Ubicado en Ciudad Naranco, el Polígono de Ferreros tiene todas las ventajas e inconvenientes de un polígono incluido en el casco urbano, a sólo medio kilómetro del centro de Oviedo.
En los años sesenta, con el boom económico de la década, muchos empresarios ovetenses buscaban un lugar donde instalar o ampliar sus negocios. Así surgieron varios polígonos clásicos en Asturias, que si bien cuentan con el factor de la veteranía, también sufren determinadas carencias típicas de áreas industriales a las que les faltó en su momento una planificación global. El polígono de Ferreros surgió poco a poco, por iniciativa del empresario Julián Rodríguez, que vio la idoneidad de esa ubicación. Por aquel entonces Ciudad Naranco era una zona cercana a la ciudad, pero evidentemente no tenía la ocupación residencial que ostenta hoy en día. El efecto llamada fue atrayendo empresas, hasta crear una zona industrial que actualmente está plenamente integrada en la capital del Principado.
De este modo, los servicios municipales básicos funcionan perfectamente: el Ayuntamiento se encarga de proporcionar las
infraestructuras, servicio de recogida de basuras, luz, etc. También el acceso a las telecomunicaciones facilita el trabajo, y desde luego la cercanía a oficinas bancarias, mensajería, gestorías, administración, servicios de hostelería… Todas las ventajas de estar prácticamente en el centro.
Los servicios básicos dependen del Ayuntamiento de Oviedo, y funcionan perfectamente: infraestructuras, servicio de recogida de basuras, luz…
El tráfico, un problema
Sin embargo, la alta ocupación de la zona trae aparejados problemas de circulación y de ordenación del tráfico. Desde la Asociación de Empresarios se denuncia que la mejora del acceso de la calle Nicolás Soria aún no está operativa, pese a que es responsabilidad de FEVE acometer las obras. La escasez de aparcamientos es acuciante, aunque se ha encontrado una pequeña solución que viene a paliar el problema, al menos de manera temporal.
Existe un solar anexo al polígono, que el Ayuntamiento ha puesto a disposición de los usuarios para aparcar. Está previsto que esos terrenos se utilicen en la futura construcción de la Ronda Norte, aún sin fecha de inicio, pero mientras no comienzan las obras el Consistorio propuso a la Asociación de Empresarios del polígono que dispusieran de ese espacio para habilitar un aparcamiento. Los empresarios podrían acondicionar el terreno siempre y cuando soportaran los costes económicos, y con la condición de dejar el espacio libre cuando comiencen los trabajos de la Ronda. Con el temor de no disponer de tiempo para amortizar la inversión, los empresarios no aceptaron el acuerdo, de modo que en la práctica el solar no está preparado pero se utiliza como aparcamiento. Esto ayuda a solventar el problema, pero todo el mundo es consciente de que se trata de una solución temporal, y de que en algún momento habrá que tomar medidas.
La alta ocupación de la zona trae aparejados problemas de circulación y de ordenación del tráfico. De momento, se ha habilitado un solar como aparcamiento temporal.
La más radical consiste en la relocalización de las empresas en otras áreas industriales cercanas a la ciudad. Es una idea planteada por el Ayuntamiento, que permitiría reciclar una zona tradicionalmente industrial y convertirla en residencial. La Federación APIA aprueba la idea, y los propios empresarios afectados no se muestran en contra, aunque reconocen que sería un proceso complicado, y les preocupan las molestias y los gastos derivados de un traslado a gran escala como ése.
De momento, pues, la Asociación de Empresarios se centra en pequeñas mejoras, como el ya mencionado acceso a la calle Nicolás Soria o la solicitud de un punto limpio que ya se ha realizado en el Ayuntamiento, y está pendiente de respuesta. La ubicación propuesta es junto al nuevo hotel que se ha inaugurado anexo al polígono, y permitirá que las aproximadamente cien empresas de la zona hagan un planteamiento mucho más sostenible de su actividad.