Tres de los parques eólicos más importantes de Asturias llevan el sello de E.ON. Bodenaya, Sierra de Tineo y Pico Gallo, el primero en entrar en funcionamiento en el Principado. Entre los tres suman 86 MW de potencia instalada y participan del extraordinario desarrollo del sector eólico en nuestra Comunidad.
-Como empresa comprometida con el desarrollo de las energías renovables, ¿cómo evolucionará su importancia en nuestro país, de cara a aliviar nuestra dependencia energética?
-Creemos que el futuro energético pasa necesariamente por el desarrollo de las energías renovables y la reducción de emisiones. Éste es un tema de especial relevancia en países como España, con unos recursos eólicos y solares que nos aportan importantes ventajas competitivas frente a otras regiones europeas.
En el contexto actual -de déficit tarifario, inestabilidad regulatoria y escasez de inversión-, es necesario fomentar la competitividad de las tecnologías renovables si queremos asegurar su proyección en el largo plazo. No conviene olvidar que, junto con el desarrollo de las energías renovables, es necesaria la implantación de tecnologías necesarias para la integración de éstas en el sistema, como son el refuerzo de las interconexiones internacionales, los sistemas de almacenamiento o las redes inteligentes, además del mantenimiento de energías de respaldo, energía térmica, hidráulica, etc., que aporten la correspondiente flexibilidad al sistema.
-¿Qué valoración merece el gran desarrollo que el sector eólico ha experimentado en Asturias en los últimos años?
-El caso de Asturias es un claro ejemplo más del potencial que tiene nuestro país para el desarrollo de este tipo de energías. Sus más de 500 MW instalados en un total de 20 parques, contribuyen de forma decisiva al aporte eólico nacional y de la propia región y sitúan a la provincia como un área estratégica en la zona del norte de España. Nuestros tres parques eólicos, Bodenaya, Sierra de Tineo y Pico Gallo, pretenden aportar la máxima eficiencia e innovación en este tipo de tecnologías.
-Con la retirada de las ayudas a las renovables y el aumento de los impuestos ¿cómo se presenta el futuro para las eólicas en nuestro país?
-Actualmente, el sector energético en general, no solo el eólico, se enfrenta a un periodo complicado, sumido en la inestabilidad y en la incertidumbre regulatoria, lo que ha provocado un parón en las inversiones.
El futuro del sector eólico, como el de muchos otros, pasa por la necesidad de adaptarse al entorno económico, apostar por la innovación, mejorar la eficiencia, optimizar los recursos, etc.; en definitiva, factores a los que antes se daba menos importancia, pero que ahora son clave y que hay que asumir y aplicar en todos los ámbitos. Y es que en un momento como éste, lo que marcará la diferencia entre las empresas será su capacidad de adaptación y su innovación. Sin innovación no hay futuro, y menos aún en un sector como el energético.
Por ello, en E.ON nos preocupamos por ofrecer una energía asequible, suministrada de forma segura y respetuosa con el medioambiente, atentos a cubrir las necesidades y a resolver los problemas de forma cercana y eficiente. En este sentido, realizamos importantes inversiones en la modernización de nuestras centrales, en nuevas tecnologías de generación renovable, en redes inteligentes y en definitiva, en ofrecer soluciones eficientes que nos permitan ofrecer una energía mejor y más limpia en aquellas zonas en las que operamos.
-¿Qué vías de expansión estudia E.ON para los próximos años?
-En los últimos cinco años, E.ON ha realizado inversiones por más de 7.000 millones de euros en proyectos relacionados con las energías renovables. Además, en 2011 el Grupo anunció una nueva inversión, entre el pasado año 2012 y 2016, de 7.000 millones de euros en energías renovables, especialmente en parques eólicos marinos, como el de London Array, en las costas de Gran Bretaña, que cuando entre en funcionamiento a mediados de este año será el más grande del mundo; sin olvidar, por supuesto, que en España disponemos de más de 450 MW de potencia instalada en energía renovable, entre energía eólica, solar y biomasa.
Sin embargo, aunque el desarrollo de las energías renovables es fundamental en nuestra cartera de activos de generación, creemos que para poder contar con un suministro energético sostenible y fiable es absolutamente necesario disponer de un mix energético diversificado, que cuente con la participación de las diferentes tecnologías, que sea competitivo frente al de otros países y financiable, ya que de otro modo difícilmente podrá ser una realidad. Sin duda, las tecnologías renovables son una de las principales palancas necesarias para alcanzar este mix.