En 2017 Rubén Martínez hizo historia al proclamarse Campeón de Europa de Duatlón adaptado en Soria. Para el deportista del Club TriGijón esta era su primera participación internacional en la categoría PTS5.
Y recientemente, en Avilés, consiguió el Campeonato de España de Duatlón Sprint.
Cuesta creer que hace diez años Rubén Martínez pesaba cien kilos y solo practicaba ‘deporte de sofá’. «No hacía nada, solo veía los deportes en la tele y me emocionaba, hasta que un día empecé a pasear con un perrín que tenía y comencé a bajar kilos. Luego un día me dio por correr y hasta hoy». El cambio fue radical, se enganchó al deporte y pasó de la nada al todo. El atleta gijonés tiene ahora 34 años y su discapacidad no le impide seguir superando marcas.
-Ganaste el Campeonato de Europa en la categoría PTS5. ¿Puedes explicarnos en qué consiste esta categoría?
-La categoría se clasifica según la discapacidad, en este caso se refiere a la categoría leve. A mí me falta una mano, estoy discapacitado de codo para abajo, por eso es PTS5. Si fuera de hombro para abajo sería PTS4.
-¿Qué distancias tuviste que recorrer?
-Fue un Duatlón Sprint, en el que empecé con 5 km de carrera, luego 20 de bici y otros 2,5 de carrera. Se tarda sobre una hora más o menos.
-La sociedad no está pensada para moverse con una sola mano, así que imagino que has ido afrontando retos.
-Sí, en las pequeñas cosas del día a día, pero es verdad que al tener la discapacidad de nacimiento ya lo vi de otra manera. Creo que habría sido diferente si fuera por un accidente, entonces tendría que reeducar los brazos.
«La vida es mejor tomársela con humor»
-¿Cuáles son las dificultades que has tenido que ir solventando? Pienso por ejemplo en cómo será manejar la bici con un solo brazo…
-Pues un poco sobre la marcha y preguntando a gente que está en la misma situación que yo. Hace tres años me compré una bici de carretera y al principio la usaba tal cual. Para cambiar las marchas con la derecha no llegaba bien a la maneta, entonces fui preguntando por tiendas de Gijón a ver qué podíamos hacer y en Ciclos Arna me hicieron un apaño, me pusieron un pulsador en el manillar de forma que el cambio me quedaba mucho más a mano; cambiaba con la derecha, no tenía que estirarme tanto y llegaba bien. También me cambiaron los frenos, me pusieron los dos en la maneta izquierda y así fui tirando. Ahora estoy con el mecánico buscando la forma de poner una prolongación en el manillar para poder apoyar el brazo derecho y no ir tan torcido porque la espalda se acaba cargando.
Hay paratletas que llevan una especie de soporte para meter el brazo, lo que supone ir más recto y llevar la bici más sujeta. Yo de momento voy solo con una mano y es más inestable, pero sería mejor con las dos.
-¿Y cómo se gestiona el avituallamiento?
-Buf, en pruebas cortas da igual porque no tomo ni bebo nada, pero en pruebas largas… Por ejemplo, en la prueba en Orihuela que era un duatlón de larga distancia tenía setenta kilómetros de bici y claro, tenía que comer y beber así que directamente, paré. Cuando es así, echo pie a tierra y bebo rápidamente. Lo malo es que pierdes más segundos.
-¿Cuándo te dio por la competición?
-Un día me apunté a una carrera (en el 2000), en la Milla del Conocimiento por probar, a ver cómo era eso de ponerse el dorsal, y me enganchó. Pasé a comprarme la bici, conocí a gente que hacía duatlones y triatlones, y ahora estoy con ellos en el equipo TriGijón. Una vez te pones el dorsal… ¡te da adrenalina!
-¿Cuál es la modalidad en la que te sientes más cómodo?
-El duatlón, porque en el agua no voy muy bien y es lo que menos me gusta. En los triatlones salgo del agua muy atrás y luego con la bici tengo que intentar remontar un poco. Lo bueno es que en carrera acabo contento porque adelanto posiciones. Llevo corriendo ocho años y me siento más atleta de carrera.
-¿En este tipo de pruebas compites contra ti mismo o contra los demás?
-Siempre tienes ahí las referencias de los demás, pero al final es contigo mismo. Los demás pueden ir mejor o peor, pero tienes que ser consciente de tus marcas anteriores e intentar mejorarlas.
-¿Cuál fue la competición más complicada que has hecho hasta ahora?
-En la que más sufrí fue la de principios de marzo en el Campeonato de España de Duatlón de media distancia, en Orihuela. Eran 16 Km de carrera, 70 de bici y 8 de carrera. Como mis rivales van mejor que yo en bici, salí muy fuerte en la primera parte de la carrera para intentar sacar ventaja, después cuando cogí la bici, en cuanto el terreno empezó a picar un poco para arriba se me subieron los gemelos, estuve fatal 15 o 20 km. Llegué al segundo sector de la carrera bastante tocado, sufriendo bastante.
«En los triatlones salgo del agua muy atrás, luego con la bici tengo que intentar remontar un poco. Lo bueno es que en carrera adelanto posiciones»
-En esos momentos de sufrimiento ¿echas mano de técnica mental, de físico…?
-Un poco de todo. Con cabeza, paciencia, esperando que pasen los calambres y sabiendo que hay que apretar porque si no el otro viene detrás, y como venga bien te va a pasar, que fue lo que pasó… (se ríe).
-Está demostrado que el humor hace sobrellevar mejor los momentos difíciles. ¿Cómo es tu «nivel de humor» en esos casos?
-Generalmente me tomo las cosas con humor. Siempre ayuda, por que si te «ofuscas» en lo malo, no suele salir bien. La vida, mejor tomársela con humor.
-¿Cómo haces para conciliar el trabajo con el calendario de las competiciones?
-Ahora mejor porque voy rotando los descansos, hace medio año solo descansaba un fin de semana al mes y tenía que andar cambiando turnos, mareando a los compañeros por las fechas de las competiciones. A Orihuela fuimos seis en una furgo, salimos el sábado a primera hora y el domingo por la noche estábamos de vuelta. Fue llegar, correr y volver.
-¿Qué supone para tu familia ver cómo vas superándote?
-Ellos están encantados y muy orgullosos, siempre me apoyan. Lo que no consigo es contagiar a mi hermana que a veces va a nadar, pero no se acaba de enganchar.
-Sí, en Avilés he podido sacarme la espinita de Orihuela. Fue una competición más igualada que aquella, pues en el primer sector de carrera a pie le saqué solo unos 20 segundos a Iborra, que perdió algo más de tiempo en la primera transición. Ya en la bici, me fue recortando tiempo, pero no con tanta facilidad como lo hizo en Orihuela y, a pesar de perder casi toda la ventaja que tenía, conseguí aguantar la posición y salir de la segunda transición con unos segundos de ventaja que pude mantener hasta la meta.
A medio plazo está el campeonato Europeo que este año es en Ibiza, en octubre. Y más a largo plazo el Mundial de Duatlón que es el año que viene en Pontevedra, en abril o mayo. El año pasado fue en Canadá y me pillaba un poco a desmano y este año es en Dinamarca.
-¿Encuentras algún apoyo para este tipo de deporte?
-No, porque no hay nada para el duatlón, el triatlón o el atletismo, está todo muy centrado en el fútbol. Tampoco tenemos mucho reconocimiento de fuera, somos muy poquitos y no se nos ve mucho. Nos tenemos que buscar la vida nosotros, hay que ir adaptándose sobre la marcha.