A pesar de ser un tema de vital importancia, no se conoce ningún estudio o investigación sobre el tema de la salud de la mujer en la empresa. Razón más que suficiente para que la Asociación Mujer Empresa (ASEM), en coordinación con el Ayuntamiento de Gijón, organizase las primeras Jornadas sobre el tema.
La convocatoria tuvo lugar el pasado mes de diciembre en el Instituto Jovellanos de Gijón y estuvo coordinada por Elena Fernández, Secretaria General de ASEM. El objetivo de la I Jornada Salud, Mujer y Empresa era proponer una plataforma para innovar y crear una nueva idea de empresa donde la educación y promoción de la salud de todas las personas, empezando por las propias mujeres, sea un objetivo a conseguir.
El criterio que se ha venido empleando de salud en el trabajo ha estado tradicionalmente enfocado en la ausencia de enfermedad y no en el bienestar físico, mental y social de las personas, tal y como lo define la OMS. Este fue un importante punto de partida. En segundo lugar, se puso de manifiesto que la salud en el trabajo no puede articularse de la misma manera para el componente femenino que para el masculino, ya que las circunstancias y formas de vida de uno y otro son distintas. «Las mujeres tenemos más esperanza de vida», recordaba en su intervención Marián Uría, socióloga de la salud. «A partir de los 75 años prácticamente duplicamos a la de los hombres.
«Las mujeres tenemos más expectativas de vida pero padecemos más enfermedades crónicas, por consiguiente, tenemos peor calidad de vida». Marian Uría, socióloga.
Vivimos más pero también padecemos más enfermedades crónicas -tensión alta, artrosis, reuma, cervicales, lumbares- y por consiguiente, tenemos peor calidad de vida». A ello hay que añadir la invisibilidad del trabajo realizado por la mujer dentro del hogar. La incorporación al mercado laboral ha supuesto en la mayoría de los casos más carga de trabajo para la mujer que debe «cumplir» en los dos ámbitos: laboral y doméstico. Esta acumulación de tareas se traduce en un incremento de riesgos en el ámbito laboral ligado a la sobrecarga y al estrés, según datos facilitados por Uría: «de ahí la importancia de la racionalización de horarios de trabajo para poder conciliar la vida familiar y laboral. Estamos en el mercado laboral con una mochila que nos traemos de casa, y eso, lo acabamos pagando».
«La enfermedad es un mensaje de nuestro organismo que nos dice que algo va mal». Karmelo Bizkarra, Médico.
Karmelo Bizkarra, Director Médico del Centro de Salud Vita Zuhaizpe comenzó su intervención explicando que la salud no esla ausencia de enfermedad, como comúnmente pensamos. «Esos síntomas que llamamos enfermedad son reacciones del organismo que nos avisan de que algo va mal dentro de nosotros mismos y con lo que nos rodea. Es una especie de mensaje abierto de nuestro organismo que nos dice que hemos perdido el equilibrio y debemos recuperarlo». Si con esta visión echamos una ojeada a las enfermedades más comunes que padecen las mujeres, «veremos que detrás de ellas hay sentimientos reprimidos, falta de expresión, rabia contenida, miedos, hábitos de familia heredados, frases negativas escuchadas desde que éramos pequeños o modelos sociales -ritmos- que hemos incorporado a nuestra vida. Hace más daño lo que no se ve, lo que ‘ocultamos’ que lo visible». Bizkarra concluyó con dos claves: «La salud es ser lo que soy y vivir el aquí y ahora. Y eso, sólo depende de nosotros».
La jornada finalizó con un world café, dirigido por la psicóloga Nieves Tresguerres, miembro de ASEM, donde se recogieron ideas, sugerencias, reflexiones de los asistentes sobre el tema objeto del encuentro.
Sin duda, un interesante primer paso que desde ASEM esperan que tendrá continuidad.
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