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miércoles 4, diciembre 2024

Staytons. El sonido que traspasa fronteras

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Pocos pueden decir que ganan todos los concursos a los que se presentan, o que al menos, obtienen un meritorio segundo puesto. Y esto es lo que ha experimentado Staytons desde que salieron a la escena musical. Tal vez, porque la juventud de esta banda asturiana es compatible con un sonido maduro que se sustenta sobre fuertes vocaciones musicales.

Juanvi Stroup, voz, teclados y guitarra de Staytons
Juanvi Stroup

El inicio de este grupo en 2017 no pudo ser mejor: segundos en el Concurso de Rock Ciudad de Oviedo, ganadores del Concurso de maquetas de CISLAN y primer puesto también en el Concurso de maquetas del Instituto Asturiano de la Juventud. En 2018, tras ganar el Talento Ribera, pudieron participar en Sonorama, uno de los gigantes en cuestión de festivales nacionales, aunque la experiencia no terminó ahí. Al año siguiente pudieron probar el escenario en la cita del verano madrileño, el Mad Cool. Todo por méritos propios, ya que para llegar hasta ahí tuvieron que superar a cerca de mil bandas de treinta países.

La combinación de esta banda rock que bebe de estilos diferentes como el folk, blues, country o jazz ha irrumpido con fuerza en el panorama musical. El grupo tiene en Villaviciosa su base de operaciones, aunque uno de sus jóvenes componentes, el vocalista Juanvi Stroup, tiene raíces americanas. Esto explica que la mayor parte de sus canciones, hasta la fecha, sean en inglés y las influencias de la música negra.

Juanvi es quien responde a las preguntas que le formulamos tras contarnos que la banda recibe su nombre del pueblo de Stayton, en el estado de Oregón (EEUU), donde reside su familia.

-¿Qué objetivo unifica a los integrantes del grupo?
-Siempre es hacer música funky, música que sea reminiscente de los temas que escuchamos en casa en esos años que descubres la música a través de tus padres, la música que luego nos pasamos entre amigos. Rock clásico, soul, música negra… que provocan un efecto muy visceral en la gente y consiguen que baile. Queremos traer eso a la actualidad.

“Queremos conservar lo que ha funcionado en una esencia que sea reconocible pero no repetida”

-Hace un tiempo habíais comentado que estabais en camino de construir un grupo reconocible, ¿habéis dado pasos en ese sentido?
-Tenemos todavía muchísimo camino por recorrer y si es que encontramos nuestro punto reconocible, seguramente cambiará. Es difícil encontrar una identidad propia que no cambie con los años, sobre todo en un grupo que es joven y que siempre está buscando nuevas cosas.

También hay que decir que estamos componiendo y preparando muchas canciones para lo que será un LP completo y en ellas reconocemos cosas de otras anteriores. Tienen un algo que recuerda a temas del primer disco y que lo queremos conservar porque es lo que la gente pretende escuchar cuando pone nuestra música.

-Vuestro sonido es fruto de una gran variedad de estilos. ¿Existe un lenguaje universal en vuestra música?
-Yo creo que sí, que la música en sí es universal. No sé qué es lo que tiene, si es el ritmo o la melodía, pero sí es universal y en el sentido rítmico queremos dar un lenguaje que pueda entender todo el mundo, fuera ya de los idiomas en los que se cante y de los diferentes países y ambientes a los que pueda llegar a través de las plataformas digitales.

-De puertas para adentro, cuando estáis preparando y grabando temas, ¿qué necesitáis para sentiros en el buen camino?
-El momento de la creación tiene mucho que ver con añadir una buena sección rítmica. Antes de que lleguen al local, las canciones suelen nacer en nuestras casas con una melodía. A veces a Venti se le ocurren un par de acordes que luego me pasa, yo también los miro y luego se los paso a Andrés, pero todo acaba de cuajar en el momento en que encontramos una buena estructura, una buena línea narrativa dentro de la canción.

Tiene mucho que ver con tener algo que mantenga a la gente esperando por la siguiente estrofa, esperando para que rompa el estribillo y que piense que la canción ya ha dado todo lo que tiene pero que en realidad puede dar más. Es como un juego, de qué es lo que esperan de ti y cuándo.

“Tenemos la suerte de no estar sujetos a ningún tipo de expectativa ni por la gente, ni por la discográfica. Intentamos utilizar eso y sentirnos libres, experimentar buscando algo que sea sorprendente, algo importante para grupos que estamos luchando por meternos en festivales”

-En vuestro primer trabajo, Singularity, marcasteis una pauta de diversidad.
-Sí, Singularity es poco narrativo, la primera canción no tiene nada que ver con la última y lo del medio intenta hacer de puente. Tenemos la suerte de no estar sujetos a ningún tipo de expectativa ni por la gente, ni por la discográfica. Así que intentamos utilizar eso y sentirnos libres, experimentar buscando algo que sea sorprendente, algo importante para grupos que estamos luchando por meternos en festivales. Los géneros se van disolviendo cada vez más y sobre todo hoy en día, tienes que buscarte un rango de sonidos mucho mayor.

