Se ha cumplido un año de la visita de los Reyes al concejo de Boal, con motivo de la entrega del premio al Pueblo Ejemplar de Asturias, y los vecinos del lugar tienen muy presente la experiencia que ha supuesto un interesante espaldarazo turístico para el municipio.
En la localidad de Boal, capital del concejo, quedan todavía las huellas de la visita real el pasado 25 de octubre de 2014. La herencia de ese día, además de dejar gratos recuerdos, ha fructificado en un nuevo recurso turístico, conocido ahora como la «Ruta Real». Se trata de un itinerario por la villa que reproduce fielmente el paseo realizado por Felipe VI y doña Letizia en su visita a la localidad. En total, 5,10 kilómetros recorridos a pie y en vehículo por los monarcas.
Fernando Rodríguez, presidente de la Asociación de Turismo Destino Boal, fue el promotor de la idea. «La gente que nos visitaba preguntaba ¿dónde está el lavadero donde se detuvo la Reina? ¿qué hicieron los Reyes en Boal? Viendo esto se me ocurrió la idea de la ruta como una forma de poner en valor lo que tenemos». El colectivo vecinal y de asociaciones del concejo acogió de buen grado la idea, aprobando que parte de las actuaciones se sufragaran con el dinero del premio de Pueblo Ejemplar, y en julio ya estaban instalados la mayor parte de los paneles y placas informativas que jalonan el recorrido. Para completar la información también se editaron trípticos explicativos de la ruta, que facilitan la autonomía del visitante a la hora de realizar el recorrido.
El legado americano de los emigrantes que cruzaron el Atlántico en busca de fortuna salta a la vista en el concejo a través de los numerosas espacios y construcciones financiadas con dinero indiano. Y en la nueva ruta se explican todos los detalles al respecto: la información, disponible tanto en castellano como en inglés, figura en pequeñas placas y es posible ampliarla a través de códigos QR.
El legado americano de los emigrantes boaleses que cruzaron el Atlántico en busca de fortuna salta a la vista en el concejo a través de la abundante arquitectura indiana.
En la Oficina de Turismo de Boal hacen una valoración muy positiva de la obtención del galardón. «Este verano se ha notado un aumento de visitantes en Boal, que vienen a interesarse y conocer lo que significa ser Pueblo Ejemplar», explica Irma García. Gracias a la repercusión de la noticia, el concejo boalés se convirtió en destino de referencia en la comarca. Según ha comprobado García, lo que más atrae del concejo es la posibilidad de realizar rutas de senderismo y visitas culturales. «A la gente le gusta venir a caminar, preferiblemente paseos cortos por la naturaleza. Además, tenemos mucha oferta de alojamiento rural de calidad». Entre los destinos más recurrentes para visitar está el pueblo de Froseira, el área recreativa de Castrillón, los miradores de Penouta o la ruta de los castros. El verano permite también disfrutar del curso del río Navia en piragua, gracias a los servicios que ofrece una empresa local.

Desde la Asociación Cultural de Rozadas denuncian el atentado ecológico y cultural que se ha llevado a cabo a pesar de la gran recogida de firmas efectuada (cerca de 5.000) y del apoyo de numerosos colectivos, entre ellos los Amigos del Texo y las Tejedas.
Félix Sampedro, presidente de la Asociación Cultural Rozadas, añade que «con su desaparición el pueblo de Rozadas ha perdido, no solo un árbol centenario, sino toda una seña de identidad de la localidad. Además, la razón esgrimida para hacerlo no es tal, ya que a la finca ha accedido sin problemas la grúa con la que se hacen las obras». El también alcalde pedáneo añade «que una parte del árbol se hallaba en un camino público, así que perfectamente se podría haber solicitado una figura de protección».
Próximamente, en el lugar donde se hallaba el ejemplar, la asociación de Rozadas pondrá una placa «para que sea recordado». En su campaña por proteger y recordar los recursos etnográficos y paisajísticos del pueblo el colectivo -con el apoyo del movimiento vecinal de Boal- instalará otras tres placas más, «una junto a la fragua de Herminio, que esperamos pueda conservarse complementando al museo del hierro; otra en Viveiro, y otra en el cementerio de teixos, el lugar donde hubo una tala injustificada debido a obras de ‘mejora’ de la carretera». El colectivo de Rozadas, espera también poder retomar la entrega del galardón Espeto de teixo.