El turismo en busca de sol, mar y arena tiene un recomendable destino en el concejo de Valdés. Playas accesibles y calas solitarias se intercalan en una costa que también se recorta en acantilados.
La variedad es la palabra que define a las playas del concejo, desde la agreste playa de Barayo, Reserva Natural compartida con Navia, a la más accesible y frecuentada playa de Otur. Esta última, con sus 600 metros de arena dorada oscura y fáciles accesos para minusválidos, es una de las preferidas por los valdesanos y los turistas. Entre una y otra se encuentra la playa de Sabugo, naturista, de escarpado acceso y muy recogida.
Entre las más concurridas, además de la de Otur, están la playa de Cadavedo y las propias playas de Luarca cuyo gran atractivo es su arenal junto al pueblo, lo que permite además acceder a una variada oferta hostelera. Cadavedo, en forma de concha y con arena y piedra, garantiza tranquilidad. La playa de Cueva tiene escasos equipamientos, pero su belleza y cercanía al pueblo del mismo nombre la hace también conocida.
Las más solitarias, debido a los complicados accesos o al fuerte oleaje, son la playa de los Molinos, Bozo, Plumineru y Tablizu. En esta última se elevan acantilados de hasta cien metros de altura, y pertenece al Paisaje Protegido de la Costa Occidental.
Aunque si lo que se desea es ver la costa escarpada desde arriba, se recomienda un paseo por Cabo Busto, senda dotada de diversos miradores. Pinche aquí para ver más reportajes de este concejo