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viernes 15, noviembre 2024

El bloqueo del escritor: 3 herramientas poderosas para romper el bloqueo creativo y dejar fluir las ideas (parte 2)

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¿Aún sigues enfrentándote al famoso “bloqueo del escritor” a pesar de haber leído el artículo anterior? Vamos a ofrecerte algunas estrategias útiles que te pueden ayudar a superar el temor a la página en blanco. Existen numerosas técnicas para sortear este obstáculo, pero aquí te comparto las tres que me han dado mejores resultados. La clave es lograr que la página, de alguna forma, deje de estar en blanco. En aquellos días en los que las ideas no fluyen o la inspiración escasea, simplemente empiezo a escribir lo que puedo. A medida que avanzo, mi ritmo de escritura comienza a crecer hasta que finalmente logro terminar el artículo, relato o proyecto en el que esté trabajando. ¿Quieres descubrir los tres consejos de Alfredo Musante?

1. Ponte en marcha: comienza a escribir

Cuando empecé a trabajar en la creación de contenido de manera profesional, tuve que aprender a vencer el bloqueo del escritor. Hasta ese momento, solía escribir cuando tenía una inspiración especial o cuando sentía que tenía algo valioso que contar. Sin embargo, al comenzar a trabajar en periodismo, comprendí que debía entregar artículos a diario, tuviera o no la “musa” de mi lado.

Un día en el que intentaba escribir un capítulo de mi novela de género sobrenatural, “Navarra Preludio” y no lograba dar el primer paso, recurrí a mi amigo Nacho, quien siempre lee mis borradores anticipadamente. Su consejo fue simple: «Escribe. Hazlo bien, hazlo mal, eso no importa; escribe sin preocuparte de cómo queda». Le respondí que no me sentía capaz. Su respuesta fue clara: «Por supuesto que puedes, lo haces cada día».

Me di cuenta de que tenía razón. Tal vez ese día escribiría de forma menos inspirada, con menos precisión o emoción, pero podía escribir. Así que empecé a redactar y, después de completar el capítulo, me dediqué a revisarlo. Modifiqué algunas expresiones, ajusté el orden de las ideas y mejoré el formato.

Cuando terminé, me sorprendió ver que el resultado era mejor de lo que esperaba. Había logrado plasmar una parte de la historia que parecía bloqueada. Por eso, cuando sientas que el bloqueo te detiene, escribe. Evita revisar lo escrito hasta llegar al final. Después, date una pausa, despeja la mente y vuelve al texto. Léelo y ajústalo con una mente fresca. Te sorprenderá el resultado.

2. Organiza tus ideas con un esquema

Otra técnica que me ayuda mucho a superar el temor de enfrentarme a la página en blanco es crear un esquema. Para ello, busco información relacionada con el tema que tengo en mente y me alejo del ordenador. En lugar de escribir directamente, tomo lápiz y papel y comienzo a anotar ideas sueltas, palabras al azar, escenas incompletas o personajes que podrían aparecer en la historia, pero que aún no han sido definidos. (En el próximo artículo te contaré más sobre cómo desarrollar personajes interesantes).

No importa si estas notas no parecen tener sentido inmediato. Lo importante es que el papel ya no esté vacío. A medida que avances, esas ideas comenzarán a encontrar su lugar, y los conceptos sueltos formarán parte de un capítulo bien estructurado. La clave está en no permitir que la página en blanco permanezca así por mucho tiempo. Sin importar si es en tu procesador de texto preferido o en una hoja de papel, llena ese espacio con tus pensamientos.

3. Empieza por los puntos clave de la historia

La tercera técnica que suelo usar es una combinación de las dos anteriores. Cuando me falta inspiración y el tiempo apremia, comienzo por desarrollar los puntos principales de la historia, abordando primero el nudo de la trama o el conflicto central, en lugar de empezar por el inicio. Si el final es una de las partes que me cuesta más, me esfuerzo en terminarlo primero. Esto me ayuda a unir las ideas del principio y del final con mayor fluidez y consistencia. Después, solo debo expandir esos conceptos, dándoles estructura y agregando detalles para darles mayor profundidad.

Con esta técnica, el texto toma forma de manera rápida y natural. Si, por ejemplo, necesitas añadir datos adicionales como cifras o testimonios, podrás integrarlos fácilmente en este esquema general. De esta manera, el desarrollo se vuelve más ágil y coherente.

Reflexión final: Encuentra la técnica que mejor funcione para ti

Existen muchas formas de enfrentar el bloqueo del escritor. Después de probar múltiples métodos para superar el miedo a la página en blanco, estos son los que mejor han funcionado para mí. Puede que también te resulten útiles o que quieras compartir tus propias técnicas. ¡Me encantaría conocer tus secretos en los comentarios!

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