Recién asumida la presidencia de la Asociación de Empresarios del Polígono de Riaño II y III, José Enrique Cima afronta retos tan importantes como mejorar la seguridad dentro del área industrial y gestionar la instalación de señalizaciones. Aunque los efectos de la crisis se dejan sentir en el concejo, se está trabajando por mantener la unidad y el compromiso de todos los empresarios.
-Acaba de tomar el relevo de la dirección del polígono. ¿Mantendrá una línea continuista en la gestión o va a introducir cambios?
-El organigrama de la asociación sigue siendo parecido. Diego Vélez, que se hizo cargo de la presidencia de Apia, continúa como vocal y el vicepresidente sigue siendo el mismo, aunque también entró alguna persona nueva.
Esta nueva etapa la abordamos con muchas ganas, sobre todo porque somos conscientes de que a día de hoy aún hay gente en el polígono que no sabe de la existencia de la asociación. En ese sentido tenemos previsto comenzar a realizar actividades que nos den a conocer, tanto para debatir y analizar temas que nos preocupan, como otro tipo de eventos con un carácter más lúdico, deportivo, etc.
-¿Qué le supone asumir esa responsabilidad?
-La verdad es que con la colaboración que estoy teniendo me lo están poniendo muy fácil. Tanto el personal de Apia como los que antes estaban en la asociación echan una mano para todo. Se nota que hay buena voluntad por parte de todo el mundo, que hay ganas de hacer cosas, de fomentar la colaboración en los polígonos. Trabajar con estas personas es un lujo. Ojalá en un futuro próximo pudiéramos sumar a Riaño I a este proyecto. Cuantos más seamos, nos irá mucho mejor.
-La seguridad es quizá la cuestión que más preocupa a los empresarios. ¿Ha influido la crisis en un aumento de los incidentes?
-Sí. El número de robos es elevadísimo. También influye el hecho de que las empresas han reducido personal y por tanto también los turnos de trabajo, lo que hace que el polígono se vacíe durante algunas horas más.
Garantizar la seguridad es ahora mismo nuestro mayor problema y por tanto nuestra prioridad.
-¿En qué medida cuentan con las fuerzas de seguridad?
-Aquí hace ronda la policía local, la nacional y hasta las patrullas de la Guardia Civil, pero como tienen más polígonos que visitar pasan una vez y luego tardan en volver un par de horas, que es demasiado tiempo.
En su día se estudió la posibilidad de pedir una subvención para instalar cámaras, pero no salió adelante porque se trata de una zona de paso público y no se podía grabar la calle. Realmente el tema no está bien legislado, porque por un lado el IDEPA contempla esa subvención, pero por otra hay un 99% de posibilidades de que no se conceda porque casi todos los polígonos de Asturias son públicos, salvo raras excepciones. La norma es demasiado restrictiva.
“Garantizar la seguridad es ahora mismo nuestro mayor problema y por tanto nuestra prioridad”
-Sin embargo, sí se está estudiando la posibilidad de contratar un servicio de vigilancia.
-Sí, precisamente desde el 18 de febrero se ha legalizado la posibilidad de tener un vigilante en un terreno público, cosa que hasta ese momento no era posible. Ni siquiera una persona podía hacer ronda para vigilar su empresa. A partir de este cambio en la legislación estamos estudiando la posibilidad de contratar un servicio de seguridad, pero el coste asciende a los nueve mil euros, mucho dinero para afrontar por los asociados. En este caso, si sumásemos fuerzas con Riaño I saldría mucho más económico y estoy casi seguro de que la mayoría de los empresarios estarían dispuestos a colaborar.
-Esta asociación representa a los empresarios de Riaño II y Riaño III. En su día hubo una agrupación similar en Riaño I, que desapareció. ¿Qué posibilidades hay de establecer vínculos con esta parte del polígono?
-En principio no hay ningún paso dado, aunque personalmente me gustaría que hubiese más ganas de intentarlo. A fin de cuentas el objetivo del asociacionismo es hacer fuerza común, y no cada uno la guerra por su cuenta. No es lo mismo que una gestión la intente una empresa sola, a que lo haga una asociación que representa a cincuenta empresas. El peso que tiene es muy diferente. Por eso precisamente en su día se planteó la idea de construir los tres polígonos juntos, porque eso nos convertiría en el núcleo más grande de Langreo y uno de los más importantes de Asturias.
-¿Existe una buena sintonía con el Ayuntamiento de Langreo?
-Sí, me consta que existe muy buena relación entre el Ayuntamiento y Apia, hay ganas de colaborar y una excelente comunicación. A todos nos interesa fomentar el espíritu de unión en los polígonos, hacer lo posible por salir adelante, que los servicios funcionen bien y que todos los empresarios trabajemos lo más a gusto posible.
“Las ampliaciones no se están realizando con la misma rapidez con la que crecieron anteriores espacios industriales. Las inversiones van poco a poco”
-Además de la seguridad ¿qué otros retos se plantean de cara al futuro?
-También sería importante mejorar la iluminación, la seguridad vial, hacer los pasos de hormigón porque los otros se rompen con facilidad y tienen un coste elevado. Otra iniciativa que propondremos es hacer unas jornadas de limpieza para acondicionar en un día el polígono entre todos los asociados. En definitiva, interactuar.
-Se acaban de instalar las señalizaciones en Riaño I. ¿Se colocarán también en Riaño II?
-En principio no tenemos conocimiento de que se vaya a hacer, pero hemos enviado un escrito para preguntar cómo está ese tema. Realmente muchas de las personas que vienen de fuera no localizan bien el polígono porque la pequeña señal que tenemos no se visualiza correctamente. En ese sentido hay que dar la enhorabuena a Riaño I porque ha hecho un buen trabajo. Por nuestra parte, queremos hablar con el Ayuntamiento para ver de qué manera pueden ayudarnos en esto, porque realmente nos hace mucha falta.
-La ampliación prevista, tanto la fase IV como la V, se ha ralentizado debido a la crisis. ¿Cuál está siendo su desarrollo en este momento?
-El crecimiento se detuvo, por lo que las ampliaciones no se están realizando con la misma rapidez con la que crecieron anteriores espacios industriales. Ahora no hay tanta prisa porque ha disminuido el boom de trabajo, las inversiones se piensan más y hay incertidumbre con respecto al futuro. No obstante, en los últimos tiempos parece que se ha reactivado la compra de solares y naves. Las inversiones van poco a poco.
-¿La apertura de los túneles de Riaño revalorizará este territorio?
-Sin duda, porque si hasta ahora el centro industrial era la zona de los polígonos de Llanera y toda el área circundante, puesto que tenía acceso a toda la red de salidas hacia la autopista, ahora esto quedará igualmente bien comunicado. Estaremos a la misma distancia de Gijón que esa zona y además estamos más cerca de Mieres y de la salida hacia León y la Meseta. Con los túneles terminados estaremos sólo a diez minutos de Siero. Todo eso será muy positivo para toda esta comarca. Esperamos que se siga trabajando a buena marcha y que las buenas condiciones atraigan a más empresarios e inversores.