Así como respira, sueña y piensa a la vez y esas ideas luego las convierte en ‘saraos’, como dice esta asturiana cuando le preguntan a qué se dedica. En cada proyecto que organiza le gusta poner a prueba su talento creativo e innovador. Con ello ha conseguido meterse al público en el bolsillo. Ama lo que hace y tiene la suerte de disfrutar haciendo lo que le apasiona. Raquel Baragaño Acebal, productora y organizadora de eventos, es el alma mater de festivales como Mercazoco o Fartukarte.
-¿A qué se dedica Raquel Baragaño?
-Llevo la friolera de diez años dedicándome a producir y organizar eventos, ser autónoma durante tanto tiempo -según están las cosas- creo que es todo un reto. Organizo Mercazoco Market en Oviedo que tiene cuatro ediciones al año (marzo, mayo, noviembre y diciembre); Fartukarte -festival Food Trucks- en Ribadesella, la última semana de agosto y hasta antes de la pandemia organizaba también el Autocaravan Van Festival. Ahora estamos preparando dos eventos para este año que creo que van a resultar muy bien porque son muy novedosos. Todos los eventos -en la medida de lo posible- van dirigidos al ocio familiar y en todos hay también zona market.
Después de la pandemia, mi marido Raúl Martín y yo nos vimos obligados a trabajar juntos porque él es videografo y fotógrafo de bodas desde hace doce años y durante la pandemia como los sectores donde trabajábamos quedaron paradísimos tuvimos que reinventarnos. Creamos la empresa La Kabra Tira Al Monte y comenzamos a trabajar para Turismo del Principado y de otras comunidades; luego se sumaron alojamientos rurales y ahora tenemos una cartera de clientes bastante amplia, así que estamos muy agradecidos.
“Latidocc (Latidos del Occidente) es un proyecto que sale del corazón porque el occidente asturiano nos cautivó. Creemos que es un diamante en bruto y necesita proyección”
-Creo que estáis dando forma a un proyecto en la zona del occidente asturiano que va a ser muy ambicioso.
-Sí, se llama Latidocc (Latidos del Occidente) y es uno de esos dos proyectos nuevos que están en gestación. Queremos tenerlo preparado para octubre. Vamos a meter allí a un grupo de gente con mucho tirón que durante una semana mostrarán al mundo las riquezas, bondades y zonas desconocidas del occidente astur. Es un proyecto que sale del corazón porque aquella zona nos cautivó, creemos que es un diamante en bruto y que necesita proyección.
-¿Qué fue lo que más os atrajo del occidente?
-El occidente lo tiene todo. Naturaleza, gastronomía, historia, es fuente de sabiduría, de arraigo y tradiciones. Las personas son muy cariñosas, acogedoras, les encanta enseñarte cosas, son muy buenos anfitriones. Tienen un turismo espectacular y como no te sueles encontrar a nadie lo tienes todo para ti solo. Me da pena que estén en el ostracismo. Los concejos del occidente tienen mucho que ofrecer. Es un lugar donde siempre que vas descubres algo nuevo que te deja con la boca abierta.
“Para todo el que se dedica a esto, la intuición es algo fundamental y si no la tienes debes de desarrollarla. Presentar ideas nuevas siempre es tarea complicada”
-¿Qué parte de intuición tiene el trabajo que realizas?
-Para todo el que se dedica a esto, la intuición es algo fundamental y si no la tienes debes de desarrollarla. Presentar ideas nuevas siempre es tarea complicada. Cuando empezamos con Mercazoco había muy pocos mercados de esas características, era un concepto que la gente no entendía en aquel momento, pero yo estaba convencida en que aquello iba a funcionar como así fue. Si haces ‘más de lo mismo’ no enganchas a la gente, no la motivas. Tienes que guiarte por la intuición para proyectar cosas nuevas. Las ideas siempre me surgen cuando estoy de viaje porque oxigenas la mente, parece que estoy más perceptiva y veo las cosas con otros ojos. Nunca organizo eventos para otros, lo hago para mí y eso es más complicado porque al final te tienes que encargar de todo.
-Mercazoco y Fartukarte ya tienen identidad propia dentro del calendario de cultural y festivo asturiano. ¿Cuántas horas de trabajo hay detrás de un evento de este tipo y qué es lo más complicado de gestionar?
-Aunque soy una persona muy metódica, en el caso de las horas de trabajo, los ingresos y los gastos es algo que no cuento. Me entrego y ya está. Por ejemplo, Fartukarte que es en agosto está preparándose desde enero. Son eventos que exigen mucha coordinación, en este caso por ejemplo con el Ayuntamiento, Protección Civil, Policía Local, los partners… es mucho papeleo para que todo esté en regla y todo salga perfecto. Ahí lo único que queda fuera de nuestra organización es el tiempo que haga ese día. ¿Lo más complicado? Sin duda lo burocrático. Es lo que ralentiza todo y hasta te quita la ilusión en momentos concretos. En este caso no hablo del Ayuntamiento que siempre nos abre puertas y hacen que las cosas sean fáciles.
