Diego Vélez. Asociación de Empresarios del Polígono de Riaño

La Asociación de Empresarios del Polígono trabaja para cuidar la calidad laboral de la zona, revisando la situación de los servicios y buscando puntos a mejorar. Al frente de la misma se halla el empresario Diego Vélez.

-Se cumplen veinte años de la construcción de Riaño I. Luego vinieron Riaño II y Riaño III, proyectos que nacieron con la idea de absorber el desempleo generado por la crisis de la minería. ¿Se puede hacer un balance positivo de estos tres polígonos?
-Sí, se puede. En su momento, cuando surgió la idea de crear un polígono industrial, la gente no creía en ello. Lo que he escuchado de aquella época era que la gente no creía en la idea de levantar una especie de “barrios industriales” fuera de los núcleos de población. Hoy realmente se puede decir que el balance es muy positivo, porque concentrar empresas en un lugar, buscar sinergias entre ellas, hacer común el abastecimiento de servicios, todo eso ha sido un gran paso adelante. Personalmente creo que el hecho de estar inmerso en un entorno industrial motiva más para la superación que el estar solo y aislado, rodeado de viviendas.
-Se hablaba en su día de 2010 para terminar las obras de Riaño IV. ¿Cómo van los plazos?
-La información que tengo es que están en la fase de estudios y trámites legales; hay que expropiar algunos terrenos y están en ello. Es complicado el tema del trámite burocrático, pero sí es un hecho que se va a realizar.

‘Las comunicaciones han mejorado muchísimo. La Autovía Minera fue un gran avance en su momento, y la nueva fase también dará mucha accesibilidad’

-¿Y qué se puede comentar de Riaño V?
-De momento poco. Será una fase posterior con la que se pretende hacer crecer al polígono. Se haría como continuación hacia El Viso, después del matadero.
-Riaño siempre ha tenido una ubicación estratégica, mejorada por las buenas comunicaciones. ¿Queda algo pendiente en este sentido?
-Lo cierto es que en el apartado de las comunicaciones se ha mejorado muchísimo. La Autovía Minera fue un gran avance en su momento; ahora se está abordando otra fase, la del desdoblamiento de los túneles, que también dará mucha accesibilidad y mucha vida al polígono. Lo que desconozco es cómo van a ser los plazos de ejecución y de finalización de la obra. Espero que realmente haya medios e interés en que esto salga adelante, y no se vuelquen esos fondos a otras necesidades.

‘El hecho de estar inmerso en un entorno industrial motiva más para la superación que el estar solo y aislado, rodeado de viviendas’

-Una de las cuentas pendientes es el tema de las señalizaciones, para que clientes, proveedores y visitantes puedan orientarse sin dificultades.
-Sí. Realmente ahí lo que falla es el tema burocrático. Es más complicado todo el papeleo para colocar cuatro letreros, que el hecho de realmente colocarlos. No se sabe de quién dependen las cosas: de Carreteras, del Principado o del Ayuntamiento. No hay una regulación clara, por lo que ellos mismos se pierden. Y al final, el que lo paga es el empresario. Nosotros llevamos aquí diez años y todavía no está bien señalizado cómo llegar. Esto es un error garrafal para el desarrollo de los polígonos. Si a las dificultades de crear una empresa se suman las de tipo burocrático, las cosas no avanzan como deberían.
-¿Qué importancia tiene el tirón industrial que se ejerce desde los polígonos para afrontar la crisis?
-Mucha, porque somos generadores de empleo. En los polígonos la crisis se nota. El flujo de transportes y de personas se ha reducido muchísimo, y también la dinámica de negocio. Hay muchas empresas que están tratando de mantenerse a flote en sus mínimos, porque la mayoría de la industria vive de una u otra manera de la construcción, y al fallar eso repercute en todos.

‘Los polígonos son importantes para afrontar la crisis, porque somos generadores de empleo’

-El año pasado APIA eligió esta zona de Langreo para la entrega de sus premios anuales ¿es un reconocimiento al buen hacer de los polígonos de la zona?
-Yo creo que el interés de APIA también es darle importancia a Asturias en su conjunto, haciendo que la atención no se enfoque sólo a los polígonos industriales de la zona central. Por eso desplazarse un poco hacia los costados, venir a estos valles, es una forma de reconocimiento a la labor que hacemos aquí.
-La relación con el Ayuntamiento en los últimos años siempre ha sido buena.
-Sí, porque siempre ha habido intereses comunes. Y lo cierto es que cada vez hay más lazos de unión, hay mejor trabajo, más comunicación. Y no es fácil, porque la buena sintonía hay que crearla y para eso las partes tienen que estar dispuestas a dialogar. Poco a poco nosotros hemos conseguido llegar a consensos, lo que es positivo para todos.
-¿Qué valoración puede hacer del polígono ahora mismo?
-La valoración es positiva. Por suerte no caminamos para atrás sino que seguimos en la lucha y ganando batallas, estamos mejorando. Hay puntos por solucionar, como el problema del tráfico, el tema de la seguridad, la concienciación de los beneficios del asociacionismo, la participación, etc. Yo creo que si fuésemos más y estuviésemos más unidos, las cosas irían mejor y más fácilmente. Lo que ocurre es que al final son cuatro los que luchan y otros cuarenta los que critican. Falta que cada uno mire para sí y se pregunte cómo puede participar para mejorar eso que hacen los demás.
Sin embargo estamos tratando de engranar las entidades de trabajo en cuanto a empresas, como por ejemplo ENA, la Asociación de Empresarios del Valle del Nalón. A través de ellos tratamos de unir todo este entramado, y yo creo que es muy importante, porque las necesidades son casi comunes para todos. Yo tengo la suerte de participar en la junta directiva de ENA, también en la de APIA y de estar aquí de presidente de esta Asociación, de modo que tengo acceso a mucha información, y puedo transmitir estos intereses a todas estas entidades, para así ir poco a poco ganando batallas.