El segundo mes del año es perfecto para disfrutar de uno de los productos estrella locales: el chosco de Tineo.
Son dos de las jornadas gastronómicas más clásicas del noviembre asturiano. Nabos y cebollas rellenas abren y cierran el mes, dejando un buen sabor de boca y energías renovadas para afrontar el otoño en todo su esplendor.