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viernes 29, marzo 2024

Grupo de espeleología Diañu Burlón. Un viaje al reino de la oscuridad

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El Himalaya subterráneo es como se conoce en el mundo de la espeleología a los Picos de Europa, pero en Asturias hay muchos más tesoros ocultos bajo nuestros pies, lugares donde el hombre aún no ha puesto su huella o donde solo unos pocos han podido contemplar bellezas naturales únicas. Santiago Ferreras, miembro del grupo de espeleología Diañu Burlón, nos habla de las posibilidades casi infinitas de aventura y exploración que tenemos aquí, sin ir más lejos. Obras de arte esculpidas por la naturaleza hace miles de años.

-¿Cómo surge en ti esa pasión por lo subterráneo? ¿Qué fue lo que te atrapó?
-Llevo desde los 25 años y ahora tengo 55. Fue mi hermano -que hacía espeleología-, el que me introdujo en este mundo y me inculcó el tema de la exploración, esa sensación de visitar sitios en los que no había estado nadie. Un mundo totalmente a oscuras, distinto a lo que estabas acostumbrado a ver y también a oír. Fue algo tan diferente a todo lo que estaba haciendo hasta ese momento que me enganchó.

Santiago Ferreras, miembro del grupo de espeleología El Diañu Burlón
Santiago Ferreras, miembro del grupo de espeleología El Diañu Burlón / Foto cedida por S. Ferreras

-¿Cuándo se crea el grupo Diañu Burlón?
-Con el tema de las fechas soy muy malo… pueden ser veinte o veinticinco años.

-El mundo subterráneo también está lleno de vida, ¿qué os habéis encontrado ahí abajo?
-Nosotros somos más exploradores que biólogos o geólogos. Reconocemos una zona concreta para catalogar un número de cavidades, explorarlas, hacer levantamiento topográfico, fotografías y documentarlas. Luego, toda esa información se pone en conocimiento de las federaciones, a través de las redes y quedan ahí los datos.

“Estamos investigando zonas de la Sierra del Aramo, justo encima de la Mina de Texeo, porque pensamos que puede haber ahí una gran cavidad. Se ha explorado muy poco. Está prácticamente virgen, espeleológicamente hablando”

-¿Qué proyectos estáis llevando a cabo en estos momentos?
-Ahora somos muy poquitos en el club porque la espeleología está un poco en decadencia, no hay un relevo generacional. Estamos investigando zonas de la Sierra del Aramo, justo encima de la Mina de Texeo porque pensamos que puede haber ahí una gran cavidad que habría que localizar en una zona donde se ha explorado muy poco. Está prácticamente virgen, espeleológicamente hablando.
Hasta el momento en la zona donde actualmente estamos explorando no hemos encontrado ninguna gran cavidad. Hemos visto algunas pequeñas que hay que explorar porque nunca sabes donde puedes encontrar la grande. Pensamos que puede haber una red subterránea importante desde la zona alta de Texeo hasta el pueblo de Llamo (Riosa). A partir de los Güeyos del Río Llamo (Riosa) se evidencia que hay un curso subterráneo debajo de esa zona del Aramo porque justamente encima hay un pico que se llama Brañaviella, una zona de captación de aguas, de dolinas y en ese saliente calizo pensamos que puede haber una cavidad importante. De ahí el interés que tuvimos en las minas de Texeo porque justamente están en la mitad de ese trayecto. Pensamos que los propios mineros pudieron encontrar algún tipo de cavidad dentro de las galerías, que a veces ocurre, son los famosos soplaos.

Vista parcial de las Minas de Texeo (Rioseco, Riosa)
Vista parcial de las Minas de Texeo (Rioseco, Riosa) / Foto: Fusión Asturias

-¿Y habéis encontrado alguno?
-Sí, encontramos varias cavidades, pero estaban colmatadas -rellenadas con escombros de labores mineras-, así se han tapado pozos, galerías, por eso hemos decidido ir a la parte alta de arriba a explorar los pozos nuevos.

