Las áreas empresariales asturianas se apuntan a la moda de incluir propuestas de ocio y deporte. En Río Pinto, además de disfrutar del deporte del pádel, es posible realizar un entrenamiento funcional destinado a mejorar la salud.
Hay una razón evidente que lleva a empresas del ramo del deporte a ofrecer sus servicios en polígonos de Asturias: la necesidad de espacios de grandes dimensiones a un coste asequible, algo imposible de encontrar en los cascos urbanos. En el caso del pádel, cuyas pistas son de 20 x 10 metros, una nave industrial puede ser una buena solución. Esto es lo que piensan también en el Centro Deportivo La Estela del polígono de Río Pinto. Los responsables del mismo aseguran «que se encuentran a gusto en el área industrial. Está muy bien localizada y nos permite tener gente de puntos muy diferentes, algunos cercanos como Navia y Coaña y otros más alejados como Villayón, Vegadeo, San Tirso de Abres, Tapia, Cudillero, etc. Incluso hay una persona de Oviedo que viene una vez por semana».
Desde su puesta en funcionamiento, hace poco más de un año, la afición al pádel está creciendo hasta el punto de que han cuadriplicado el número inicial de personas que acuden a practicarlo. «Hay un dato también significativo y es que cuando empezamos había cero mujeres y ahora hay cincuenta que juegan habitualmente», explica Iván Bustelo, entrenador personal y licenciado en Ciencias del Deporte y Educación Física.
La programación de torneos y ligas mensuales dinamiza esta actividad en el centro, en el que también se dan clases de iniciación a este y otros deportes ‘de raqueta’.
La readaptación física es otra faceta que imparten en el centro. Esta práctica tiene su origen en los entrenamientos que futbolistas y otros deportistas realizaban con la intención de recuperarse de una lesión. Pero la idea de curarse a través del deporte ha dado lugar a un boom del entrenamiento funcional, que ya no es exclusiva de deportistas. «Se trata de realizar un tipo de entrenamiento que adapta los ejercicios a las necesidades de las personas y que está destinado a mejorar la salud y la calidad de vida de quien lo practica o su rendimiento deportivo». Por el centro pasan habitualmente personas con lesiones y diferentes patologías que quieren combatir el dolor a través de una combinación de medicina y fisioterapia. «Sobre todo vienen con problemas de cervicales, dolores de espalda o de rodilla y lo primero siempre es hacer una valoración, porque cada persona tiene unas necesidades específicas», añade Bustelo. Lo fundamental es que cada persona encuentre la orientación que necesita, por eso el centro deportivo ofrece una valoración funcional y una sesión de entrenamiento personal de prueba.