Parece que el Coaching está de moda, pues estamos oyendo hablar de él continuamente. Pero creo que en determinados espacios o ambientes, el coaching se está frivolizando vaciándolo de su esencia y del gran valor que aporta a las personas y a las organizaciones.
Brevemente, se puede decir que el Coaching es un proceso en el que la persona que lo realiza acompañada de un coach, consigue realizar cambios o lograr metas y objetivos, que sin este apoyo no consigue realizar por diversos motivos y obstáculos.
En concreto, cuando una persona se encuentra en una situación crítica de pareja y comienza a pensar en el divorcio o en la separación como salidas, o bien cuando ya está inmersa en un proceso de divorcio/separación, o bien cuando ya ha pasado dicho proceso y ha de comenzar una nueva vida, el COACHING es una disciplina altamente efectiva para lograr la mejor de las metas en estos casos, es decir, el «mejor divorcio posible».
Las soluciones que solo pivotan sobre el sistema legal pueden parecer que son las únicas necesarias, pero el tiempo demuestra que no es así, porque el altísimo grado de sufrimiento que se siente y las nefastas consecuencias que se producen en la mayoría de los casos indican que se necesitan además otras respuestas. Entre estas están: la gestión emocional para salir a flote lo más pronto posible, la organización de los cambios para que estos no resulten perjudiciales, así como la toma de sabias y estratégicas decisiones para que las consecuencias sean lo más positivas y beneficiosas posibles.
Por lo tanto, además del imprescindible ASESORAMIENTO Y DEFENSA LEGALES, el coaching se despliega como un espacio útil de ayuda, apoyo, comprensión, compañía, seguridad y claridad para ir tomando decisiones, elegir caminos, realizar acciones necesarias, afrontar las relaciones interpersonales con acierto y sobre todo lograr que el cambio en tu vida sea integrado sin efectos demoledores.
Este espacio y proceso de acompañamiento generalmente se desarrolla entre cinco y doce sesiones, pero esto se concreta y se adapta a cada persona y situación. En EE.UU. los profesionales que prestan estos servicios son abogados expertos matrimonialistas que además son coaches debidamente formados y certificados, o bien cuentan en sus despachos con estos profesionales. En España hay cada vez más despachos concienciados con esta necesidad y poco a poco van contando con estos servicios. Así que, pregunta, infórmate y sobre todo actúa… El mejor divorcio lo requiere.
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