-Supongo que todo esto no podrás gestionarlo tú sola. ¿Cuántas personas trabajan contigo?
-Sin mi equipo de trabajo no sería nada, pero tampoco sin los miles de visitantes que acuden a los eventos, ni sin los expositores… es un conglomerado muy grande de personas que hacen que todo esto sea posible. Yo podría decirse que soy la cabeza visible, también la cabeza de turco cuando toca (risas), por eso siempre me gusta agradecer la labor de mi equipo de trabajo que lo forman amigos y hasta hermanos, somos una gran familia. También tengo que estar muy agradecida a la gente que confía en mí a la hora de apuntarse a un evento -expositores, proveedores, patrocinadores-, sin ellos, nada de esto existiría. Y a ello tengo que añadir que además me aguantan… Soy una persona muy exigente a la que le gustan las cosas bien hechas.
-Hablando de exigencia, dices que la calidad es una palabra asociada a los eventos que organizas. ¿Cómo velas por ello?
-Es algo que siempre intento, aunque a veces no lo consiga. Al final trabajas con gente que tiene su propio parecer y su forma de vida. ¿Cómo velo por esa calidad? Estando ahí como decía mi abuelo: “El que tiene hacienda que la atienda y si no que la venda”. Fartukarte por ejemplo es un titán que se mueve muy despacio pero cuando el evento está en funcionamiento las cosas pasan muy rápido. Si la persona que lo lleva no está, el resto de la cadena se rompe, además en paralelo hay que mover las redes sociales. En Mercazoco ahora tenemos una lista de espera muy grande, pero hemos tenido épocas en las que no llenábamos una edición y a lo mejor tenía que echar mano de algún producto que a priori no me convencía mucho.
-Con tanto trasiego, unas veces las cosas saldrán bien y otras mal. ¿Qué es lo más importante que has aprendido de tus fracasos?
-Una lección fundamental y es que para subir no tienes que pisar a nadie porque cuando bajas te vas a volver a encontrar a esa gente a la que le pisaste la cabeza. La humildad es algo que mis padres me inculcaron desde pequeña pero cuando estás en la cresta de la ola, más si eres joven como yo era entonces, no piensas en esas cosas. Con los años la humildad y la generosidad se han convertido en mis baluartes. También he aprendido a ser más paciente, a priorizar la salud por encima de otras cosas, a pensar que todo tiene una solución, aunque sea mala y a trabajar con mucha antelación, no dejar las cosas para última hora porque los contratiempos siempre surgen.
“Todo lo nuevo asusta, no se confía en las primeras veces, algo que me produce mucha pena. Cuesta salir de la zona de confort. A las personas que somos más aventureras no nos importa tirarnos a la piscina, pero mover a la gente, motivarla, resulta una tarea más complicada”
-De todos estos eventos que organizas, ¿cuál dirías que ha sido tu apuesta más arriesgada?
-Lo más arriesgado por la normativa que hay en Asturias en la actualidad es Autocaravan Van Festival porque iba un poco a contracorriente. Las autocaravanas y furgonetas en el Principado no están bien vistas. Yo con este evento quería dar a conocer este mundo y aunar fuerzas con empresas de turismo activo que viven de esto. La primera edición fue en San Juan de la Arena (Soto del Barco) y aunque salió bien para mí fue nefasto porque perdí mucho dinero. La segunda la organizamos en Infiesto (Piloña) y tuvo muy buena acogida, pero personalmente acabé muy mal. Hay muchos intereses, presiones para desprestigiar al mundo del autocaravaning, un mundo del que muchos hablan y pocos conocen. Creo que el turismo itinerante nos podría dar mucha riqueza y podría avivar concejos como el occidente que se está apagando, pero la realidad es que la legislación en Asturias en este momento es muy dura al respecto y también muy laxa. Supongo que haremos otra edición, pero no sé cuándo.
-En una ocasión comentaste que “esta sociedad no está preparada para experimentar nuevas sensaciones o dar oportunidades a grandes ideas”, ¿sigues pensando lo mismo?
-Eso lo dije hace tiempo, pero con los años lo confirmo. Todo lo nuevo asusta, no se confía en las primeras veces, algo que me produce mucha pena. A todos más o menos nos gusta vivir en una zona de confort y cuesta salir de ella; a las personas que son más aventureras, como yo, no nos importa tirarnos a la piscina, pero mover a la gente resulta una tarea complicada.
“Sin mi equipo de trabajo no sería nada, pero tampoco sin los miles de visitantes que acuden a los eventos, ni sin los expositores… es un conglomerado muy grande de personas que hacen que todo esto sea posible”
-También organizas recogida de residuos en playas, cauces de ríos y lagos. Has realizado la mayor recogida de residuos de la historia en Asturias congregando a más de mil personas. ¿Cómo surgió esta iniciativa?