-Supongo que no será lo mismo explorar una cavidad natural a otra, como las minas de Texeo, que fueron habitadas hace más de 4.000 años. Eso le dará un valor añadido…
-Nunca habíamos estado dentro de una mina, menos una tan distinta al resto donde se combina lo histórico, con lo moderno, ¡esa es una sensación brutal! Meterte en esas galerías sin saber dónde vas a llegar, explorar el terreno, ver cómo está, es toda una aventura. Tenemos que dar las gracias a Sebi Alonso, -minero jubilado de la zona- y a José Luis Cabo -Cronista de Riosa- por su ayuda desinteresada tanto a nivel de información como de trabajo de campo. Nos acompañaron las primeras veces y nos mostraron el trazado, eso lo valoramos mucho porque Texeo tiene un trazo complicado, con muchos niveles y galerías. En sucesivas ocasiones ya pudimos ir solos.

“Nunca habíamos estado dentro de una mina tan distinta al resto (Texeo) donde se combina lo histórico, con lo moderno, ¡es una sensación brutal!”

-José Luis Cabo, cronista de Riosa, que ha realizado un importante trabajo de investigación de estas minas prehistóricas, destaca el importante tesoro que guardan estas profundidades y lo desconocido que es.
-Es una pena que vivamos en este país y en esta región porque lo que hay ahí abajo es algo único que se está perdiendo y que podría ayudar a dinamizar la zona. Tiene todos los elementos necesarios para llevar a cabo un turismo responsable y al mismo tiempo potenciar este lugar único a nivel europeo. Por otra parte, y en plan un poco egoísta, también piensas… ¡que no se conozca mucho, por favor!, porque con las redes sociales a veces metemos la pata, yo el primero, y divulgamos enclaves que luego se masifican. No creo que ocurra aquí los mismo porque la subida a las minas tiene un nivel de exigencia que va a servir de filtro a los que decidan subir.

Panorámica de Picos de Europa desde Tebrandi - Asiego
Panorámica de Picos de Europa desde Tebrandi – Asiego / Foto: Turismo Asturias-Mampiris

-En Asturias existen varias grandes cavidades catalogadas -en su mayoría en los Picos de Europa- pero no es habitual encontrarlas en lugares como el Sueve donde habéis cartografíado el Pozu Los Covazos. ¿Qué ha supuesto este hallazgo?
-El hallazgo fue realizado por varios compañeros y supuso salir de la rutina de magnificar los Picos de Europa y dirigir la mirada al resto de Asturias donde también hay cosas muy interesantes. Picos de Europa es un gran macizo con fama internacional, con grandes cavidades tanto en desarrollo como en profundidad, pero nos olvidamos de otras sierras menos importantes que a veces te dan sorpresas. Estamos localizando cavidades antiguas que fueron exploradas en los años 80 o 90 que ya en aquel momento eran espectaculares y hoy, gracias a los medios que tenemos de iluminación y de progreso dentro de las cuevas, llegamos a encontrar grandes volúmenes escondidos que son increíbles. La gente abandona estas zonas por la fascinación con Los Picos donde es relativamente fácil encontrar cuevas de envergadura, y es una pena.
Por ejemplo, es el caso de Cueva Huerta (Teverga), una cavidad en la que se retomó la exploración y la topografía y de los 14 km que había explorados se ha pasado a 22 km, siendo una de las mayores cavidades de Asturias en desarrollo. Está bien volver a retomar cosas pasadas, exploradas hace años ya que con los medios que disponemos ahora te pueden dar muchas sorpresas. La que comentas de Los Covazos es una de ellas.

“Picos de Europa es un gran macizo con fama internacional, con grandes cavidades tanto en desarrollo como en profundidad, pero nos olvidamos de otras sierras menos importantes que a veces te dan sorpresas”

-¿Hay en Asturias mucho que descubrir bajo tierra?
-En Picos de Europa hay muchísimo todavía, también en El Sueve, toda la zona caliza de Asturias. Del centro hacia el Oriente, es un terreno lleno de sorpresas. Es prácticamente imposible explorarlo todo en muchísimos años. Date cuenta que en Picos se explora desde los años 70 y desde entonces se han encontrado muchas cosas nuevas y grandes. Con eso te puedes hacer una idea.

