La humanidad tiene por delante un programa ambicioso para abordar los principales problemas ambientales y sociales que la amenazan. En el año 2015, 193 Estados miembro de las Naciones Unidas aprobaron la Agenda 2030 que se concreta a través de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que a su vez se desglosan en 169 metas. Son 17 objetivos para mejorar el mundo acabando con la pobreza, la discriminación, la desigualdad, la destrucción medioambiental…
Lejos de estar destinados a los Estados, los ODS incumben a la sociedad civil y a las empresas. Para estas últimas constituyen una guía que les permite identificar si generan un impacto positivo en la sociedad. Además los datos avalan que las acciones emprendidas en este contexto a través de la RSC repercuten directamente en el modelo de negocio a corto, medio y largo plazo, no solo mejorando su reputación si no reportando beneficios económicos.