Conoce muy bien el campo porque se ha criado en él. Ahora, toca pasar del debate a la gestión directa. Consciente de los momentos tan críticos que atraviesa el sector, insiste en que el desarrollo rural no puede existir sin actividad agrícola y ganadera, únicos garantes de la sostenibilidad económica y ambiental de nuestro campo.
-Ha pasado de Vicepresidente Primero de la Junta del Principado a Consejero de Medio Rural y Pesca. ¿Cómo asume esta nueva etapa?
-Con ilusión, aunque pueda parecer tópico, porque el ámbito rural y el ámbito ganadero es algo que llevo dentro incluso por tradición familiar. Soy consciente de que supone un salto, en el sentido de que la incorporación al gobierno supone fundamentalmente gestionar, digamos que pasamos de la denuncia o de los debates a la gestión directa. Es un terreno con muchas dificultades pero al mismo tiempo muy atractivo para alguien como yo.
-Estamos hablando de Asturias, una comunidad eminentemente rural…
-Lo ha sido históricamente y sigue teniendo una importancia rural muy importante, más allá de los números económicos. El ámbito rural, en el sentido más amplio, implica muchas cosas: ganadería, agricultura, sector agroalimentario, turismo, la denominación del territorio, el mantenimiento del medio ambiente…
-En el año 2015 se acabarán las cuotas lácteas y ya se está pisando el acelerador para dar los cambios necesarios. ¿Cómo se está afrontando?
-Sé que se ha creado mucha inquietud en torno a este tema. Es verdad que estaba prevista la posible desaparición de las políticas de cuota y de regulación del mercado de la leche ya desde su nacimiento, en el año 84, y también es verdad que en la reforma de 2003 ya se empieza a hablar del año 2015 para la desaparición de las cuotas. Lo que ocurre es que ahora ya es una fecha realmente cercana. Y por esa razón se están dando pasos cada vez más firmes en esa dirección, como por ejemplo el aumento del 1% de la cuota, aumento que se hace sin tener en cuenta los consumos internos de cada país y con el que en su día no hemos estado de acuerdo. En España producimos dos tercios de la leche que consumimos, mientras que otros países tienen una producción muy por encima de su consumo; por lo tanto ese aumento lineal, sin tener en cuenta los consumos internos de cada país, no nos ha parecido justo.
«No hay soluciones mágicas: como desaparezca el sector ganadero de la leche y de la carne, esto se cae como un castillo de naipes»
-¿Cómo afectará el fin de las cuotas a los precios y, por tanto, a los ganaderos?
-He ahí la inquietud en el sector. La propia Comisión Europea y varias industrias europeas han confirmado que esto provocará un descenso en los precios en origen y probablemente una posible pérdida de rentas en los ganaderos de leche. Junto con esa medida, que tiene que ser revisada en 2010 ó 2012, debería además hacerse una revisión muy a fondo teniendo en cuenta el impacto que ha podido provocar la medida de aumento de cuota del 1% y también de su repercusión en los precios en origen y en las rentas. Creo que hace falta esa reflexión en la Comisión Europea, pero también es cierto que esa reforma en la política agraria común, que se aprobará en noviembre, abrirá otras oportunidades.
-¿Como cuáles?
-Entre otras, que los estados miembros puedan dedicar los remanentes a los diferentes sectores, y estamos hablando de un remanente de ciento cuarenta y cuatro millones. Para empezar, le hemos comunicado a la ministra que nos parece insuficiente que se dediquen cuarenta millones al sector lácteo, porque es el más afectado por la reforma.
Otra oportunidad es que por primera vez se contemple el tema de la leche como nuevo reto del Plan de Desarrollo Rural, junto con el cambio climático y otros. Eso va a permitir por primera vez que los estados miembros puedan añadir fondos más allá de las ayudas que hasta ahora estaban reguladas para el sector lácteo.
Como conclusión: comparto la inquietud que ha generado en el sector el aumento del 1% de la cuota, porque es cierto que puede dar lugar a una caída de precios en origen y como consecuencia una pérdida de rentas, que en este momento ya están muy equilibradas por los esfuerzos que tuvo que hacer el sector para comprar cuota. Sería lamentable que, después de esta fase, asistiéramos a otra reconversión, que en el sector lácteo ya ha sido durísima en los últimos años.
