Santalla de Oscos cuenta desde el pasado mes de septiembre con un proyecto artístico de lo más singular ubicado en plena naturaleza: Ruta con Arte.
No es frecuente adentrarse en una ruta senderista y encontrarse obras de arte integradas en zonas boscosas. Si ya de por sí esto es poco habitual, todavía lo es más si para ello tienes que adentrarte en un ambiente absolutamente rural cuyo día a día gira en torno a la actividad agrícola, la ganadería y el turismo rural. Pero esto es lo que ocurre en Santa Eulalia de Oscos, (Santalla d’Oscos en eonaviego) gracias al ingenio de dos mujeres artistas con mucho aprecio por este municipio del suroccidente asturiano: Olga Busom y Ana Cid.
Ambas se conocían de hace tiempo, pero un casual encuentro de verano, hace ahora dos años, fue la chispa necesaria para liarse la manta a la cabeza y enfrascarse en el proyecto Ruta con Arte. La idea estaba clara: se trataba de llevar el arte a un espacio diferente e integrarlo a la perfección con la belleza natural del lugar, que no es precisamente poca.
La vía elegida para acoger ‘Ruta con Arte’ es la conocida como la ruta a la mina As Talladas, el PR 203, un recorrido circular de diez kilómetros que atraviesa bosques de castaños centenarios, aldeas con arquitectura tradicional de la zona y un área recreativa.
«Ana es diseñadora e ilustradora, vive en Barcelona pero tiene casa en el concejo y viene por aquí en temporadas -explica Olga, quien dejó su actividad en el ámbito de la televisión y la fotografía para instalarse en Santalla hace ya veinte años-. Nos sentamos en una terracita y empezamos a hablar de lo mucho que nos gustaba el arte, teníamos una sinergia y pensamos que sería bonito poder hacer una ruta en la que hubiera varias piezas artísticas. Así fue como, sin pretenderlo, fue saliendo todo».
Al día siguiente ya habían tomado nota de las directrices a tomar y, a pesar de la distancia que separa Barcelona de Santalla, la iniciativa empezaba tímidamente a dar sus primeros pasos. «Seguimos trabajando online, dando forma al proyecto. Y cuando hablamos con los alcaldes, porque a lo largo del desarrollo del proyecto fueron ocupando ese cargo diferentes personas, todos nos dieron su apoyo a esta ambiciosa propuesta». Además de crear una ruta artística, las impulsoras de la idea quieren crear una red, un nexo de unión con otros lugares que también ofreciesen arte en la naturaleza y dar visibilidad a artistas locales.
La vía elegida para acoger la iniciativa artística era la conocida como la ruta a la mina As Talladas, el PR 203, un recorrido circular de diez kilómetros que atraviesa bosques de castaños centenarios, aldeas con arquitectura tradicional de la zona y un área recreativa donde es posible darse un baño en verano. «Las aldeas de As Barreiras y de Ferreira conservan su arquitectura tradicional, en ellas ves los balcones de pizarra, puentes de piedra y hórreos, -añade Busom-. El paisaje del Valle Agüeira es precioso y al llegar a Ferreira la gente puede ir a lo que es nuestra playa fluvial, incluso pueden alquilar canoas y dar un paseo por el río». Por su cercanía, también es posible visitar el Museo Casa Natal Marqués de Sargadelos, un equipamiento que explica la forma de vida en el Occidente.
Para poder materializar la primera fase de este ambicioso proyecto hizo falta la colaboración, no solo de varios artistas, sino también de varios vecinos y vecinas de Santalla. «Cuando conseguimos la subvención para esa primera parte comenzó el trabajo a pie del terreno -explica la fotógrafa-. Hubo que hacer una labor de investigación para ver de quien era cada prao por el que pasaba la ruta y hablar con cada propietario para ver si era posible implantar o no las piezas. Fue un trabajo de campo intenso».
Además de crear una ruta artística, las impulsoras de la idea quieren crear una red, un nexo de unión con otros lugares que también ofreciesen arte en la naturaleza y dar visibilidad a artistas locales.
