El artista de hoy ya ha pasado por este Rincón. Es Carlos Malde. Tras probar con varias técnicas, encontró en el pastel la forma más sencilla de que el arte que lleva dentro fluya. “Muchas veces, en la falta de artificios, es donde mejor se ven las cosas”, dice. Pero hoy, tal vez sea el mejor momento para dejar de lado los tecnicismos y centrarnos en algo más importante a través de la historia que hay detrás de sus cuadros:
Cuando el pulso empezó a fallar y los trazos dejaron de ser tan precisos, su primer pensamiento fue guardar el lienzo en el trastero, meter las pinturas en un cajón y que sus días empezaran a ser un poco más grises. La vergüenza, el verse limitado, la cabeza (que siempre juega malas pasadas)… fueron momentos de dudas y de necesitar que alguien le recordase que no pasa nada, que lo importante siempre es seguir, apostar por lo que te hace sentir vivo y no dejar que eso que algunos se han empeñado en llamar enfermedad, te condicione.
Y resulta que cuando por fin tomó la decisión de no guardar los colores en el cajón, descubrió otras realidades: una profe que le da la firmeza que sus trazos muchas veces necesitan; unas compañeras de pintura que son lo mejor porque vienen de vuelta en la vida, se ríen de todo y hacen de las clases un entorno seguro en el que se siente tremendamente cómodo. Y que su familia y amigos tienen la suerte de que sus casas tengan rincones con olor a salitre y paredes llenas de flores: “Nunca me habían regalado flores y he de reconocer que es una sensación muy agradable, más cuando no las esperas. Estas llegaron por sorpresa y son muy especiales por lo que significan”, dice una persona cercana a él.
La historia de hoy va de arte, pero también de conferir un sentido a lo que hacemos. De brindar por la empatía. De celebrar que, cuando vemos que alguien nos necesita, todos nos volvemos un poco mejores y que, la vida, la de verdad, siempre se abre camino.
Gracias a @elisaenmarcaciones por el trabajo tan exquisito y elegante que hace. Por ser capaz de destacar todavía más la belleza.