-Estáis preparando un nuevo trabajo. ¿Cómo os lo planteáis? ¿Buscáis registros diferentes o preferís seguir alguna línea que ha funcionado?
-Queremos conservar lo que ha funcionado en una esencia que sea reconocible pero no repetida. Si una canción X ha encontrado su público y ha conectado con la gente, intentamos descifrarla y descomponerla de nuevo para ver qué es lo que ha funcionado y qué es lo seguimos sintiendo sobre eso que queremos seguir diciendo. Intentamos predecir qué es lo que la gente espera de nosotros y cómo sorprenderles.
Queremos reflejar la música que escuchamos hoy y no la que escuchamos hace dos años cuando publicamos nuestro primer disco.

-La madurez de vuestra música contrasta con la juventud de la banda y de sus componentes, que no superáis la veintena. ¿Cómo valoráis vuestra evolución?
-Los primeros años son en los que más cambios experimentas y también en los que más maduras. Lo haces en muchos sentidos, en el sentido del local, en cómo tocas con tus colegas y empiezas a entender qué puedes hacer con tu instrumento para aportar y no restar. Luego que el tema sea una obra más ‘madura’ digamos que tiene que ver con lo que escuchas, una persona es tan buena como su colección de discos o de libros. Si escuchas música con la intensidad e intención de querer hacer la tuya propia, da igual la edad que tengas porque vas a poder decirlo tan bien como la gente que has escuchado.

Staytons

-Si alguien coge la letra de Ciudad Habitual sin ver la fecha de su creación pensaría que fue creada recientemente para los héroes del coronavirus. ¿Pueden las canciones transformarse y adquirir nuevos significados?
-Cuando escribes lo haces sobre algo, pero es curiosa la forma en que gira el mundo y muchas veces puedes encontrar un segundo sentido. Cosas que son esenciales acaban reapareciendo en otros lugares y momentos, por eso las canciones que tienen muchísimos años siguen siendo relevantes… Nosotros estamos encantados de que nuestra primera canción en español haya cogido este significado. La escribí pensando en la gente común que todos los días se levanta y hace especial cualquier sitio. Las cosas grandes no solo pasan en los sitios grandes.

-¿Para qué os sirvió el confinamiento?
-Nos sirvió para escucharnos más los unos a los otros, para cierto progreso en las canciones desde un punto de vista más individual, para escuchar muchos discos y también para nutrirnos de nuevas referencias. Y eso se nota ahora al volver al local y vernos las caras a través de las mascarillas: nos hemos reencontrado más maduros y refrescados.

“El destino que tú te creas tiene muchísimo que ver con el esfuerzo que pones en ponerte a buscarlo”

-Hace poco pedías en un vídeo el apoyo para las salas de música en directo. ¿La música tiene que ir unida al compromiso?
-Hay que comprometerse con todas las partes que la hacen funcionar. Las salas han sido los lugares donde literalmente hemos empezado a sonar y que una persona que gestiona una sala se comprometa a contratar y dejar su local a un grupo que no es seguro, que no le garantiza un rendimiento económico y que ponga su confianza en él es algo a valorar, pero que poca gente ve.
Las salas están muy afectadas por la crisis y es nuestro deber darles la visibilidad que antes ellas nos dieron a nosotros.

-¿Podrías visualizar la vida sin la música?
-Muy difícilmente, igual visualizarla sí, pero no escucharla. Es algo muy inherente en la vida de los cinco, ahora mismo hacemos movimientos para ensayar un par de horas a la semana que igual no son rentables, pero los encontramos necesarios, y si no lo hiciésemos de esa forma lo haríamos de otra. Tenemos la suerte de habernos encontrado y de poder tener la oportunidad de compartir lo que es tan necesario para nosotros con otra gente que lo encuentra también necesario.

-¿El trabajo duro lleva a encontrar ese destino que quieres?
-El destino que tú te creas tiene muchísimo que ver con el esfuerzo que tú pones en ponerte a buscarlo. Las cosas acaban pasando no por casualidad. Ese trabajo duro, la forma en que te presentas, cómo te mejoras y te desarrollas como persona y músico tienen que ver con las oportunidades para que ocurran ciertas ‘casualidades’. Cuanto más trabajo, más oportunidades deberían presentársete.

“El confinamiento nos sirvió para escucharnos más los unos a los otros, para cierto progreso en las canciones desde un punto de vista más individual, para escuchar muchos discos y también para nutrirnos de nuevas referencias. Nos hemos reencontrado más maduros y refrescados”

-Seguís con Igor Paskual ¿qué aporta trabajar con un músico de largo recorrido como él?
-Lo primero, muchísima experiencia. Es una persona que ha tocado muchos palos de la música y con mucha gente. Su rol en Babylon Chat y con Loquillo, además de tocar la guitarra, también ha sido el de creador de canciones, eso es muy importante. Es un personaje muy hacia dentro que nos orienta en cómo creamos canciones, cómo las tocamos y cómo nos presentamos encima del escenario. Funciona especialmente bien con nuestro grupo, mantiene siempre el contacto y siempre con la oreja puesta para que todo suene bien. Tiene muchísimo valor para nosotros.

