Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales.
El 28 de abril es el día en que recordamos a los trabajadores y trabajadoras que fallecen cada año así como a los que resultan lesionados y los que enferman debido a un trabajo y a lugares de trabajo inseguros, insalubres, o insostenibles.
Históricamente, la Jornada Internacional de Conmemoración (JIC) tiene sus raíces en el movimiento sindical canadiense cuyas acciones dieron lugar al primer reconocimiento gubernamental del 28 de abril, cuando Canadá aprobó en 1989 el proyecto de ley C-223 para el “Día de duelo”.
Ese mismo año, la central sindical AFL-CIO de los Estados Unidos adoptó igualmente el 28 de abril como día nacional para los trabajadores en ese país.
El 28 de abril se convirtió en una “jornada internacional” en 1996 en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, cuando una delegación de la Agrupación Global Unions encendió una vela e incienso para conmemorar a los trabajadores y trabajadoras fallecidos o que cayeron enfermos a causa de su trabajo, así como para promover el trabajo decente y lugares de trabajo sostenibles.
Inspirados en los eventos relacionados con el incendio en la fábrica de juguetes Kader en 1993, escogieron la celebración especial del “Día del lugar de trabajo” organizado por representantes del movimiento sindical internacional en la Comisión de la ONU sobre desarrollo sostenible (CDS) en Nueva York, para inaugurar esta tradición.
Desde la celebración histórica de 1996 en la ONU, el movimiento laboral internacional ha conmemorado y promovido el 28 de abril en todo el mundo, y está actualmente reconocido oficialmente por los gobiernos nacionales en diecinueve países o territorios. En 2005 se inició un proceso para que la Asamblea General de la ONU adopte oficialmente el 28 de abril.
El 28 de abril es mucho más que un ‘memorial’ para recordar a las víctimas del pasado. Es una jornada de duelo, pero también es un día de acción.
El 28 de abril es mucho más que un ‘memorial’ para recordar a las víctimas del pasado. Llama también la atención sobre los que están vivos, pero que continúan expuestos al riesgo de lesiones o muerte, sirviendo así para transformar simbólicamente los sentimientos de duelo, pérdida y sufrimiento en una acción positiva a favor del diálogo y el cambio. Por este motivo, el 28 de abril tiene una perspectiva de futuro, es una jornada de duelo, pero también es un día de acción.
Somos conscientes de que ahora, más que nunca, nuestro principal objetivo es conseguir una Asturias más segura y saludable, un empeño en el que Gobierno, Sindicatos y Patronal estamos comprometidos, realidad que se comprueba a través del análisis de las políticas desarrolladas en esta materia, fruto del necesario acuerdo social y de la influencia, seguramente junto a otros factores, que el despliegue de nuestra actividad institucional tiene en la reducción del índice de siniestralidad laboral en el Principado de Asturias.