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viernes 29, noviembre 2024

Diego Garot. Kafka & CO, un nuevo concepto de librería

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Los libros aquí siguen siendo los protagonistas, pero dejan de estar amontonados por las estanterías, mesas y suelo, y forman un agradable espacio por el que el comprador puede vagar libremente en busca de su título deseado o sorprenderse con alguno insospechado mientras se toma un café. Pero aquí pasan muchas más cosas.
Diego Garot y Andrea Alcón son los creadores de la librería independiente Kafka & CO, un espacio cultural único en Oviedo, abierto a todos los públicos.

-¿Cómo y cuándo surgió la idea de poner en marcha este proyecto? ¿Quiénes están detrás de él?
-Andrea y yo queríamos hacer algo juntos. A nivel personal siempre tuve vivo el sueño de tener una librería. Por su parte, Andrea es ilustradora y ya habíamos comercializado alguno de sus productos -cuadernos, láminas, chapas, marcapáginas- donde utilizábamos originales juegos de palabras, frases de la cultura popular, estribillos de canciones conocidas, dichos populares… con personas de la ‘alta cultura’ tanto del mundo del arte, de la literatura, de la filosofía. Queríamos tener nuestro propio espacio para poder venderlos. Así que decidimos unir ambas ideas, así nace Kafka & CO.

-Apostar por un negocio orientado a la cultura según están las cosas, ¿no os dio un poco de vértigo?
-Claro que sí. Desde que abrimos en diciembre de 2022 hasta junio, yo estuve compatibilizándolo con mi trabajo de profesor en un colegio a media jornada. A partir de septiembre pedí una excedencia y ahora estoy totalmente volcado en la librería. Es un poco de riesgo, pero quise apostar al cien por cien por este proyecto para ver realmente hasta donde podemos escalar.

“Yo siempre tuve vivo el sueño de tener una librería. Andrea es ilustradora y queríamos tener nuestro propio espacio para poder vender sus creaciones. Así que decidimos unir ambas ideas, así nace Kafka & CO”

-¿Qué nos podemos encontrar en Kafka & CO?
-Pues una selección de libros muy cuidada. Somos una librería pequeña y eso nos obliga a escoger, no como otros espacios que tienen prácticamente todos los libros que les facilitan los distribuidores. Tenemos la suerte de contar con clientes que tienen bastante buen gusto -por lo menos bajo nuestro punto de vista-; tendemos a la narrativa, pero también tenemos ensayo. Estamos muy pendientes de las editoriales independientes, aunque también disponemos de libros de las grandes editoriales. Tenemos un autoservicio de bebidas, ahí nos inspiramos en una librería de Madrid que se llama La Buena Vida, pero tampoco copiamos ese modelo donde vemos que lo que es el bar propiamente dicho acaba ‘comiéndose’ todo lo demás. Queremos que la librería sea lo principal y el autoservicio, secundario, un apoyo cuando por ejemplo hagamos presentaciones, sesiones vermut o cualquier otra actividad.
Complementando el catálogo de libros nuevos están también los de segunda mano, y una zona de papelería con diseños exclusivos hechos por nosotros.

-¿Cuál dirías que es vuestro sello o marca personal?
-Hacer de este espacio un lugar agradable donde la gente se sienta a gusto. Hay personas que vienen con prisa, quieren su libro y marchan. Buscamos que el cliente repita, que se eche un tiempo en la librería, que se tome algo mientras busca. Queremos que este sea un espacio de encuentro, también por los eventos que hacemos, los talleres infantiles que hace Andrea, con los autores que hacen aquí su presentación…
Hicimos un escape room literario pensando en los más pequeños, apostamos por este tipo de público porque la literatura infantil tiene bastante éxito.

“Buscamos que el cliente repita, que se eche un tiempo en la librería, que se tome algo mientras busca. Queremos que este sea un espacio de encuentro”

Firma del libro "La última guerra del rey de Israel", de Sergio Calleja, en la librería Kafka & CO
Firma del libro «La última guerra del rey de Israel», de Sergio del Molino.

