En la collada del Puerto de Yernes hay un albergue único en su especie. Funciona con energías renovables y sirve de aula en la naturaleza para grupos escolares. Es la Fundación Vital.
Francisco Montesinos es el Presidente de la Fundación Vital, que lleva casi quince años trabajando en este proyecto. El presupuesto de la Fundación es pequeño: “nos mantenemos gracias a la aportación anual de los patronos, algo de las visitas y haciendo nosotros todo el trabajo”. Esto forma parte, en cierto modo, de la ideología “vital” que intentan transmitir a sus visitantes: prescindir de lo superfluo y tener una experiencia donde la naturaleza se ocupa de suministrar todo lo necesario.
-El Proyecto Vital nació en el Colegio Virgen del Fresno, en Grado y más tarde creasteis la Fundación, con el Aula Vital en Yernes. Desde entonces recibís una media de dos mil visitas al año. ¿Pensabais que la respuesta iba a ser tan positiva?
-Quizá no tanto, pero lo que pretendíamos era eso: sacar a los chavales del mundo virtual en el que viven, y que tengan una experiencia auténticamente natural. Vienen grupos muy variados: normalmente son estudiantes de primaria y secundaria, aunque también tenemos universitarios y extranjeros, principalmente de Noruega y Suecia, que sin duda son los que más valoran esto. También vienen grupos de profesores de países nórdicos, de Inglaterra, etc.
-¿Qué programas tenéis en marcha ahora mismo?
-Tenemos tres programas. Uno consiste en una visita de un día para ver la aplicación de las energías renovables, otro suele durar dos días y una noche, o tres días y dos noches, y consiste en hacer actividades relacionadas con el entorno. Y ahora estamos iniciando un programa de colaboración con entidades sin ánimo de lucro y otros grupos de tipo ambiental o ecologista.
“Pretendemos sacar a los chavales del mundo virtual en el que viven, y que tengan una experiencia auténticamente natural”
-¿Qué tipo de actividades se realizan en estas “experiencias”?
-Todo se basa en la naturaleza, tanto por el día como por la noche. Por ejemplo, lo normal es que se haga una salida nocturna por los alrededores del aula para iniciar a los chicos en el conocimiento de las estrellas y las constelaciones; además se ve prácticamente toda la zona central de Asturias, con los pueblos iluminados, y es un espectáculo increíble. Depende de la edad de los chavales y de los intereses que tenga el profesor, nosotros nos adaptamos a cualquier circunstancia.
-En el Aula hay varios “inventos” relacionados con energías renovables.
-Hay un montón de maquetas y simuladores que hemos hecho nosotros y que ellos pueden manipular. Se sorprenden mucho con cosas como calentar agua con botellas, utilizar una rueda de bicicleta como aerogenerador… Pero lo que pretendemos, más que el aprendizaje, es que tengan una experiencia agradable, que la recuerden siempre y que la asocien con la naturaleza.
-También habéis sido de los primeros en instalar un molino de viento para proveeros de energía.
-Hasta donde tenemos noticia, sí; al menos con estos fines, porque desde luego cuando nosotros empezamos ya existía la energía eólica. Después nos llamaron de Galicia, del País Vasco, de Murcia, para ver cómo habíamos hecho el montaje. O sea que supongo que en cierto modo fuimos los alocados de la época.