del ciclismo. Y su fama se agigantó a lo largo de posteriores ascensiones hasta considerarse uno de los puertos más difíciles del mundo, sino el mayor. Por eso, conquistar la cima de este coloso natural es un gran aliciente, casi obligación, para deportistas amateurs y profesionales.
La XXI Subida al Angliru es una ocasión ideal para coronar una meca del ciclismo que abre sus puertas a muchas otras modalidades en una jornada de celebración del espíritu deportivo.
La fecha límite de inscripción para participar en este evento finaliza el día 7 de octubre a las 23:59 horas. ¡Que nadie pierda la ocasión de conseguir su dorsal!
Más información en subida-angliru.es