En la parroquia de Oles (Villaviciosa) se encuentra la capilla románica de La Lloraza dedicada a Santa Eulalia. La antigüedad de la misma dio pie a la creencia de que había sido construida por los míticos moros y que bajo las losas del pórtico había un tesoro de oro enterrado, en otras versiones se trataba de una pita con pitinos de oro. También se decía que bajo la capilla pasaba un camino de oro. Próxima a la capilla había una antigua malatería, a comienzos del siglo XX en una finca próxima se encontró una estela discoidea, de piedra de 82 cm. de altura por 40 cm. de ancho en el disco superior. Si bien contaba con algún tipo de inscripción la erosión impide su lectura, quizás tuvo alguna finalidad funeraria. En la actualidad se encuentra incrustada en una pared del palacio de L’Agüera, en Priesca, (Villaviciosa).
La larga tradición asturiana de leyendas de moros y tesoros ocultos hizo que su hallazgo se mitificase y quedase en la memoria colectiva como la tapadera de piedra de un misterioso pisón que estaba lleno de oro molido. En este tipo de leyendas los descubridores desconocen su contenido y lo esparcen pensando que se trata de ceniza. No se percataron de su error hasta que no lo ven brillar, pero entonces es demasiado tarde para poder recogerlo.
Esta estela podría datarse de los tiempos de la ocupación romana y es posible que la construcción de la capilla viniese a cristianizar algún lugar de culto anterior. En los capiteles del arco de entrada pueden verse interesantes representaciones de ballesteros, guerreros con escudo de cometa y la caza del jabalí entre otras.