-Una cosa es montar una librería y otra muy distinta, dar alma a ese espacio. ¿En qué consiste el oficio de librero?
-Lo estamos descubriendo poco a poco. Siempre nos gustaron los libros, pero ser librero es bastante más complicado. Antes de abrir hicimos cursos de gestión de librerías, pero la profesión de librero la vas descubriendo poco a poco, va más allá de lo mercantil y exige habilidades específicas. También tiene su parte tediosa como abrir y cerrar cajas, estar al tanto de todo lo que recibes, de lo que tienes para luego poder recomendarlo. Si un determinado cliente busca un libro de viajes o de cultura japonesa, tenemos que saber por dónde podemos orientarle y en ese sentido, tanto Andrea como yo, nos sentimos seguros porque conocemos los libros que tenemos aquí.

-Alguien dijo que “la librería ideal no es la que tiene el libro que andas buscando, sino la que te vende el libro que no sabías que querías”. ¿Estás de acuerdo?
-Bueno… a lo mejor la ideal es la que tiene ambas cosas. Pero sí, en ocasiones hemos recomendado algún autor o libro y luego esa persona vuelve demandando más obras de ese mismo autor. Nos pasó con la sevillana Sara Mesa o con el autor guatemalteco Eduardo Halfon, en estos y otros casos dimos totalmente en el clavo. No vale cualquier libro para cualquier persona, ni tan siquiera para cualquier momento aún tratándose de la misma persona. No somos infalibles, ni mucho menos, pero sí nos esforzamos por acertar con el cliente.

“La gente ahora busca lugares donde ir sin prisa, sin estrés, donde se encuentre a gusto mientras busca el título que quiere. Ayuda el trato que le des al cliente, el que tengas bebidas, que hagas presentaciones, charlas… casi casi como un club social”

Diego y Andrea con el escritor Sergio Calleja
Diego y Andrea con el escritor Sergio del Molino.

-¿Cómo ha evolucionado el concepto de librería en estos últimos años?
-Pues no en todos los sitios de la misma manera. Hace poco estuvimos de vacaciones en Reino Unido y observamos que había menos librerías que aquí en España. Los libros los adquirías en tiendas normales, de shopping o de ONG’s como Oxfam lo cual está muy bien porque incluyen libros de segunda mano. No encuentras la típica librería, sino esas que son cadenas.
En España sí creo que han evolucionado. La gente ahora busca lugares donde ir sin prisa, sin estrés, donde se encuentre a gusto mientras busca el título que quiere. Ayuda el trato que le des al cliente, el que tengas bebidas, que hagas presentaciones, charlas… casi casi como un club social. Creo que las librerías se están convirtiendo en lugares de encuentro que sirven para dinamizar la vida cultural.
La realidad es que se están cerrando más librerías de las que se abren, esa es una obviedad y además, es peligroso, por eso las librerías se tienen que reinventar, cada una a su estilo, o bien especializarse mucho.

-¿Cuánto daño hace Amazon a las librerías? ¿Cómo hacer frente a esta competencia feroz?
-Es algo inevitable, Amazon forma parte de la vida de las personas. Aun así, muchos de nuestros clientes ni se plantean esta opción, incluso en el caso de que Amazon fuera más rápido que nosotros -que muchas veces no lo es-. Es un público que no se plantea la compra de libros por Internet, prefieren venir a una librería, y no sólo para apoyar el comercio local o de barrio -nosotros no estamos en el centro-, sino porque valoran el trato, la conversación, los consejos… eso Amazon o la web de La Casa del Libro no se lo van a ofrecer nunca. A ello le sumas otras experiencias como poder compartir opiniones con otros lectores en base un determinado libro, asistir a un club de lectura… También hay gente que compra casi de forma inconsciente porque tiene la página de Amazon como inicio cuando abren el navegador y compran todo por ahí sin plantearse nada. Eso creo que puede hacer mucho daño a la vida comercial de los barrios y de pequeñas ciudades.

“Hay determinado público que no se plantea la compra de libros por Internet, prefieren venir a una librería, y no sólo para apoyar el comercio local o de barrio, sino porque valoran el trato, la conversación, los consejos…”

Taller para niños en la librería y rincón de lectura infantil.
Taller para niños en la librería y rincón de lectura infantil.

“Nos interesa mucho el público infantil y juvenil, queremos seguir moviendo cosas con ellos”

-En todos los campos creativos suelen haber modas. ¿Crees que en el mundo editorial estamos pasando por alguna, en cuanto a estilos o temáticas?
-Como todo, eso se verá mejor con el paso de los años y la distancia. Ahora observo que hay mucha literatura del ‘yo’, en primera persona, contrariamente a lo que ocurría hace una década donde se escribía más en tercera persona. La literatura ahora mezcla la ficción y la no ficción. Ese juego de ficcionar la realidad, proteger la intimidad del autor/a diciendo que esa obra es pura ficción. A nivel editorial están las grandes de siempre que tienen su propio mercado y hay un auge de pequeñas editoriales independientes que están sacando títulos de autores muy reconocidos.

