En julio, la Asociación de Mujeres Campesinas de Asturias renovó su directiva por primera vez en veinticinco años de historia. Ahora Flor Tuñón, ganadera de Morcín, tiene la gran responsabilidad de sustituir a Carmina Rodríguez al frente de un colectivo que agrupa a más de 900 mujeres del medio rural asturiano.
La nueva presidenta tiene amplia experiencia de trabajo en el campo. Hace trece años cogió el relevo familiar de una explotación ganadera en el concejo de Morcín que comercializa carne ecológica. Ahora, Tuñón compagina el cuidado de las reses con una actividad que también requiere mucha dedicación: «Asumir la presidencia de AMCA supone una gran responsabilidad, pues Carmina y la anterior ejecutiva llevaban muchos años, ellas pusieron en marcha la asociación y acompañaron su evolución». El reto es aún mayor dadas las actuales condiciones económicas que no facilitan la habitual agenda de actividades del colectivo. «Antes desde AMCA se proyectaban varios cursos formativos, pero ahora nos faltan medios. De momento, este año hemos organizado el tradicional homenaje a la abuela campesina del año e impartido charlas on line dirigidas a las mujeres para realizar gestiones usando la administración electrónica».
El colectivo, que tiene su sede en Oviedo, aúna a mujeres de toda Asturias cuyo nexo en común es su compromiso con el medio rural asturiano. Su labor principal es promover la igualdad social, cultural y técnica de las trabajadoras en diversos ámbitos. «La asociación se traza objetivos muy variados porque está formado por profesionales de distintos ramos: ganaderas, agricultoras, empresarias de turismo rural e incluso profesoras o trabajadoras sanitarias que residen en el medio rural».
«Los pueblos se están quedando vacíos y eso es malo para todos»
Y aunque varios son los problemas a los que se enfrentan las mujeres en este medio, Flor no duda en calificar el envejecimiento de la población como la mayor lacra para los pueblos asturianos: «Necesitamos gente joven que tire del carro, que se incorpore con nuevas ideas y ponga un punto de renovación. Los pueblos se están quedando vacíos y eso es malo para todos. Pienso que la juventud irá incorporándose cuando no vea un futuro claro en otros sectores, pero ahora mismo toda la energía está enfocada a las grandes ciudades».
Entre las necesidades de las mujeres del medio rural -apunta la presidenta de AMCA- se encuentra la mejora en el acceso a internet, ya que en algunas localidades «las más alejadas del centro de la región» no cuentan con buena cobertura de móviles y hay grandes carencias a la hora de acceder a la red. Herramientas necesarias para la renovación del sector agro-ganadero, que se halla inmerso en una profunda crisis desde hace ya varios años. Esta ganadera asegura que sin ayudas externas no es posible salir adelante. El coste de la manutención del ganado, con precios que se han incrementado a causa de la crisis, y el pago del seguro hacen difícil cuadrar las cuentas. «Además, -añade Flor- como somos el primer eslabón de una cadena, a nosotros los problemas nos repercuten directamente».
Además del trabajo diario, es posible ver a representantes de la Asociación en diferentes actividades de apoyo a la mujer, por eso participaron recientemente en la iniciativa del «Tren de la libertad». También, a través de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de España participan en campañas de prevención y erradicación de la violencia hacia las mujeres.