La crisis económica alcanza a los ayuntamientos asturianos, que notan especialmente el parón en la actividad del sector de la construcción. Esta es una de las causas de que muchos concejos atraviesen un momento complicado, al ver mermados sus ingresos. Juan Fernández Pereiro, de la Federación Asturiana de Concejos analiza la situación.
Aunque según Pereiro, los problemas financieros de los ayuntamientos son anteriores a esta crisis, una vez más se pone sobre la mesa un debate conocido: la necesidad de crear un nuevo modelo de financiación para las administraciones locales.
-¿Hasta qué punto la crisis inmobiliaria está afectando a los ayuntamientos, haciendo que se encuentren con dificultades para hacer frente a sus deudas?
-La crisis de la construcción no está teniendo la misma repercusión ni en todos los ayuntamientos ni en todas las regiones de España. En Asturias, por ejemplo, sus efectos no son tan intensos como en otras comunidades, aunque sí es cierto que el debilitamiento de este sector está incidiendo sobre todo en aquellos municipios donde su actividad era mayor. Pero más allá de esta problemática, las dificultades financieras de las haciendas locales son muy anteriores a la crisis de la construcción y poco tienen que ver con ella. Nuestro problema es básicamente que tenemos encomendada la prestación de más servicios que recursos económicos asignados.
-Al parecer la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) está negociando con el Gobierno central que los ayuntamientos puedan incurrir en un déficit excepcional. ¿Cómo se encuentran esas negociaciones y cómo va afectar a Asturias?
-Efectivamente, a finales de 2008 la FEMP se dirigió al Gobierno de España para solicitar que se flexibilizase la aplicación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria a las Entidades Locales. Y esta petición ya ha sido tenida en cuenta. El Consejo de Ministros acordó el pasado 20 de febrero flexibilizar esta norma dadas las actuales circunstancias económicas y en estos momentos está pendiente que la Comisión Nacional de Administración Local concrete cómo se articulará la medida. ¿Y cómo afectará a Asturias? Pues poniendo a disposición de nuestros Ayuntamientos unos recursos económicos adicionales con los que podremos seguir siendo elementos tractores de nuestra economía a escala local.
«Nuestro problema es básicamente que tenemos encomendada la prestación de más servicios que recursos económicos asignados»
-El hecho de articular mecanismos para permitir liquidez a las corporaciones locales parece razonable, pero ¿cómo evitar que los ayuntamientos mal gestionados se aprovechen de esta excepción?
-Como criterio general, creo necesario negar la mayor: que se hable con generalidad de Ayuntamientos mal gestionados. ¿A qué se llama ‘Ayuntamiento mal gestionado’? Cada Administración Local tiene su propia dinámica a la hora de desarrollar su proyecto de municipio y, a partir de ahí, planifica sus presupuestos, donde el endeudamiento, al igual que el superávit, no es ni bueno ni malo per se, sino que debe analizarse en su contexto. No obstante, serán los criterios de flexibilidad de Ley de Estabilidad Presupuestaria los que determinen qué margen de maniobra sobre la deuda puede tener cada Corporación de acuerdo con la situación de sus cuentas.
-¿Qué va a pasar con los ayuntamientos pequeños, donde las fuentes de ingresos son escasas?
-Aunque a diversa escala, las dificultades financieras son comunes a todos los Ayuntamientos, más allá del tamaño de los municipios. Por tanto, la solución pasa por una reforma del modelo de financiación local que aporte ingresos con transferencias y sin un mayor esfuerzo fiscal municipal.
Los Ayuntamientos llevamos ya más de una década revindicando un nuevo modelo, pero por una u otra razón esta reforma nunca ha llegado a concretarse. Afortunadamente parece que ahora se atisba una salida, pues la FEMP y el Gobierno de España ya han retomado las negociaciones sobre esta cuestión que, esperemos, permitan a lo largo de este año disponer de un nuevo modelo de financiación para los Ayuntamientos. §