-He leído que en España se editan un promedio de casi doscientos libros al día. No hay librería capaz de afrontar ese volumen. ¿Está sobredimensionado el mercado editorial?
-Ya te digo que la nuestra no puede afrontarlo por las dimensiones que tiene, lo cual hasta cierto punto te ayuda a hacer un proceso de selección más exhaustivo y cuidado.
Las grandes superficies no tienen ese problema y cogen todo lo que les llega. Nosotros estamos atentos a las novedades, pero consideramos que también deben tener presencia las no novedades. Nos hemos convertido un poco en librería de fondo, de manera que tenemos títulos de hace diez o veinte años o de hace un mes porque nos interesa. Y todo esto convive aquí. Estos títulos los ofrecemos en nuestras redes sociales, en nuestro escaparate, damos cobertura a los libros que se lo merecen. A lo mejor sale un libro hoy y si no se le atiende lo suficiente un mes después acaba sepultado por otros libros que acaban de salir.
Si eso debiera de cambiar o no, a lo mejor la respuesta la tendrían que dar más las propias editoriales que a lo mejor podrían filtrar más pero claro, están en competencia con las otras editoriales que siguen sacando títulos y más títulos. Ese es otro mundo.

“Nosotros estamos atentos a las novedades, pero consideramos que también deben tener presencia las no novedades. Nos hemos convertido un poco en librería de fondo, de manera que tenemos títulos de hace diez o veinte años o de hace un mes porque nos interesa”

Librería Kafka & CO

-¿Qué tiene el libro de segunda mano que no tenga uno nuevo?
-A pesar de lo que me comentabas de la cantidad de libros nuevos que salen cada día, hay muchos que están descatalogados. ¿Dónde los puedes encontrar? Pues sólo en el mercado de segunda mano. Al margen de esto también hay gente que prefiere el libro usado bien sea porque el precio es algo menor o porque le encuentra su encanto. Como aquí no tenemos espacio, en el almacén tenemos acumulados muchos libros, también en casa, así que de vez en cuando vamos renovando títulos. Son libros que pueden tener veinte años, pero al fin y al cabo son nuevos en el contexto de la librería. Hay gente muy aficionada al libro de segunda mano y se nota un cierto revivir de este tipo de libros desde hace unos años. Nuestra intención fue aunar un poco estos dos mercados y completar el catálogo; esto es algo que no se hace en la mayoría de las librerías.

“Estamos muy pendientes de las editoriales independientes, aunque también tenemos libros de las grandes editoriales”

-Hablábamos antes de la evolución de las librerías… ¿crees que el lector también ha evolucionado?
-Sí, y costaría saber qué fue lo primero, si la evolución del lector que demanda otro tipo de librerías o viceversa. Andrea y yo echábamos en falta este tipo de librerías en Oviedo porque no existen ahora, pero sí antes. Ahí estaba Santa Teresa, por ejemplo, en la calle Covadonga que tuvo su zona de bar, de librería y también tenían muchos eventos. Desapareció y como no había nada parecido decidimos crearla nosotros. En Gijón sí hay más librerías de este estilo. Lectores y librerías creo que van de la mano, incluso me atrevería a decir que son los lectores los que van por delante.

-Recuerdo que hace quince años había voces apocalípticas que decían que el libro en papel tenía los días contados. Y sin embargo ahí sigue.
-La mayoría de los lectores sigue prefiriendo el libro en papel. Y digo preferir porque algunos lo compatibilizan. En ese sentido no hay riesgo en que uno se coma al otro.

-¿Qué perspectivas de futuro tenéis?
-¡¡¡Uff!!! proyectos e ideas muchísimas. Y tiempo, no suficiente para hacerlo todo. La comercialización de nuestros productos de papelería va bien, en los siguientes meses vamos a darle más impulso todavía. Nos interesa mucho el público infantil y juvenil, queremos seguir moviendo cosas con ellos. También continuar con eventos y presentaciones, con el club de lectura, con talleres… seguir haciendo de la librería un espacio donde siempre estén ocurriendo cosas.

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