Compromiso vital. Carmen Sanjurjo. Directora del Instituto Asturiano de la Mujer

Después de conversar con ella, una tiene la sensación de que ha estado asumiendo esta responsabilidad toda su vida y algo de razón hay en ello. Desde que empezó su militancia política a edad muy temprana ha estado comprometida en temas de igualdad. La actual directora del Instituto Asturiano de la Mujer confiesa que ‘cuando una se pone las gafas violeta ya no se las quita nunca’.

-¿Cómo está afectando la crisis económica a los derechos de la mujer?
-Muy negativamente. Para que las políticas de igualdad sean efectivas deben tener un impulso constante y realizarse desde diferentes frentes, para que puedan llegar a corregir las desigualdades y generar las condiciones necesarias que garanticen un futuro más justo. Como estamos viendo a través de las distintas actuaciones del Gobierno de la nación, en el tema de los derechos no hay nada conquistado. Si a ello sumamos esa tendencia de la sociedad española a infravalorar lo que la igualdad aporta a la eficiencia económica, vemos que al final todo acaba repercutiendo en el desarrollo de los planes de igualdad que sufren un retroceso. A pesar de ello, estoy convencida de que precisamente estas políticas son elementos imprescindibles para salir de la crisis pero a través de un nuevo modelo económico. O hay igualdad o no se podrán sacar adelante la innovación, el talento, las empresas y los recursos humanos de más del 50% de la población española.

-Dentro de la agenda del Instituto, ¿cuáles son las prioridades?
-El 22 de febrero, coincidiendo con el Día Europeo de la Igualdad Salarial, pusimos en marcha una batería de medidas para frenar esta lacra en coordinación con los sindicatos, la FADE, Universidad de Oviedo e Inspección de Trabajo. Si bien este es un problema a nivel nacional, en Asturias es especialmente acuciante. Aquí las diferencias salariales se extreman -hasta dos puntos por encima de la media-, seguramente por la naturaleza de los sectores productivos donde mayoritariamente se ha empleado mano de obra masculina y donde no han tenido cabida las mujeres. ¿Cómo se combate esto? Pensamos que con planes de igualdad, con el apoyo explícito a empresas de forma gratuita desde la Escuela de Emprendedoras y con la Marca Asturiana de Excelencia en Igualdad que estamos tramitando, con la que se distinguirá a todas las empresas que apuesten por reducir las diferencias salariales entre hombre y mujer. Por otro lado, hemos sufrido un serio revés con la reducción de la financiación por parte del Estado a la Ley de Dependencia y eso hay que solventarlo, por eso vamos a poner en marcha una estrategia de apoyo al liderazgo y emprendimiento en el medio rural asturiano, con ese enfoque específico relacionado con las tareas de conciliación y corresponsabilidad. Al eliminarse el Plan Educa 3 por parte del Estado, existe un déficit importante en centros educativos de 0 a 3 años que en la actualidad financia el Gobierno del Principado con mucho esfuerzo.

«La nueva Ley del aborto es inaceptable. ¿Cómo, en pleno siglo XXI, se pueden vulnerar los derechos de las mujeres de esta manera?»

-Hábleme de la violencia de género.
-En breve pondremos en marcha un programa de formación y acceso al empleo para mujeres víctimas de violencia que refuerce el trabajo que se hace desde el Sistema Público de Empleo del Principado de Asturias. Si estas mujeres no acceden a un empleo es fácil que se reproduzca el círculo de la violencia, porque la dependencia económica refuerza la dependencia emocional. También estamos reforzando la Red de casas de acogida, algo por lo que somos reconocidos fuera de nuestras fronteras; estamos manteniendo los centros asesores de la mujer repartidos por todo el territorio de la comunidad, y todo ello a pesar de la reducción de recursos.

-Hace unos meses denunciaba que en Asturias nos encontramos un 20% por debajo de la media en cuanto a órdenes de protección, cuando el número de denuncias ha aumentado de forma importante.
-Sí, las cifras demuestran que han descendido a unos niveles preocupantes, por eso el Observatorio de la Violencia con la participación de la Fiscalía especial de violencia de género, la Delegación del Gobierno, abogadas de los centros asesores, el Colegio de Abogados de Gijón y Oviedo que tienen el turno especializado en este tema y las asociaciones de mujeres, estamos analizando estos datos. Entendiendo que cuando se habla de medidas de protección también debemos englobar ahí las sentencias condenatorias que llevan aparejadas medidas de alejamiento.

-Llaman la atención los casos de violencia de jóvenes con mujeres jóvenes. ¿Empieza la violencia cada vez a edades más tempranas?
-No diría que hay más violencia entre la población joven, sí más denuncia. Creo que el problema se ve más y se identifica. Las denuncias nos sirven para conocer lo que ocurre, acercarnos a las características específicas que tiene esa forma de violencia contra mujeres jóvenes y poder ayudarles. En esta comunidad se lleva años trabajando en un programa afectivo-sexual en la adolescencia que se llama «Ni ogros ni princesas». A través de él se trata de desmontar la imagen donde la joven asume la dominación porque lo considera antesala del amor romántico. Las relaciones tienen que ser en pie de igualdad. Como complemento, el pasado año, bajo el lema #ConTICgoSinViolencia, pusimos en marcha una campaña de sensibilización sobre las nuevas formas de violencia y control que se ejerce contra las mujeres a través de las TIC y promover el uso adecuado de estas nuevas tecnologías. Es un tema con el que estamos trabajando hace tiempo.

«O hay igualdad o no se podrán sacar adelante la innovación, el talento, las empresas y los recursos humanos de más del 50% de la población española»

-Las últimas contrarreformas -laboral, ley de dependencia, ley del aborto-, arremeten contra derechos fundamentales de la mujer que ha costado mucho conseguir y en cierta forma, devuelven a la mujer al hogar. ¿La lucha continúa?
-En este momento, los organismos de igualdad tenemos el papel de corregir la desigualdad y sensibilizar a la sociedad. Y en este sentido, nos parece inaceptable esta última contrarreforma. ¿Cómo, en pleno siglo XXI y en un país como el nuestro, se pueden vulnerar los derechos de las mujeres de esta manera? Esto no sólo lo decimos nosotros sino la inmensa mayoría de la sociedad española, muchas voces del Partido Popular -sólo hace falta que lo hagan en público- y de organismos internacionales. La Ley del aborto no es la Ley Gallardón -como se la llama-, sino una ley del Consejo de Ministros, por tanto del presidente del Gobierno, que pretende eliminar de un plumazo el derecho a decidir sobre la maternidad de las mujeres españolas abocándolas a situaciones de clandestinidad y de sufrimiento, con riesgo para su salud y su seguridad. No debemos olvidar que la maternidad es un derecho a ejercer por las mujeres de forma libre y responsable.

-Y además, como ha denunciado, rodeado de secretismos.
-Una norma de esta importancia debería haberse consultado con las comunidades autónomas, con especialistas en las distintas disciplinas y por supuesto, con organizaciones de mujeres. En cambio se ha tramitado en secreto. El Gobierno del Principado con el respaldo del Consejo Asturiano de la Mujer, acaba de remitir al Ministerio de Justicia un informe en el que expresa su profundo rechazo a esta reforma que vulnera la capacidad de decidir de la mujer y coarta su libertad sexual y reproductiva.