El origen del juego de los bolos se pierde en el tiempo, y la modalidad que se practica en Tineo mantiene su espectacularidad pese al paso de los siglos. La Peña La Oteda es una de las que se encargan de mantener la llama viva, junto a uno de sus grandes jugadores, Jovino Peláez Fernández, mejor deportista autóctono asturiano del 2006.