Afortunadamente, encontraron la colaboración necesaria y sólo faltaba encargar a diferentes artistas el diseño de las obras que ya tenían en mente. Además de dinamizar la zona y darle mayor visibilidad, las promotoras decidieron aprovechar la ruta para homenajear a la cultura local, de ahí que caminando por ella es posible encontrarse un graffiti de Diego As, “A nosa bola”, que no es sino un retrato de una clásica abuela de las de antes. La fauna del lugar también tiene protagonismo en el itinerario gracias al trabajo de la artista local Keiko Shimizu «que forjó a mano una serie de animales que la gente tiene que encontrar, -añade Busom-. Es como una especie de juego, y a la vez se da a conocer a los animales que viven en este entorno y con los que podemos cruzarnos. No quisimos hacer nada transgresor para que todo el mundo sienta la ruta como algo suyo, y tampoco queríamos que las obras destacasen más que el paisaje».
Las obras de arte se encuentran ahora en los primeros seis kilómetros de la ruta, pero Olga y Ana confían en poder completar todo el circuito en una segunda fase. «El recorrido es muy bonito, y no es una excursión dura porque no hay un desnivel muy grande. Si la haces entera, los 10 kilómetros, -explica Olga- puedes tardar alrededor de tres horas, aunque esto depende del ritmo de cada uno. Y lo que es seguro es que vas a disfrutar del paisaje».
A estas artistas las podemos encontrar tras el apelativo de NumenArt, el colectivo que han creado para dar continuidad a una creatividad incesante que, a veces, amenaza con desbordarlas. Ilusión y empuje no les faltan y están dispuestas a seguir desarrollando proyectos que permitan seguir visibilizando lugares o entornos naturales, «como pueden ser también jardines u otros espacios abiertos», apostilla la artista afincada en Santalla.
Eso sí, siempre sin dejar su ligazón con Los Oscos, un lugar que para Olga fue un flechazo a primera vista, porque como esta barcelonesa explica: «estaba trabajando en Madrid y vine a Santalla con la persona que entonces era mi pareja a pasar unos días y nos enamoramos de este lugar. Yo estaba deseando dejar la televisión porque era mucho estrés para mí y a nivel de salud no me estaba sentando bien. Así que encontramos una casa que se vendía y nos la quedamos, fue algo muy a lo loco, pero resultó muy bien». Ahora la artista ya es adicta al contacto con la naturaleza y al ritmo de esta tranquila zona del occidente asturiano en la que ha creado su proyecto vital y en la que asegura que «ya tengo mis raíces, soy casi más asturiana que catalana».
El arte se merece una fiesta
El pueblo de Santalla estaba deseando que llegase el día de la inauguración. Nada mejor que organizar una jornada festiva para dar a conocer un nuevo equipamiento, o como en este caso, una iniciativa cultural en plena naturaleza. Y el día elegido fue el 28 de septiembre. Las promotoras de la ruta hicieron de anfitrionas en una jornada que ofreció a los vecinos una ruta guiada (en su versión reducida) para conocer las trece obras de arte ya instaladas. Sorpresas, sonrisas y mucho disfrute al observar ejemplos de inspirado renacimiento en troncos de árboles, el corro de bruxas o corro de setas de la artista Natalia Suárez (Woodic) o el pájaro forjado de la artista Keiko Shimizu. También algunas piezas de tamaños considerable como el espectacular limaco creado en arenisca por Christian Marne o las bellotas elaboradas con motosierra por Eugenio Linares. Y a estas manifestaciones se sumaron otras fuentes artísticas en forma de danza, música y poesía, para redondear una jornada de convivencia entre locales y foráneos.
“Nuestra intención es celebrar una fiesta en torno al arte cada dos años, y también queremos organizar un mercado para descentralizar el arte de las zonas urbanas”
La Festa de Arte es una de las ideas que Olga Busom y Ana Cid contemplan como asociadas al proyecto de dinamización de la zona. «Nuestra intención es celebrar una fiesta en torno al arte cada dos años, y también queremos organizar un mercado para descentralizar el arte de las zonas urbanas, -comenta Olga-. Este año fue la inauguración de la Ruta y en el mismo recorrido organizamos piezas de danza y una lectura musicada de relatos en fala, relatos que también están dispuestos a lo largo de la Ruta y que han sido premiados en un concurso de relatos costumbristas. En la Iglesia hicimos también una proyección del making-of de cómo hicimos la ruta. Fue muy emocionante ver cómo se había hecho cada pieza y la gente no paraba de aplaudir, porque se dieron cuenta de todo el trabajo que había llevado».
Para llevar a cabo el proyecto de la Ruta con Arte las impulsoras han contado con la colaboración de varias entidades como la Asociación Amigos de Raimundo Ibáñez, la Consejería de Cultura y de Reto demográfico de Asturias, Fundación Caja Rural y el Ayuntamiento de Santa Eulalia de Oscos.