-¿Uno de sus apuntes ha sido el de ayudar al equilibrio vocal, realzando este instrumento?
-Sí, yo creo que una de las características que tiene todo el pop rock muy trabajado y producido es que tiene mucho espacio para la voz, las producciones e instrumentaciones son sencillas, no por ello poco variadas, y cada uno hace una cosa muy concreta para dejar espacios para la voz. Y eso solo lo sabe una persona que ha producido muchísimo.

-Estáis en una fase de nueva creación, ¿de qué banco de emociones tiráis para encontrar inspiración?
-Es difícil, esto me lo pregunto yo muchas veces cuando me pongo a escribir. Y no sabría decir concretamente qué es lo que estoy sintiendo y de dónde viene. Canciones de amor, canciones sobre la sociedad, sobre la gente, sobre todo son estos dos temas, pero según del hecho del que provengan tienen una fuerza distinta.

En el nuevo trabajo que estamos preparando estamos buscando una cohesión entera, una temática y qué es lo que nosotros como cinco chavales de Asturias, jovenzuelos, blanquitos, tenemos que decir a toda la diversidad de gente que después se puede topar con esta música. Qué es lo que nosotros sentimos para poder tener la autoridad de escribir y decir ‘esto es lo que yo siento’ y abrirnos. Tiene mucho que ver con experiencias personales y con cosas que observamos en otras personas que nos gustan o no nos gustan, gente que ha entrado en nuestra vida y que luego aparece en las canciones.

“En el nuevo TRABAJO que estamos preparando estamos buscando una cohesión entera, una temática y qué es lo que nosotros como cinco chavales de Asturias, jovenzuelos y blanquitos tenemos que decir a toda la diversidad de gente que después se puede topar con esta música”

-¿Llegar a través de la vulnerabilidad, desnudar el alma es la única manera de llegar al público?
-No sé si es la única forma de llegar al oyente pero sí confío en que es la forma de mantenerse y de mantenerse relevante dentro de la vida de una persona. La honestidad a la hora de escribir canciones es algo muy difícil porque cada uno habla desde su propia perspectiva. No es una honestidad documental, pero tiene que tener una base muy importante de verdad y universalidad para que otra persona la escuche, se quede con ella y después del concierto se acerque a darte las gracias porque la canción le ha llegado. Cuando pasa esto es cuando piensas ‘esta canción está hablando de verdad y tiene algo que decir’.

-¿Cuál es el momento más especial que recuerdas en este sentido?
-El caso de una chica que vino a hablar conmigo después de un concierto en Oviedo, el año pasado. Una canción había tenido especial relevancia para ella, se había sentido identificada con lo que hablaba y le había ayudado para ciertos hechos familiares que estaba viviendo. Esto es mucho más fuerte que todo lo que pueda gritar el público cuando estás tocando el single de un disco en directo y es a lo que tienes que aspirar cuando escribes nuevas canciones.
También es muy especial cuando en los conciertos ves caras repetidas y, como en el caso de uno que venía de Aranda de Duero, te dicen que vienen a Asturias a verte.

“Una persona es tan buena como su colección de discos o de libros”

-Habéis ganado muchos concursos o al menos hecho podio. ¿Por qué creéis que tenéis tan buen feeling en este tipo de eventos?
-Queremos creer que lo que los jurados o la gente encuentra en el grupo y les hace decidir y apostar por nosotros es la química, la cohesión que ven en nosotros, que lo estamos pasando tan bien, que nos estamos comunicando.

-¿Hasta dónde os gustaría llegar?
-Para empezar, no sé si nadie sabe hasta dónde puede llegar. Un punto muy importante para nosotros sería pasar esa barrera del idioma. Como hasta ahora la mayor parte de nuestras canciones han sido en inglés, estamos introduciendo canciones en español para intentar conquistar España. Sería estúpido ignorar el contexto en el que estamos viviendo todos, aquí en Asturias, y entre buenísima música española que también escuchamos y nos incita a escribir. Pero después queremos conectar con aquellos que se sienten más identificados con las canciones que responden a la esencia del grupo en origen, y que no hay que olvidar que tiene que ver con el pueblo de mi familia, Stayton. Esta es una barrera que aún está lejos, pero sería un momento en el que sentiría que hemos llegado a un antes y a un después.


Stayons debutaron en 2018 con el CD Singularity (Boomerang Discos), bajo la producción de Igor Paskual (guitarrista y compositor de Loquillo). En 2019 editaron el EP KidStuff.

El grupo lo forman cinco amigos:
Juanvi Stroup: voz, teclados y guitarra
Venti Sariego: guitarra y voces
Luis Ángel Sánchez: trompeta y percusión
Andrés Ribera: bajo y coros
Íñigo Samaniego (Noan): batería (nueva incorporación)

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