Xuro nun tornar, último disco de Luis Núñez y Los Folgazanes, tiene un denominador común que le aporta una personalidad especial: todas las canciones se han escrito en asturiano y todas fueron grabadas y mezcladas en los estudios CMG de Gijón excepto la que da nombre al disco, que fue grabada en los estudios ACME de Avilés. Asturias suena de una manera mágica y Luis Núñez lo tiene claro.
«Un hombre no se hace viejo con los años, sino cuando se le acaban las ilusiones y los sueños». Este es el credo alrededor del cual gira actualmente la vida de Luis Núñez. Enamorado de la música desde siempre y docente durante diez años, ha publicado recientemente «Xuro nun tornar», un disco en el que se ha rodeado de amigos dispuestos a pasar un buen rato disfrutando de lo que más les gusta: la música.
-¿Qué has querido conseguir con este proyecto musical?
-Siempre me dediqué a la música pero luego estuve diez años dedicado a la docencia. Como técnico trabajé en una escuela taller dando clases de iluminación y sonido, porque a mí, lo que no me gusta, es malvivir de la música. Mientras estuve trabajando creé mi propio estudio de grabación y, hace tres o cuatro años, surgió la idea de hacer algo de música en asturiano y compuse unas canciones que están en el disco anterior. Estuve tocando en Escocia, en Francia y a la gente le gustaba mucho lo que estaba haciendo. Además, tenía una asignatura pendiente con muchos músicos que querían colaborar conmigo. Siempre digo lo mismo: o tienes tiempo, o tienes dinero. Si tienes dinero no hay problema, grabas donde quieres y con los músicos que quieres. Pero si tienes tiempo, siempre puedes hacer un trabajo más pausado. Yo dudo de mi capacidad de contador de historias así que llamo a un escritor para que me ayude con los textos, o a un productor para que me ayude con la producción del disco con lo cual, lo que hago, es derivar trabajo como compositor a diferentes ramas y así colaboro con más gente, me siento más vivo y disfruto de lo que hago.
«Nunca fui abanderado de nada pero hay una cosa que me gusta mucho y es que vivimos y somos de aquí»
-El disco tiene todas las letras en asturiano con textos de la escritora Susana Sela. ¿Es tu manera de reivindicar lo nuestro?
-Tenía muchas músicas creadas pero no tenía historias para ellas. Susana Sela es una escritora con una gran capacidad para crear situaciones y contar historias. Muchas veces mis ideas son disparatadas pero, en la pluma de un escritor, adquieren relieve y cierto peso literario. A esto le añades la música y la coordinación de producción y salen muy buenos temas.
Nunca fui abanderado de nada pero hay una cosa que me gusta mucho y es que vivimos y somos de aquí. Últimamente creo mucho en la palabra, pienso que ya está todo muy quemado y es lo único que nos queda: reivindicar de dónde somos y lo que buscamos. Lo que busco es vivir bien en una región como la nuestra, mantener nuestras tradiciones y, sobre todo, no sentirme acosado por nada ni por nadie.
-Has contado con el apoyo de Factoría Cultural de Avilés, ¿cómo se gestó su colaboración en este proyecto?
-Trabajé cerca de dos años en sus instalaciones dando clases en un proyecto de iluminación y sonido, y en ese tiempo hice muchas colaboraciones desinteresadas con el Centro. Cuando acabé el disco, pensaba en entregarlo a una discográfica, empecé a mover hilos y, en un momento determinado, vino la directora con una persona del centro, les puse el disco y les encantó. Ellos dijeron que igual que editaban para otros, podían hacer una pequeña edición de quinientos ejemplares. Así lo hicimos y ya han desaparecido todas las copias.
«Hoy en día, lo de ser músico y hacer música es un ejercicio de resistencia»
-Has creado tu propio sello discográfico. ¿Es difícil vivir de la creación musical?
-Como decía un amigo mío: hoy en día, lo de ser músico y hacer música es un ejercicio de resistencia. Hay que resistir a toda costa, pero hay que tener mucha fe. Recuerdo que el primer festival que hubo en Asturias de rock, se hizo en Gijón y lo gané con una canción que había escrito para ese concurso. A partir de ahí empecé a tocar con varias bandas y empecé a crear varios grupos hasta que por fin, hice un grupo que se llamó «Fuera de serie», con el que grabé cuatro discos. La banda fue creciendo, me instalé en Madrid donde estuve unos diez años, estuve a punto de sacar un disco con Virgin pero se lió bastante con otras cuestiones y al final no salió. La banda se disolvió, pero yo me quedé en Madrid trabajando con un pianista que ahora está tocando con gente bastante importante. Mientras estuve allí estudié técnico de sonido pero luego me vine para Asturias porque prefería trabajar en algo que me gustaba y dedicar mi tiempo libre a componer y hacer mis canciones.