-Mi familia tenía una tienda de productos ecológicos en Nava que se llamaba Yebio y ahí empezamos a tomar conciencia de la importancia de la alimentación saludable, del cuidado del medioambiente y del reciclaje. Concienciar a las nuevas generaciones de todo esto me parece algo importante y yo no sabía cómo hacerlo. Estaba un día en la playa de Xagó (Gozón) acompañando a mi pareja que es surfista y me llamó la atención la cantidad de basura que se acumula en ese arenal especialmente en invierno -en verano limpian la playa-. Tiene mareas vivas que arrastran todo hacia la playa. Así que le dije a Raúl que había que organizar una recogida de basura, y me comentó: ‘Venga, inténtalo’. Aquello resultó increíble. La iniciativa en redes la compartió desde Jon Kortajarena, Pelayo Díaz, Lara Álvarez… allí nos reunimos 1.385 personas y recogimos más de cuatro toneladas de basura en la playa. Nunca se había conseguido juntar a tanta gente para limpiar una playa. Para esta iniciativa trabajamos con los chicos de Biodevas, una asociación ambiental de aquí de Asturias que hace un trabajo maravilloso. Ellos dieron una charla sobre esta problemática y nos dimos cuenta de que aún queda mucho camino por recorrer, falta mucha educación ambiental en los colegios, en casa… Luego organizamos una espicha y Trabanco nos cedió la sidra.
“Conseguimos reunir a 1.385 personas y recogimos más de cuatro toneladas de basura en la playa de Xagó (Gozón)”
-Estás continuamente ‘pariendo ideas’… ¿qué poder tiene la curiosidad en tu vida?
-Veo una luz al final del túnel por el que hace tiempo que no transita nadie y ahí voy yo. Me encantan los eventos clandestinos, esos a los que vas y no sabes lo que te espera. Muchas veces mi curiosidad me lleva a ahondar en temas o en cosas que luego pienso, ¿quién me manda meterme aquí? En ocasiones me llaman diciendo: “Raquel, tú que conoces a mucha gente ¿me puedes ayudar en esto?”. Siempre digo que sí. Tengo mi cabeza siempre en ebullición. Me han propuesto una idea que me parece extravagante, pero posiblemente diga que sí por el simple hecho de ver qué pasa… ¿y si funciona? Pongo toda mi ilusión en cada cosa que pongo en marcha. La curiosidad, según me han dicho mis padres, es algo que tengo muy despierta desde pequeña. Ya por aquel entonces montaba mercadillos en el pueblo con pulseras, y cosas que yo misma creaba.
-¿Qué hacías antes de descubrir tu vocación?
-He trabajado en mil historias, he hecho de todo, desde fregar portales, cuidar niños…, fui azafata de vuelo -estudié para eso-, trabajé para RedBull muchos años; fui secretaria de la discoteca Pachá en Ibiza, allí ayudaba a organizar eventos para ellos y también para mí. Ahí di mis primeros pasos en este mundillo. Regresé a Asturias y trabajé como ejecutiva de cuentas en agencias de marketing. Ahora organizo los eventos que te he comentado y también muevo las redes sociales con mi marido.
“No me encontrarás en un bar por la noche tomándome un cubata, ¡soy diurna! Es más fácil que me encuentres en el monte o en la playa antes que en un bar. Amo la naturaleza, es algo que me recarga”
-¿Dónde podemos encontrar a Raquel Baragaño cuando no trabaja?
-En mi casa, soy muy casera y familiar o en nuestra autocaravana. Tenemos una con la que nos movemos por toda España. Y eso para mí es una fuente de vida: viajar, desconectar, pasar tiempo con mi marido y con mi hijastra no tiene precio. También con mi familia, mis padres que están delicadines de salud, mis cuatro hermanos intentamos… cada vez que podemos nos vamos al pueblo para estar juntos, o cogemos la autocaravana. No me encontrarás en un bar por la noche tomándome un cubata, ¡soy diurna! Es más fácil que me encuentres en el monte o en la playa antes que en un bar. Amo la naturaleza, es algo que me recarga.
-Gracias por tu sinceridad.
-¡Mira, otra cosa no, pero sincera lo soy a rabiar! Aprovecho para comentarte algo que me gustaría diferenciar. Muchas veces contactan conmigo porque tengo una comunidad de seguidores en Instagram (@raque_cake) de más de 30.000 personas, pero quiero dejar claro que yo no soy una influencer. Mi marido crea contenido profesional para distintas marcas y yo los divulgo en las redes sociales para promocionarlos, ayudarles a ampliar mercados, a llegar a más gente, a mejorar sus ventas… Eso no tiene nada que ver con el mundo influencer. Muchas veces una marca te contrata para que tú influencies en las personas. Yo lo que hago es presentar el trabajo de un profesional con doce años de experiencia al gran público.