La diversidad paisajística caracteriza al concejo de Boal, donde contrastan las alturas de las sierras de Penouta o Santín, con los recogidos valles del Navia y sus afluentes. Sus antiguos pobladores dejaron castros, túmulos y grabados rupestres que hoy se han convertido en recursos turísticos, que se suman a los centros de interpretación y las casas de indianos.
Castro de Pendia
Rodeado de una espesa vegetación, se esconde de las miradas el enigmático Castro de Pendia. Sorprenden en él la desproporción entre sus importantes fortificaciones y el reducido recinto que protegían, la presencia de dos saunas castreñas y una construcción de grandes dimensiones. Esta última se conoce como Gran Cabaña y se cree que era un edificio de uso comunal. La antigüedad de las piezas encontradas durante su excavación dan a entender que primero hubo un establecimiento prerromano que luego se incorporó en un recinto fortificado mayor.
Casas de Indianos
Al regresar a su tierra natal, los emigrantes asturianos levantaron nuevas casas de cuidados diseños de arquitectura indiana. En Boal la mayoría de estas construcciones se agrupan en un barrio concreto, por lo que es posible hacer un recorrido admirando todas las fachadas. Sólo Villa Modesta y Villa Anita se encuentran fuera de esta zona. Esta última es una de las más emblemáticas de Boal, y en ella destacan las fachadas revestidas de azulejos coloreados, diseñados por Juan Ruiz, y las tejas amarillas y azules sobre la buhardilla.
Áreas Recreativas
Pasar un día al aire libre, comiendo en un entorno natural, es un lujo asequible, al alcance de todos gracias a las cuidadas áreas recreativas existentes en el concejo. Las más emblemáticas son las de Penaqueimada, situada junto al mirador Penouta interior, y la de Castrillón junto al embalse de Arbón. Y se completan con las ubicadas en los pueblos de Lendiglesia, Rozadas, Llaviada y Sampol.
Miradores
Uno de los mayores atractivos de Boal son las vistas de sus paisajes montañosos. Son muchos los balcones con excelentes panorámicas, pero si queremos llevar el coche hasta allí tendremos que elegir entre tres miradores habilitados para ello: el Mirador sobre el Castro de Pendia, el Mirador Penouta Costa, y el Mirador Penouta Interior. Los paneles instalados nos permiten distinguir las montañas o rincones costeros que tenemos frente a nosotros, lo cual nos sirve para ubicarnos y conocer el relieve.
Centros de Interpretación
Centro de Interpretación de la Emigración e Instrucción Pública
En el pueblo de San Luis, a dos kilómetros de Boal, la antigua escuela ha sido rehabilitada -manteniendo su estructura original- para rendir homenaje a todos los que emigraron del concejo, en busca de una vida mejor. Se iban cuando dejaban atrás la niñez y muchos nunca regresaron, sin embargo su dinero sirvió para construir escuelas, lavaderos o asfaltar calles. En el interior del edificio -característico por su planta rectangular y pórtico columnado-, vemos un aula de principios del siglo XX y paneles que hablan sobre la labor de los emigrados, agrupados en la Sociedad de los Naturales del Concejo de Boal en La Habana.
Centro de Interpretación de la Artesanía del Hierro
Cientos de boaleses vivieron de la artesanía del hierro durante los siglos XVIII y XIX, hasta que la mecanización supuso la crisis de este sector artesano que se dedicaba a la elaboración de clavos, tachuelas y utensilios domésticos. Este centro de interpretación recuerda el trabajo de los herreros, que sostuvieron con su esfuerzo la economía de Boal a base de trabajar el hierro. Entre los paneles destaca una maqueta de la Ferrería de Froseira -situada río abajo-, de la que salía una de las mayores producciones de hierro de Asturias, en forma de varilla de hierro.
Casa de la Apicultura
Paralelamente a la ganadería, en Boal se desarrolló fuertemente la apicultura, el arte de criar abejas, siendo la miel una de las señas de identidad del concejo. Este centro ofrece una colección museográfica de carácter apícola, en la que se aprecia cómo ha evolucionado el sector mediante cien piezas antiguas y modernas, paneles informativos, o productos extraídos de la colmena. En la sala de audiovisuales se puede ver un monográfico sobre la miel y la cera, y también disponen de Biblioteca Técnica Especializada.
Centro de Interpretación de los Lavaderos
El lavadero de Boal fue financiado por José Benito Sánchez Santa Eulalia para cumplir la voluntad de su difunta esposa, siendo inaugurado en el año 1928. Esta cuidada construcción hoy se ha convertido en el Centro de Interpretación de los Lavaderos, en cuyas paredes cuelgan paneles explicativos. Los lavaderos fueron también financiados por los emigrantes para facilitar la vida cotidiana de los pueblos.
A poco más de ocho kilómetros de Boal se encuentra Rozadas, un pequeño pueblo con muchos atractivos turísticos.
Si desde Boal seguimos la AS-22 en dirección a Vegadeo, llegaremos fácilmente hasta Rozadas. El lugar no nos defraudará puesto que ofrece al visitante no sólo paisaje o arquitectura, sino también una lección de historia. Nuestra sugerencia es acercarnos primero al Centro de Interpretación de la Artesanía del Hierro, promovido por el Ayuntamiento de Boal y donde veremos la importancia que esta industria tuvo en el concejo. La siguiente parada recomendada es en el Museo Etnográfico, de carácter privado, que reúne dos mil piezas en una casa del siglo XVII perteneciente a una familia de campesinos y ganaderos.
Dejando atrás los museos, nuestro próximo punto de destino es la capilla del siglo XVII dedicada a la Virgen de la Portalea.
Por último, no podemos abandonar Rozadas sin sumergirnos en su paisaje y sus antiguas construcciones etnográficas. Para ello nada mejor que seguir la «Ruta de los cortios, molios y calieiros», estos últimos son hornos de cocer la cal. Podemos recorrer estos caminos solos o con la ayuda de un guía que nos ayude a comprender el modo de vida rural. §
Contactar visitas en el 689 573 196 (Félix González)
Fotos: Valvanera