Un puerto pesquero de renombre, unas playas poco explotadas y una gastronomía basada en pescados y mariscos frescos. El mar, en todas sus facetas, marca los ritmos de este ayuntamiento gallego, a un paso de la frontera asturiana.
Burela es un ayuntamiento de reciente creación, ya que perteneció hasta 1995 al vecino concejo de Cervo. Unos diez mil habitantes (número que crece en verano) ocupan una villa donde casi todo se ve nuevo, a un ritmo pausado y sin demasiados problemas. El puerto pesquero es uno de los más importantes de la Mariña lucense, tradicionalmente dedicado al bonito. Hoy en día en la lonja la variedad de pescado es la norma: caballa, rape, congrio y un largo etcétera donde destaca por méritos propios la merluza. Por eso la lonja es un espectáculo donde se venden extraordinarios pescados y mariscos, que crean una gastronomía de calidad indiscutible. Para visitar la subasta del pescado hay que pedir autorización previa, que suele concederse sin mayor problema, a cualquiera de las dos horas en las que se celebra: 6:30 de la mañana y 20:30 de la tarde.
«El puerto de Burela recoge toda la pesca de bajura y altura de la zona norte de Lugo, e incluso una parte de Asturias. A pesar de que tenemos una multinacional que da trabajo a mucha gente, la dependencia económica del puerto es cada día mayor», resume Basilio Otero, Patrón Mayor de la Cofradía de pescadores de Burela. La cofradía tiene casi un siglo de historia, y se mantiene en constante actividad, organizando a lo largo del año jornadas técnicas, encuentros de organizaciones pesqueras… cuenta además con un interesante archivo histórico, que se puede visitar con acceso libre y gratuito.
El Barco Museo Reina del Carmen es un antiguo bonitero restaurado en el que se pueden visitar todos los compartimentos, tanto los de cubierta como los del interior.
La pesca en Burela es un sector en auge: «A pesar de la crisis, el año pasado aumentamos la facturación un veinte por ciento. Incluso podríamos generar más empleo, pero los requisitos son complicados, ya que por un lado piden que la gente tenga determinados cursos, pero por el otro se han cortado los fondos para formación», explica Otero. En cualquier caso, las instalaciones del puerto siempre se están mejorando para facilitar el trabajo de los barcos y aumentar la ocupación. Actualmente se está trabajando en la ordenación interior de la dársena y en el futuro se planteará el dragado del puerto: «Esto sería lo más urgente -opina el Patrón Mayor- ya no sólo para que pudieran entrar barcos de mayor calado, sino porque los actuales ya tocan fondo con las bajamares».
Caminar por el puerto y el paseo marítimo es imprescindible para tomar el pulso de Burela, que viene marcado por los ritmos del mar. Tras el paseo el visitante puede recalar en el Barco Museo Reina del Carmen: un antiguo bonitero restaurado en el que se pueden visitar todos los compartimentos, tanto los de cubierta como los del interior: el puente de mando, la sala de máquinas, la bodega… cada espacio respeta la estructura original y da una idea ajustada del trabajo y las condiciones de vida de los boniteros, profesión de amplio arraigo y tradición en la zona.
Para visitar la lonja del pescado hay que pedir autorización previa, que suele concederse sin mayor problema, a cualquiera de las dos horas en las que se celebra: 6:30 de la mañana y 20:30 de la tarde.
La riqueza del mar ha atraído a gente de diversos lugares, y aquí se han llegado a contar hasta cuarenta nacionalidades distintas. Llama la atención una importante colonia de caboverdianos, venidos hace años para construir las instalaciones de la multinacional Alcoa, y que hoy ya van por la tercera generación y están perfectamente integrados. También hay indonesios, sudamericanos… muchos de ellos se dedican a la pesca o al sector servicios, otro de los campos en auge del concejo, que ha visto en los últimos tiempos como el turismo crece año a año, llamado por los encantos naturales de la zona.
Aquí SI hay playa
Dos banderas azules garantizan este verano la calidad de las playas locales, en A Marosa y O Portelo.
A Marosa es el principal arenal de Burela, entre la Punta das Laxes y Pena Grande. Tiene la típica forma de concha y es una playa muy frecuentada por los vecinos y visitantes de Burela, con un oleaje moderado que permite el baño con comodidad. Tiene buenos accesos y está dotada con los servicios básicos. Un aliciente es el área recreativa y deportiva del mismo nombre, en su parte superior.
La playa de O Portelo es la playa urbana de Burela, y por tanto tiene habitualmente un alto nivel de ocupación. Está ubicada entre la ensenada de Portelo y el puerto. Es tranquila, de oleaje moderado y bien equipada, así que resulta una playa cómoda por su proximidad y por la dotación de servicios.