-En todos los años que llevas haciendo espeleo ¿qué ha sido lo que más te ha sorprendido?
-Pues mira lo que te voy a decir… el trabajo en equipo y la relación que puedes llegar a tener con gente, tanto buena como mala. Son muchas horas de trabajo intenso, duro, que no está pagado. Un trabajo que no lleva un nombre propio no es nada individual, es una labor de equipo, colectiva, por eso los clubs son muy importantes.

“Todo está oscuro y sabes que cuando te vayas de allí seguirá estando oscuro. En muchos sitios incluso no volverá a entrar un ser humano, y eso quieras o no te marca”

-¿En qué momento unes la espeleología con la fotografía?
-La fotografía forma parte fundamental de cualquier cosa que quieras documentar desde mi punto de vista. Con un plano puedes hacer una realidad de lo que estás viendo, pero imagínate que ese dibujo lo complementas con imágenes reales, con fotografías. Las cosas cambian.

-¿Cuándo una fotografía deja de ser documento para convertirse en una obra de arte?
-Bueno, yo no lo veo así. Intento plasmar y reproducir el momento y el lugar; luego lo de la obra de arte… esas valoraciones os las dejo a vosotros. Hago otro tipo de fotos que sí las veo como arte, pero precisamente las de espeleología no las veo así.

-¿Qué importancia tiene la luz ahí abajo?
-La importancia de la luz es toda. Sin ella no verías nada ahí abajo. En lo relacionado con la fotografía es la que te ayuda a que una fotografía no sea plana. Te ayuda a mostrar volúmenes, formas, texturas, que puede haber en ese rincón. Las cosas emergen gracias a la luz y eso es lo verdaderamente difícil de reflejar para mí.

“Ahora somos muy poquitos en el Club porque la espeleología está un poco en decadencia, no hay un relevo generacional”

-Además das charlas y conferencias, ¿qué es lo más importante que intentas transmitir?
-Divulgar, dar a conocer el mundo de la espeleología que por desgracia es una actividad muy desconocida: vivimos bajo tierra, nadie nos ve (risas). Y cada vez que hay una oportunidad de hablar en público y me llaman, intento asistir. No es nada personal ni un intento de ponerme medallas sino aportar mi granito de arena, dar a conocer algo que mucha gente desconoce.

-Comentabas al principio que, lamentablemente, no había un relevo generacional en esta actividad deportiva.
-Muy poquito y cada vez menos. El otro día lo hablábamos en una conferencia que dimos aquí en Avilés, no hay renovación de gente joven, es un deporte minoritario y hay pocos federados.

Entrada a la Cueva de Tito Bustillo (Ribadesella)
Entrada a la Cueva de Tito Bustillo (Ribadesella)

-Tuvimos ocasión de entrevistar a Jesús Fernández Malvárez, uno de los descubridores de la Cueva de Tito Bustillo (Ribadesella) en 1968 y a día de hoy, seguía teniendo esa misma pasión por la profundidad, por el hallazgo, a pesar de su avanzada edad.
-Nos une lo mismo y es esa necesidad de explorar un nuevo mundo, como cuando el hombre fue a la Luna o descendió al fondo del mar. Es quedarte sorprendido ante lo que ves, sentirte un testigo privilegiado y decir, ¡hostia, soy el primero en estar aquí! Todo está oscuro y sabes que cuando te vayas de allí seguirá estando oscuro, en muchos sitios incluso no volverá a entrar un ser humano, y eso quieras o no te marca.

-¿Cuánto tiempo ocupa en tu vida la espeleo?
-Ahora poquito porque uno va teniendo una edad. Sigo activo, pero no a un nivel como cuando tenía treinta y pico años que la espeleo suponía el 80% de mi vida. Salías el fin de semana y luego en casa continuabas con la topografía, ordenando las fotos… En la actualidad hago un par de salidas al mes. Sigo activo porque eso no se olvida nunca.

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