«Hay medidas para mantener el sector rural vivo, con servicios públicos equiparables a los de una ciudad. Nadie se va a quedar en el campo con rentas bajas y siendo un ciudadano de segunda»
-Es obvio que esos cuarenta millones van a ir especialmente destinados a las zonas con dificultades. Es probable, y nosotros así lo haremos valer, que el reparto de esos cuarenta millones se haga por porcentaje de participación en la cuota láctea española, y nosotros tenemos el 10% del conjunto de la cuota nacional. Por tanto, sí va a haber nuevos fondos que van a orientarse a las zonas con dificultad. Además, no se descarta que ese reparto, que para nosotros es exiguo, se complete con fondos propios del Principado.
-Si el sector lácteo falla, ¿qué posibilidades de diversificación existen en esta zona?
-No hay posibilidad de diversificación agraria en la zona de montaña. Esto lo hemos explicado varias veces a la administración central, incluso a la ministra en una reunión reciente: no tenemos ninguna posibilidad de diversificación agraria como puede haber en Castilla-León, en Andalucía o en otros territorios. La ganadería de leche aporta más de la mitad de nuestro producto agrario, y articula además industrias agroalimentarias muy importantes, por lo tanto tenemos la obligación de mantenerla.
-Para garantizar determinados productos, se han desarrollado las Marcas de Calidad y las Denominaciones de Origen, entre otras figuras de protección, que abren posibilidades para Asturias en el mercado internacional.
-Es uno de los temas que me preocupan. Tenemos un mercado muy importante en Madrid y muchas potencialidades en Cataluña y en Levante; menos en otros sitios, porque tienen sus propias marcas de calidad. No obstante todavía necesitamos mejorar sustancialmente. Es verdad que tenemos debilidades evidentes en la comercialización porque nuestras estructuras son poco sólidas. Es una de nuestras preocupaciones.
La ventaja que tiene Asturias es que es una buena marca, que se asocia casi siempre a productos naturales y de calidad. Ya tenemos muy buena entrada y podemos tener una buena penetración en otros mercados. De todas formas, no me gusta en esto tener triunfalismos, que a veces pueden no corresponderse con la realidad. Somos muy dados a eso los asturianos, y no quiero dar la imagen de que vamos a ponernos a vender en Estados Unidos o en Japón. Nuestras potencialidades están antes en Madrid, Cataluña o Levante.
«Sería lamentable que asistiéramos a otra reconversión en el sector lácteo, que ya ha sido durísima en los últimos años»
-¿Cómo se va a lograr asegurar el relevo generacional en el medio rural? ¿No son fundamentales en ese sentido las ayudas públicas?
-Es evidente que una cierta estructura agroganadera en las zonas de montaña se mantiene con recursos públicos, no se puede decir lo contrario. Los costes de transporte y recogida en el ámbito de montaña son mucho mayores que ese mismo sector situado en Castilla-León. Si se hace será con ayudas, y si no, no se hace.
A partir de ahí, algunos alcaldes me dicen que con la crisis empieza a haber cada vez más jóvenes que regresan al ámbito rural. Muchos se habían ido en busca de un sueldo mileurista en la construcción y ahora están teniendo serias dificultades. De todas formas creo que alguien que esté en el campo tiene que tener una cierta vocación, no puede ser sólo por supervivencia, porque es difícil llevar una ganadería de leche o de carne. Sea como sea, yo no pierdo la esperanza de que podamos hacer relevo generacional en el campo, hay líneas de ayudas para hacerlo.
-¿De modo que hay futuro en el campo?
-La obligación de los que estamos en el ámbito político no es transmitir triunfalismos, sino reconocer las dificultades a la vez que la seguridad de que va a haber una apuesta por parte de las diferentes administraciones. La gente necesita recibir ese discurso, y percibir que va acompañado de medidas para que sea posible mantener el sector rural vivo, con servicios públicos equiparables a los de una ciudad. Nadie se va a quedar en el campo con rentas bajas y siendo un ciudadano de segunda. Eso sí es un desafío
-Ahí está el Plan de Desarrollo Rural 2007-2013.
-Sí. Se han invertido 685 millones de euros para diversificar el medio rural, consolidar población, modernizar infraestructuras. De esa inversión, aproximadamente 291 vienen de Europa, 113 de la administración central y 276 del Principado. El Plan de Desarrollo Rural es importante porque consolida también políticas que tienen que ver con la mejora de la calidad de vida en los ámbitos locales. Cada vez más nos encontramos con un ganadero que no vive sólo de la ganadería, sino que tiene una actividad forestal o de turismo. Es lo que se llama multifuncionalidad del ámbito rural. Yo estoy muy de acuerdo con eso, pero al mismo tiempo siempre advierto que no hay soluciones mágicas: como desaparezca el sector ganadero de la leche y de la carne, esto se cae como un castillo de naipes. §
Fotos: Lupercio González