En cualquiera de ellas pueden practicarse deportes acuáticos como surf y windsurf.
Además de éstas, más importantes, hay otras más pequeñas, menos conocidas y por tanto también menos frecuentadas, como es la Playa del Ril, un arenal de unos cien metros con forma de concha, o la Playa de O Cantiño, de cantos rodados. Está algo más aislada que el resto y se accede a pie, por lo que suele estar menos ocupada.
Para disfrutar de la costa de una forma diferente, en la Oficina de Turismo pueden organizar una visita a la zona de Castrelo, de gran valor geológico, ya que aquí confluye la Rasa Cantábrica y el llamado Batolito de San Cibrao-Burela, dos formaciones de altísimo interés. De este modo, la costa de Burela no deja de sorprender al visitante.
El verano en Burela es una fiesta
Tras celebrar en los meses de mayo y junio las Fiestas del Carmen, Burela se prepara para las actividades propias del verano. Este año con un nuevo reto: la Festa Castrexa.
Las Fiestas del Carmen han dejado un buen sabor de boca, con catorce días de diversión ininterrumpida -desde el 23 de mayo al 5 de junio, en los que se han dado cita todo tipo de actividades. La colorida imagen de las alfombras florales y las embarcaciones engalanadas quedarán grabadas en la retina de los bureleses hasta la próxima edición. Las patronales de los meses de mayo y junio son los festejos más esperados del año, pero no los únicos que disfruta esta bella localidad lucense, que encara el periodo estival con nuevas y apetecibles citas lúdicas.
El evento que mayor expectación está causando es la I Festa Castrexa que se celebrará el día 7 de julio.
La que mayor expectación está causando es sin duda la Festa Castrexa que se celebrará el día 7 de julio y que lleva meses alterando la vida de los vecinos del concejo, muchos de ellos afanados en la preparación de la indumentaria y complementos que se requieren para participar. El cartel reza que se hará «la Guerra de los clanes», así que para participar en muchas de las actividades del programa hay que formar parte de un clan. Es decir, presentarse en grupo. Pedro Fraga, presidente de la asociación de Comerciantes, ACIA Burela, explica en qué consiste este evento que se estrenará este año: «La fiesta va a durar todo el día, comenzando con un pregón a las once de la mañana. Se convocarán los «juegos castrexos», una especie de juegos olímpicos que disputarán los clanes. Para participar, cada clan tiene que estar formado por más de seis personas; por ejemplo, ya tenemos apuntado a uno que tiene 54. El grupo ganador de los juegos recibirá 500 € en metálico y el peso del jefe del clan en litros de cerveza. Ese día, la hostelería, restaurantes y bares ofrecerán tapas y menús relacionados con ese mundo».
Los clanes participantes podrán participar en otras actividades como la búsqueda del torques, premiada con 1.000 euros. Rifas, verbenas y un mercado celta que se prolongará durante los días 6, 7 y 8 completan una fiesta que ya tiene el éxito asegurado.
La Fiesta de San Cristóbal también tiene lugar este mes, al igual que la Romería del Monte Castelo, que se celebra el último fin de semana de julio, y reúne a numerosos grupos de amigos y familias dispuestos a disfrutar unos días con animadas comilonas y mucha música. La romería, organizada por la Asociación de Amigos del Monte Castelo, consigue que el mirador natural de Burela se pueble de casetas y tiendas que los asistentes instalan para permanecer varios días en esta concurrida fiesta.
La Fiesta del Bonito, declarada de Interés Turístico Gallego es todo un homenaje al mar, dada la vinculación de esta villa con la pesca.
Y si el mes de julio se presenta animado en la localidad, agosto no lo es menos. La Fiesta del Bonito, el primer sábado 4 de agosto está declarada de Interés Turístico Gallego y es todo un homenaje al mar, dada la vinculación de esta villa con la pesca. Durante la jornada se reparten más de tres mil kilos de bonito en raciones, cocinado de distintas maneras: en empanada, a la brasa, cocido… Ninguno de los asistentes se quedará sin degustar su ración de bonito, a precios asequibles. Además, el encuentro se ameniza con juegos populares relacionados de una u otra manera con la cultura del mar. El primer fin de semana del mes también tiene lugar la Feria Produart en el puerto de la localidad. La Feria cumple su décima edición ofreciendo en la mayor parte de sus expositores productos artesanales, principalmente relacionados con el sector de alimentación y el comercio justo, además de otras artesanías relacionadas con el cuero, la marquetería, joyas, muebles, etc.
Si no ha sido posible degustar el bonito durante las jornadas gastronómicas, todavía hay ocasión en la Fiesta que organiza el Club Náutico de Burela a finales de agosto, frente a sus instalaciones. Allí se espera una gran «bonitada» en la que podrán participar socios y no socios.